Definitivamente, el fútbol es un bromista de cuidado. Hace escasos 40 días, el Barcelona cerraba una histórica primera vuelta del campeonato, cediendo apenas un empate en 19 jornadas. Pese a la fuerza del dato, no eran los números los que incitaban al optimismo feroz: el Barça parecía haber hallado de nuevo la vía para un juego diferencial, casi inabordable; lo más cercano a los ya célebres meses de noviembre y diciembre de 2010. Semanas más tarde y sin encontrar más explicaciones que los vaivenes de una temporada, los de Vilanova andan inmersos en una espiral de sensaciones extrañas. El horrible partido de San Siro ya condiciona el futuro próximo del conjunto, por encima incluso del Clásico copero del martes. El potencial futbolístico está, pero da la impresión de que los culés no saben cómo traerlo de regreso. Por su parte, Emery mantuvo sus constantes en el Camp Nou: competitividad con derrota. Se les perdona porque el Sevilla huele mejor y tendrá el miércoles, ellos sí, la gran cita de esta campaña.
Arrancó Unai en el Camp Nou con un 4-4-2 bastante simétrico, con la posición de Rakitic en fase defensiva como circunstancia más llamativa. El croata tapaba casi alineado con Babá (la gran novedad en el once), ejerciendoLos de Emery no intentaron una presión alta de delantero. Teniendo en cuenta que el mecanismo habitual de salida de los azulgranas (Sergio Busquets-Xavi) no era de la partida, es posible que el objetivo fuera no facilitar la recepción inmediata a los dubitativos Song y Thiago Alcántara. Aquí acabaron las intenciones sevillistas en el campo rival. Los andaluces plantearon un repliegue bajo, en busca de las carencias actuales del Barcelona. Lo de Alexis es un bucle que se repite y se repite. El chico juega bien pero siempre deja algo a deber, algo que molesta. Ayer fue el desborde por banda y la entrega en los apoyos. De nada sirve que sus movimientos le permitan recibir con una frecuencia inédita en la plantilla; al final todo se estropea. Y eso que sin balón estuvo espectacular. Ningún delantero barcelonista tiene su talento en la presión. Un aspecto que no ha de marginarse viendo la nula aportación del “nueve” en este apartado. No es casual que todos los centrales estén sacando bien la pelota ante el Barça.
Claro que ver a Messi darse descansos en la presión no es algo nuevo. Su nivel actual, por contra, sí que lo es. Creemos que no es exagerado decir que Leo atraviesa su peor momento de los últimos 4 añosMessi está en su peor nivel del último lustro, desde que es leyenda absoluta. Esta mala racha genera un caos dentro del engranaje blaugrana. El Barça sacrifica movilidad y ruptura a cambio de que Leo atraiga a un puñado de adversarios en cada contacto con el cuero. Ni siquiera hacía falta dársela limpita; con la marca en la nuca, Messi podía inventar. Ahora La Pulga no mete la quinta y apenas hay ventajas y sí muchos inconvenientes. Sin su vértigo, el Barcelona anuncia cada intentona ofensiva y se convierte en previsible. De esto se aprovechó Fazio para realizar su enésimo partidazo en el Camp Nou; en acciones cortas de área va sobrado de técnica. Una defensa posicional sobria y un cabezazo aislado de Botía le bastaron al Sevilla para irse ganando al descanso. Fue el primer y único tiro sobre la puerta de un Víctor Valdés que ha hecho de sus paradas un acontecimiento a resaltar.
El Barcelona no puede sobrevivir a un Leo Messi tan humano
Tratando de rescatar a Leo, Roura ordenó sesión de baño y masaje para el argentino. Terapia de choque: dos futbolistas extremadamente abiertos en los costados y por delante del “10”, una referencia. Es notorio que a Messi le agrada un delantero que le libere de la lucha con los centrales, que le haga jugar de cara. Cumplió bien Villa; no tiene el fútbol de Alexis como “nueve” pero golea con naturalidad. Por fuera hubo acierto. Tello fue más que Coke la mayoría de las veces y Alves se salió con todo el carril para él. Con Dani andamos como con el Barcelona, sin saber a qué atenernos. Anoche tocaba la cara buena.
Si las chinchetas y el killer dieron espacio a Messi y Thiago, también abrieron de par en par las puertas del contragolpe sevillano. Emery dio entrada a Negredo (solo con estar ya supera las prestaciones de Babá) y a Kondogbia. Lo del francés fue de veras impactante. El ex del Lens sacaba a su equipo de la cueva con giros, slaloms y pases que hacen pensar que el Sevilla, después de mucho tiempo, por fin atinó con un futuro crack. Los del Ramón Sánchez Pizjuán pisaban el punto de penalti de un Barcelona que resistía con el físico de Piqué en los choques. Los locales probaron la variante Song-Busquets para detener la hemorragia. La prueba no ofreció excesivas conclusiones. El Sevilla renunció al empate en los minutos finales, conscientes de que la batalla real llega en cuatro días. Lo agradeció un Barça de repente inseguro, confuso. No conviene hacer de menos a un grupo tan ganador, pero las dudas están. Con Superman en modo Clark Kent, las cosas siempre son más difíciles.
Abel Rojas 24 febrero, 2013
Me parece que hay demasiado drama en el texto. El Barça ha ganado casi todo con este Messi-Puskas. Que es un contratiempo? 0 dudas. Pero el Barça puede sobrevivir perfectamente, por dios… Que tiene a Iniesta, Cesc, Xavi, Alves, Alba, Pedro, Villa…
Además el partido de ayer era muy difícil en lo mental. Que el Barça ha hecho turn off en liga es una obviedad. Y es algo que puede criticarse, pero aludiendo a lo emocional, no al juego.