Con la típica y celebrada ambientación británica el Real Madrid-Real Sociedad podría haber pasado por un partido de Premier League de media tabla para abajo. Ambos decepcionaron, dando pie a un espectáculo más o menos divertido en el que el control brilló por su ausencia. Al menos en el primer tiempo. Los de Mourinho, 10 desde el minuto 7, tardaron 38 en definir cómo querían jugar con el jugador de menos. Los de Montanier, teórico equipo inferior, lo tuvieron justo ahí, de un modo muy adaptado a sus principales virtudes, pero volvieron a pecar de poca competitividad contra un grande. Mal ambos.
El gol de Benzema vino del primer fallo que hubo en el ajuste del fuera de juego; las dos zagas tendrían muchos a lo largo de la noche; todo un problema en un choque de ida y vuelta como el que se dio. Con un Madrid necesitado de autoestima ese 1-0 sonaba a decisivo, a calma, pero la Real Sociedad no tardó en anular el efecto. Lo hizo castigando un déficit blanco que Mourinho aún no ha sabido corregir: la salida de balón, sin Coentrao ni Marcelo, es pobre. El lateral derecho no ofrece ni espacio ni continuidad, el izquierdo (que es diestro) se cierra y, sin orden, todo deriva en un desafío técnico -de acierto en el pase- para el que el Madrid no tiene calidad. Varane, Carvalho y Adán se negaron a dar el pelotazo de socorro y el joven portero lo pagó. Fue la única vez que la Real encontró rentabilidad a su apuesta de defender arriba. En el resto del partido, restó. Hasta solucionarle la noche a su rival.
Pardo fue superado por el escenario; no entendió la ventaja.
La Real se pasó de ofensiva; se precipitóEl Madrid se había quedado KO tras el 1-1, como viene siendo cuando recibe el primer golpe pero sin 11. A la Real, que tuvo galones para coger el balón, le faltó claridad para leer la ventaja. Mourinho replanteó el choque desde un 4-4-1 con Özil y Ronaldo de volantes que, sabía, no iba a ser tal, pues el esfuerzo defensivo de los cracks no iba a tener continuidad durante 83 minutos. La Real solía atacar un bloque blanco de 4+2 que encima era bastante incoherente; el doble pivote achicaba hacia delante y la línea de cuatro, insegura e inmadura, reculaba hacia atrás. Sólo había que mover el balón. Es cierto que a los de Anoeta les falta poso, pero en tan ventajoso marco era cuestión de técnica -la tienen- y paciencia. Pardo, de gran control de balón, bajó a la base a lanzar en lugar de dar un paso al frente para detener la posesión más arriba. La Real leía el choque como la opción de atacar con muchos para aprovechar que tenía uno más. Arriesgaba demasiado pronto el balón y dejaba muchos espacios. Regalaba vida. Detalle: los saques de banda hacia atrás aseguran más la posesión, es una zona más limpia; el rival debe acosar el posible pase hacia el frente. Pues bien, la Real Sociedad, precipitada, defendía al revés. El Madrid sacaba hacia delante y salía corriendo.
Carvalho, Khedira, Özil y Ronaldo unieron al Real Madrid.
El descanso no perfeccionó al Madrid, pero sí lo serenó. Conscientes de todo lo que habían hecho fatal, cuatro futbolistas rescataron los tres puntos. Carvalho fue el inicio; comenzó a influir en esa zona vacía que había habido entre él y Alonso, alzó la línea de 4 y robó por anticipación para salir con peligro. Khedira es un especialista en la inferioridad numérica, su talento es dominar grandes distancias, y en éstas le luce. Özil, muy implicado y olvidado por la Real, recibió cuanto quiso y lanzó cuando pudo, que fue a menudo. Y Ronaldo, espectacular. Es un arsenal ofensivo. El exceso de responsabilidad que asumió le restó temple a sus decisiones, pero desde luego compensó. Además, se puede dar por oficial que ha cambiado su técnica de golpeo en el balón parado, mete mucho más interior a la pelota. Lo que al principio parecía un mecanismo de seguridad para recuperar la confianza le ha salido tan bien que se ha perpetuado. Como se perpetuó el afán ofensivo de la Real, que incluso quitó a Ifrán para meter al Chori Castro, buscando más verticalidad aún. Montanier, siempre discutido pero siempre coherente, no termina de tener una buena noche contra el Real Madrid. Y ayer no era tan difícil.
letissier 7 enero, 2013
Totalmente de acuerdo. Increíble como la Real no supo administrar su superioridad en ninguna faceta del juego, con uno más y ante una defensa desnortada, se podría haber sacado tanto… El hueco entre las espaldas de los "medioscentros" y la defensa eran una jardín para Ozil, Karim, CR,etc. cada vez que los vascos perdían la pelota en 3/4, era ocasión para el Madrid. Como con uno menos el Madrid seguía haciendo superioridades en las contras.. Ayer me acordaba de una palabra muy argentina para definir los jugadores de la Real: pechosfrios.
También Montanier me pareció que no supo leer bien el encuentro, tengo la sensación que si ayer la Real sale con un mediocentro más posicional, se lleva puntos del Bernabéu.
A destacar la ambición de don Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro.