Guardiola dijo que volvía y al deporte le cambió el ritmo: el último Rey de la Edad de Messi había retornado. Para reducir a Ronaldo, para despedir a Ferguson, para asistir a Neymar, para ganar a Mourinho. Para intentar detener a Leo. Rápidamente todos nos pusimos a pensar en el futuro. Más bien, en nuestro futuro ideal. Nuestra imaginación le buscó un equipo, una misión e incluso un 11, que bien hicimos público o bien guardamos en la intimidad. Cuando el Bayern Münich presumió de su conquista, las reacciones se agolparon. El corazón de muchos se alegró por un destino grande y, a priori, cómodo para él; la ambición de otros recibió con menos entusiasmo la noticia, porque querían disfrutarlo al máximo día tras día, siempre, y contra fuerzas semejantes; y en la Bundesliga eso no se iba a presenciar. Al fin y al cabo, Guardiola ha fichado por un equipo que tras 17 jornadas aventaja en 9 puntos al segundo en la tabla, y que ha sumado 44 goles por 7 encajados a esta fecha. Pero temple; esto no implica que vaya a darse un paseo por Alemania. El club de Baviera es un gigante con una identidad propia que, por mucho que Pep estudie, sólo terminará de conocer y dominar sufriéndola y disfrutándola. Viviéndola. Mientras cura una enfermedad.
Históricamente, Alemania es el país más fuerte del fútbol europeo. Fue uno de los primeros en definir su estilo, y lo hizo a imagen y semejanza de su pueblo, que es como se deben hacer las cosas. Alemania ha sido disciplina, orden, fuerza y perfeccionismo técnico; esto último enfocado a la funcionalidad, en vez de al arte por el arte. Entre unas cosas y otras, siendo la pérdida de nivel de su Liga y la influencia del mestizaje racial en su cantera las principales causas, la manera de jugar inició una transformación. Mejoró en el aspecto lúdico, la Bundesliga y la Selección absoluta son muy divertidas, pero no han ganado nada. Lo han perdido todo. La final de la Euro 2008, la finales de Champions de 2010 y 2012 e incluso la de la Copa de la UEFA de 2009. Tipos como Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger comienzan a tomar la expresión facial de Ballack, más de malditos que de perdedores, y la impresión es que antes eran los mejores haciendo lo que hacían y que ahora son los segundos haciendo lo que hace España. El desafío de Guardiola, alquimista de sentimientos, es revertir la inercia perdedora en el club donde más y mejor se proyecta el sentir del país entero. Con una particularidad importante: Guardiola no tiene que enseñarle a ganar, como en buen modo hizo en Barcelona; Guardiola tiene que reconciliar lo nuevo con lo antiguo, desde una nueva y gran victoria.
En el B. Münich podrán llegar a amarle, pero siempre será Guardiola; nunca será el PepIdentificar qué es exactamente lo antiguo será lo más difícil. En Barcelona no tuvo que hacerlo; él era el Pep, el recoge-pelotas, el «4», el capitán, el presidente de Catalunya, si algún día se lo propusiera. Sabía al pie de la letra qué pensaba cada aficionado porque él era uno de ellos; nunca tuvo que entretenerse en la ardua tarea de conocer a una persona porque ya se conocía a sí mismo. Él era la propia exaltación del sentimiento catalán. En Baviera tendrá que respetar y convivir con algo que no pintó Dalí, y que no huele al Mediterráneo. Es decir, Guardiola representará a un club que no le representa. Su empatía, virtud crucial en el fútbol globalizado, será puesta a prueba de verdad por primera vez. Ahí, el reto no es fácil. Será el tercer entrenador en la larga historia del Bayern Münich sin pasado en el país, solo tras Giovanni Trapattoni y Louis Van Gaal. Su expediente es extraordinario, por palmarés y por esencia le sobra crédito; pero cabe reconsiderar su nuevo rol: es un profesional extranjero de éxito cuya vinculación con la ciudad y el club no irá más allá de lo deportivo y lo económico. Otros entrenadores, partiendo de ahí, han conquistado almas; pero nadie, partiendo de ahí, ha sido lo que Pep al FC Barcelona en ningún lugar. Sencillamente, es imposible. Lejos del Camp Nou, Pep no será lo que es, sino lo que gane.
Van Gaal y Heynckes han preparado al Bayern Münich para la llegada de GuardiolaTampoco es ésta una situación extraordinaria; es algo propio de su profesión. De hecho, en agosto de 2008, cuando todavía no se sentaba al lado de Salvador, su futuro también estuvo ligado a la victoria. Tal trivialidad desapareció más tarde; quizás cuando Iniesta marcó aquel gol, aunque es difícil fijar el momento exacto. En cualquier caso, y volviendo al presente, Guardiola emprende su nueva aventura sin su mejor escudo, pero en buena hora. Salvo catástrofe, Heynckes pondrá fin al bienio de Jürgen Klopp, lo que aplacará la presión que podría sufrir el vestuario de haber continuado la sequía. Por otro lado, lo más comentado, llega al mejor y más poderoso equipo del país. A menudo, para ganar le basta con no hacerlo mal. Sumar esas victorias iniciales, que es lo difícil en España, Inglaterra e Italia, allí debería costarle menos. La confianza del vestuario, y por lo tanto el margen de maniobra deportivo (el fútbol es un estado de ánimo), están más a mano. Pero es que además Guardiola no va a implicar un punto y aparte en Münich; sus métodos no van a resultar agresivos; Van Gaal, el maestro al que él ya superó, le allanó el camino. El viejo Heynckes, cuya variación más significativa fue introducir a Toni Kroos (centrocampista) donde Thömas Müller (delantero), culminó el proceso. El Allianz Arena está preparado para tener el balón.
«Tener al FC Barcelona 2009-2011 en el curriculum es como haber dirigido «El Padrino». Pep sólo debe demostrar que sabe moverse en otros géneros; nadie le pedirá una película igual», David León.
Y el pueblo alemán está preparado para adorar a Guardiola, pese a la superioridad de su nueva bandera. La centralidad mediática del Bayern Münich dentro del país es absoluta, su actualidad copa las editoriales de alcance nacional; pero dicha circunstancia no deriva en una hostilidad del resto hacia el gigante de Baviera. Probablemente, porque el consumo de la información en Alemania difiere del nuestro. Las cadenas y publicaciones regionales, que por lógica enfocan sus contenidos hacia sus propios clubes, desempeñan un rol más importante que los medios nacionales, algo que transforma la propia intención de la comunicación, y que dibuja al Bayern un escenario más limpio del que viviría en un país latino recibiendo la misma atención mediática. Para muestra, un botón: el 95% de las aficiones de la Bundesliga apoyan a los muniqueses cuando son su último superviviente en la Copa de Europa. Es una cultura más sana, más deportiva, más capaz de disfrutar estrictamente del juego. Por eso van a ir todos con Pep. Por eso y porque el éxito de Pep será el éxito del fútbol alemán. Los germanos están a favor de evolucionar, comulgan con sus nuevos rasgos asociativos, disfrutan de la Selección de Özil y la Liga de Götze; tan solo necesitan demostrarse que son capaces de reinar como antes. Que son los ganadores de siempre, matizados por la modernidad. Guardiola ha acertado con su destino. Se le viene un reto maravilloso por el que su país de acogida morirá y que, sobre el papel, es más asequible que otros que le habían rondado. La Edad de Messi, la de Ronaldo y Mourinho, la de los últimos días de Sir Alex Ferguson y los primeros de Neymar, vuelve a estar completa.
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Referencias
Guillermo Valverde
Daniel De la Cuesta
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@Pipiripaw 18 enero, 2013
"el 95% de las aficiones de la Bundesliga apoyan a los muniqueses cuando son su último superviviente en la Copa de Europa. Es una cultura más sana, más deportiva, más capaz de disfrutar estrictamente del juego " no hace mucho tiempo estuve en un Bayern Munich Vs St Pauli en el Allianz Arena, Es Impresionante la Cultura deportiva que se tiene en Alemania, Creo que Pep, tomo la decisión mas facil de todas las que en teoria se le presentaban, al Bayern le urge Ganar la Champions y para eso necesitaban a alguien como Pep, Estos ya juegan al Futbol y vaya que lo hacen muy bien, Neuer, Boateng, Lahm, Ribery, Robben, Martinez, Muller, Alaba, Schweinsteiger, Kroos, Mandzukic, Gomez, Es impresionante la plantilla de este equipo mas lo que traiga Guardiola, Aunque me queda la duda como sera la Relacion Guardiola – Robben /Ribery que por su buena conducta no se caracterizan..
Ya como ansias por ver a Pep en Munich, de verdad que si