A la cuarta fue la vencida. Tras unas eliminatorias pelín pochas, con insípidos partidos de vuelta, el Málaga-Barcelona se encargó de engrandecer por sí solo a una Copa del Rey que necesita más cariño por parte de todos. Porque lo de anoche fue eso, auténtica Copa, aunque por la intensidad y calidad del encuentro pareciese que estábamos ante las rondas finales de Champions. Allí se espera que esté el Fútbol Club Barcelona, por prestigio y jerarquía. Con el Málaga el vaticinio es más complicado. Acaban de llegar a esto y la lógica dice que deberán pagar peaje; una lógica que en la Costa del Sol mandaron a paseo hace tiempo. Los de Pellegrini compiten como no le corresponde a un proyecto tan precoz. Ven posible la victoria frente a cualquier rival. Como un grande.
Al Barça los últimos 10 días le han mareado. La descomunal ventaja en liga y el inesperado match-ball copero produjeron una desconexión mental que el equipo no deseaba en ese momento. El Ingeniero optó por la decisión más inteligente: convertir el choque en pura excitación. Para ello, ordenó una presión altísima sobre la salida culé. Este año los de Vilanova han controlado mejor sus problemas a la hora de sacar el balón, pero al Málaga le bastaba con lanzar a Iturra (¡qué eliminatoria!) sobre Xavi para impedir que el genio de Terrassa girara y comenzara a tejer juego. Que Xavi no sea imprescindible ahí (gran virtud del nuevo dibujo) es clave para el Barcelona. Arriba sigue siendo determinante con acciones como la del 0-1.
Una de las principales vías de escape azulgrana fue el sector derecho. Pedro y Alves batieron por KO a Eliseu y Seba. El extremo canario castigó con maldad el talento defensivo de Eliseu (sus cualidades son más físicas y de concentración que de lectura). Sus apoyos por dentro daban al Barça un auxilio constante sobre el que agarrarse. Ahí Pedro es muy difícil de anticipar, pero el error vino al concederle metros para esperar a Alves, cuyas apariciones Seba –un delantero– no tenía capacidad de compensar pese a su innegable sacrificio. El saldo: dos asistencias y peligro incesante. El lateral brasileño insinúa un pequeño repunte que habrá que confirmar más adelante. Seba no pasó de sparring voluntarioso.
En la derecha, Pedro y Daniel Alves fueron superiores a Eliseu y Seba Fernández
Pero el Málaga tenía plan, y muy definido. Si los blaugranas empujaban, la referencia de Roque Santa Cruz sería un destino indefendible para ellos. Ninguno de los centrales barcelonistas Roque Santa Cruz salió con la clara misión de torturar a Mascherano(ni siquiera Piqué, el más destacado) son Vidic 2008-2009. En el caso de Mascherano, cuesta entender que vaya a ser la elección de Tito en días importantes. Ahora mismo no ofrece el nivel mínimo. El Málaga situaba a su tanque paraguayo sobre el argentino y claro, ganaba siempre. A partir de ahí, segunda jugada con sus mediapuntas y un detalle: comprobamos que, efectivamente, el Barça de los centrocampistas sufre ante la valentía de los laterales derechos. Gámez esta vez sí fue titular y sus subidas por sorpresa hicieron daño. Iniesta o no está o no llega al repliegue. Aprovechando la ligera debilidad de ese sector, Pellegrini colocó a Duda a pierna cambiada, buscando la pelota cruzada hacia un Jefecito que no descifra nada que lleve un poco de exigencia. Con todos estos ingredientes nació el 1-1, obra del mago Joaquín. Por cierto, nos tragamos toda la vida que este chico no sabía chutar, que no tenía gol. La definición del empate vuelve a ejemplificar el potencial desperdiciado con este pedazo de crack.
A los 30 minutos, el partido era ya una maravilla. Fue entonces cuando compareció Andrés Iniesta. Comentábamos en el 38 Ecos del lunes que el fútbol español aún no pilló el truco a su posición de falso extremo-interior.Iniesta y Leo Messi eran demasiada faena para unos flojos Weligton y Martín Demichelis Solo Mourinho (el único que dispone de mimbres suficientes) logró paliar con Arbeloa y P&R las superioridades interiores. El Málaga entraba en el terreno de los milagros y del nulo margen de fallo. No salió. Demichelis y Weligton son dos activos competitivos fundamentales para los malagueños, pero ayer suspendieron. Una actuación sensacional de su pareja sudamericana resultaba innegociable; sin ellos el triunfo sonaba a fantasía. Micho, horrible, era más lento que un Cesc muy ágil entre líneas. Lo de Messi fue caso aparte. La Pulga puso más corazón que nunca cuando el escenario era desagradable para los suyos. Agarró el balón y gambeteó con furia ante unos Iturra, Camacho y compañía que se dejaban el alma en cada entrada. Fútbol noble, emotivo. Terminó tan exhausto Leo que, un lustro después, pidió el cambio muerto de cansancio.
Al Málaga le fallaron los indispensables frente a Messi e Iniesta: Demichelis y Weligton
El Barcelona acumulaba ocasiones de gol y, por primera vez en la eliminatoria, era netamente más que el Málaga. Asomó el fantasmita de la imprecisión en el remate, aquel que a ida y vuelta da y quita títulos. Sobre todo cuando los malaguistas repetían éxito con la fórmula del juego directo y prolongación. Otra vez Joaquín y Roque por medio. Otra vez Mascherano haciendo aguas. El desenlace de la película olía a drama, pero contra pronóstico, iban a sobrar casi quince minutos. Los tantos de Iniesta y Messi no fueron casuales. Ambos resumieron con pulcra exactitud lo visto en La Rosaleda: Cesc burlaba a Demichelis en la frontal tras una pared con el indetectable Iniesta; segundos más tarde, el ocho filtraba una bola al espacio a Alves ante la mirada de un Seba consumido por el esfuerzo. Dani centró como no acostumbra para que Messi matase un espectáculo impresionante. Que nadie esté triste; pronto habrá más Copa.
Abel Rojas 25 enero, 2013
Incidiría muchísimo más en el tema de Xavi, y también dedicaría más espacio a Messi.
Xavi ha naufragado en todos y cada uno de los partidos exigentes que el Barça ha jugado esta temporada, y eso es letal. Ciertamente Tito ha pasado de aspirar al control cuando le presionan y pide a Messi que baje y empiece a crear ocasiones, pero así el ida y vuelta existe, y pese a tener a Messi, también tiene a Piqué, Puyol y Mascherano. Se habla mucho de Masche y con razón, pero lo de Piqué… Hago el esfuerzo de no pedirle que sea lo que parecía que podía ser hace 3 años, pero es que no se trata de eso. Se trata de que concede y mucho.
A mí el Barça ayer me dio malas sensaciones. La primera parte me parece flojísima, y en la segunda sí gana por KO, pero con un Málaga que encaja el insuperable 1-2 en el minuto 3. Y hablamos de un Málaga sin Willy, sin Monreal, sin Toulalan, sin Isco e, importantísimo, sin poder poner a Eliseu en su posición contra el 11 de casi gala del Barcelona.
Lo que sucede es que Messi es inenarrable. Lo de ayer de Messi… en fin. Bajando a recibir prácticamente al lado de Busquets -segundo partido flojo consecutivo del mediocentro- y batiendo el Málaga simple y llanamente porque se lo regateaba. Pero tal cual. No lectura, no posicionamiento, no asistencias… que no, que no ^^ Que no había ni pizarra ni consejo: Messi cogía el balón y regateaba al Málaga entero si no le hacían falta.
Personalmente veía al Barça en un punto como para no necesitar la extrema dependencia de Messi, y lo que me ha mostrado esta eliminatoria ha sido eso, inesperadamente. Tanto que yo ayer daba al Barça (si pasaba) como favoritísimo contra el Madrid (Casillas, Ramos, Pepe, Coentrao, "Marcelo" y Di María me parecen demasiado) y ahora me sigue pareciendo favorito (lo contrario no tiene sentido) pero me cuesta imaginar a Ronaldo contenido, y eso siempre va a dar opciones a los blancos.