Me daba en la nariz que esto podía terminar sucediendo. Anthony Annan, que hay que reconocer que es más bonito que bueno, no es jugador para Osasuna. Sí lo es por nivel, no así por sentimiento. El ghanés lleva dentro la entrega corta, el pase por el pase, la recreación alrededor del mismo. Todo ello se aleja de lo que excita y conviene a su equipo. ¿Cómo decirle al expreso Lamah que detenga su trayecto para echarla atrás? ¿No son más felices Kike Sola o Llorente cuando Cejudo les pone uno de sus precisos centros? El Milla africano tenía en Sisi al único amigo en plantilla. Si coincidieron demasiado poco, ha querido la fatalidad que ya no lo vayan a hacer más.
Como Annan no resultaba determinante en ningún aspecto, Mendilíbar abandonó toda pretensión contracultural, consciente de que la temporada se le escapaba de las manos en noviembre. La solución estaba en casa, y se llamaba Raoul Loe. El francés, 23 años, es un futbolista nacido para sufrir en El Sadar. Su 1,92, rectilíneo y sin matices, viene a ser una señal de STOP en medio de la autopista. Literalmente además, porque Loe no se mueve. Loe no organiza. No sigue al juego ni lo pretende. Cedric solo tiene su pierna. ¡Pero qué pierna! Larga, estilizada, casi como de modelo. Sus andares, pueden apostarlo, han despertado la lujuria de Mendi, que encontró la manera de volver a ganar
Abel Rojas 8 diciembre, 2012
Bueno, bueno, bueno. Annan dio lo mejor de su carrera con Gyan en punta y una línea de 4 formada por Ayer, Asamoah, Boateng y Tagoe entre ellos. Lamah podría haber encajado perfectamente en ese equipo, por estilo.