Llegar entre dudas le había dado resultado a Brasil ocho años antes, en Estados Unidos. Sin embargo, lo de Ronaldo era diferente. El Fenómeno había vuelto de un infinito calvario de lesiones, y adivinar cómo respondería a una Copa del Mundo no era sencillo. Salió cara. La Canarinha lograba el Penta en Yokohama, de la mano de una generación fantástica, una de las más talentosas de su rica historia. Roberto Carlos y Cafú como carrileros, el trabajo táctico de un inmenso Rivaldo, la eclosión de Ronaldinho… Y por supuesto, Ronaldo. Sus dos goles a Oliver Kahn son leyenda. El portero alemán, perfecto durante el torneo, cometió un error decisivo en el peor momento. Pese a todo, Alemania, sin su otra gran estrella, Michael Ballack, demostró el peso de su camiseta y compitió hasta el límite.
La Copa de Europa de la temporada 1992-93 fue la primera edición disputada bajo el nombre de Champions League. A la cita del Olímpico de Múnich llegarían dos equipos por entonces dominantes. El gran coco de la época, el AC Milan, ya entrenado por Fabio Capello, volvía a una final tres años después. Los franceses, con figuras como Desailly, Deschamps, Angloma, Boksic o el veterano Rudi Voller, iban a tomar revancha de su derrota dos años antes, frente al Estrella Roja. Esta vez sí, la preciosa Copa de las Orejas volaría hacia Marsella. Un gol de Boli, a la salida de un córner, resolvía un encuentro trabado. Fue el último partido de Marco Van Basten, triple Balón de Oro y uno de los mejores delanteros de todos los tiempos.
@migquintana 15 diciembre, 2012
Recuerdo estar en casa de mis primos durante la final Brasil-Alemania. Tras echar unos partidillos en el patio de la casa, subimos a ver la Final. Evidentemente, luego bajamos a seguir jugando… aunque en ese momento ya sólo deseábamos ser Ronaldo. No es que antes no lo quisiéramos ser, pero eso de marcar dos goles en la Final de un Mundial ante Alemania era cosa de genios. Si encima antes había superado dos lesiones -casi- definitorias, es que muy humano tampoco debía ser. Y ya sabéis, a esas edades los superpoderes atraen.
No sé si volverá a haber una estrella tan unánimemente querida como él. Lo dudo mucho.