Una Champions sobresaliente

La irregularidad del último mes (1 victoria en 6 partidos de Liga) no debe ensuciar el balance global: el Málaga está realizando una campaña notable. Evaluación que, ciñéndonos exclusivamente a la Champions, sube hasta un rotundo sobresaliente. La competición europea ha reflejado a la perfección las diferentes caras del conjunto de Pellegrini; desde lo táctico al estado de forma del grupo y sus referentes. La liguilla del cuadro andaluz ha sido riquísima y digna de analizar al detalle. Tuvo de todo.

El debut ante el Zenit fue el soñado. Los malacitanos inauguraron su historial en el máximo torneoIsco, Eliseu y el adaptado 4-3-2-1, claves ante el Zenit de Hulk de clubes con una victoria de prestigio. Además, la cita sirvió para saborear todo lo bueno de este Málaga. Por ejemplo, a Isco. El chico, reciente finalista del Golden Boy, exhibió su condición de genio, desnivelando el choque con dos acciones de crack. En lo táctico, El Ingeniero comenzaba a mostrar sus patrones de conducta. El técnico chileno adaptaba su dibujo a la calidad y características del oponente. Con Hulk, la amenaza principal se situaba por fuera. Contra eso, Pellegrini optaba por una posición muy abierta de sus interiores (el intenso Eliseu en la zona del brasileño), con Camacho como único pivote e Isco coronando el rombo. Con balón, era el Málaga de los laterales largos. Monreal y Gámez vivían muy arriba. Con el movimiento lateral de Joaquín y el propio Isco, los de la Costa del Sol hacían superioridad siempre y no la perdían. Fútbol de alta escuela.

Bélgica iba a confirmar el momento dulce de jugadores y entrenador. Con el afamado Biglia como cacique de la salida (central) del Anderlecht, Pellegrini dio entrada como titular a su paisano Manuel Iturra, modificando el sistema hacia un 4-2-3-1, con dos hombres en la base. La intención principal era focalizar la presión allá donde el rival es fuerte, potenciando de paso la naturaleza del mencionado Iturra. El resto de constantes permanecerían fijas; Isco y Joaquín serían los elementos especiales mientras que Monreal y Eliseu, a distintas alturas, aportaban kilómetros y ruptura. El Málaga impresionaba

Iturra fue clave en el cambio hacia el 4-2-3-1 contra el Anderlecht

La lesión de Monreal llevaría a Eliseu al lateral zurdo después de varios meses alejado de ese rol. Los malagueños bajaban en variedad táctica y profundidad de plantillaEl Milan, pese a su inferioridad, supo bien cómo defender a los andaluces, algo que el tiempo terminaría por castigar. No sería esa noche, en cualquier caso. Los locales obtuvieron el que es, seguramente, el triunfo más prestigioso de su palmarés, ante el AC Milan. Pelle, nuevamente acertado. Su 4-2-3-1 tenía a Montolivo como objetivo. Si en la primera mitad, el mediocentro italiano anduvo excesivamente suelto, en la segunda Iturra lo devoró. A partir de ahí, el Málaga ofreció 20 minutos de magia, excelsos. Eso sí, empezaba a revelarse el modo de fastidiarles; Allegri preparó una defensa de 5 y repliegue bajo de sus extremos. En banda no había que perder la batalla nunca. El tema quedaría en los pies de la pareja de magos, que poco a poco notaban la sucesión de esfuerzos.

Días más tarde, en San Siro, con idéntico planteamiento, fue suficiente una pelota de Isco para lograr la clasificación. Sin embargo, el juego no fluía igual. Sergio Sánchez, lateral zurdo improvisado, fue metáfora de un funcionamiento que padecía agotamiento por escasez de descanso. El central reconvertido fue incapaz de darle a su equipo lo que previamente regalaba el añorado Monreal. El contexto para los virtuosos se hacía más áspero. La solidez defensiva estaba, eso sí. Y en Europa, es decir mucho. El Málaga lograba el pase a Octavos de manera brillante, certificando en San Petersburgo el liderato final. Fue ese un empate de merito, plagado de futbolistas no habituales. Futbolistas imprescindibles para que en marzo, Joaquín, Isco, Saviola, Toulalan y compañía lleguen sanos y frescos. Si regresa la alegría de octubre, echarles no será fácil para nadie.