Javier Pastore debería encarar el futuro con ilusión. Su club, el Paris Saint Germain, está confirmando en esta temporada 2012-2013 que, tras la fuerte inversión, se alza uno de los proyectos más sólidos del panorama europeo. La Selección de su país, por su parte, incuba una prudente ilusión después de muchos años de decepciones y derrotas. Sin embargo, el papel del argentino en esta película cada vez resulta más borroso. No sabemos si va o si viene. Como su propio fútbol, Pastore se mueve en la indefinición.
A Javier ya lo conocemos todos: futbolista de acciones por encima de constancia en el juego, inspirado es capaz de cosas preciosas. SuAncelotti alejó a Pastore de la elaboración lenguaje corporal –espigado, alto pero con aroma sudamericano y muy habilidoso– influye a la hora de dejarte embelesar por sus filigranas. Tras su paso por el Palermo y su primer año en París, a Ancelotti le quedó claro lo que no es Pastore. El entrenador italiano lo ha alejado de la zona de elaboración para acostarlo en una banda (por norma la izquierda, aunque probó en ambas). El peso del ex de Huracán en la base es prácticamente cero, algo de difícil explicación para un jugador que en teoría era una especie de mediapunta (nunca un «diez»), y que tiene una dotación técnica notable.
La cara positiva es que Javi repuntó un poco su nivel. No está siendo la locura, pero ya no se va silbado por su afición. Por fuera, aprovecha su calidad para soltarla a los apoyos de Ibrahimovic, con quien se junta cuando Menez tira su diagonal hacia la derecha. En el otro costado exhibe alguna conducción corta en el pico del área, fruto del desdoble de Maxwell. Carletto encontró la manera de que sus condiciones al menos aporten. Donde sí se está mostrando relevante y sacrificado es curiosamente en la faceta defensiva. Pastore ha entendido la necesidad de compensar el dibujo y no se abandona en los repliegues. Desde Argentina, Sabella lo apunta todo.
Jugar en banda maquilla la falta de constancia de Pastore
Al Pachorra le gustaría jugar en 4-4-2 como el PSG, pero la falta un centrocampista. Por mal que esté, Di María es innegociable en el sector diestro; desborda y equilibra sistemas. En el carril opuesto, Alejandro querría un clon del Fideo, pero como aún no lo halló, el casting sigue abierto. A Sosa no le alcanza para tales exigencias; Riki Álvarez anda mareado en el sempiterno vagar del Inter de Milán; Lavezzi no es centrocampista… ¿Pastore? Su clase para entenderse con Messi siempre se intuyó. Si se habitúa a correr tras los laterales rivales, Sabella lo tendrá en cuenta. Asumidas sus carencias, a Pastore le queda el esfuerzo como única vía para justificar sus estéticos y aislados detalles. La banda puede salvarle, pues ya nadie confiará un equipo a su juego.
@JuanBoccadoro 31 diciembre, 2012
Estoy muy contento de leer este articulo.. hace tiempo deseaba saber algo de pastore.
Su tecnica, y elegancia son muy encantadoras a los ojos para personas como yo, que me gustan los ozil, modrics, iniestas, pirlos, zidanes, riqulemes, aunque tal vez no sea demasiado eficaz en cuanto a numeros y produccion.
Me atrevo a decir, que en epoca de mundial 2010, pastore tenia mas target que dimaria en nuestro pais, argentina. Todos estabamos muy ilusionados con el, y su entendimiento con messi se notaba a kilometros.
Sin embargo, cada vez fue desapareciendo mas y mas, yo deje de seguirle, y esperaba saber algo de el, como, en que posicion y a que juega.
Espero me sorprenda, pero a decir verdad… no espero mucho del chico ya. Aunque me gustaria verlo jugando en la posicion de iniesta, en un equipo como el de iniesta. Que comparten caracteristicas similares.