La jornada de ayer no fue brillante. Tampoco especialmente rica en detalles, para qué nos vamos a engañar. El emparedado entre selecciones y Champions no perdonó. Aun así, lecturas sí que dejó, y además sobre todos los equipos que comparecieron. O más que lecturas, debates de gran calado e importancia futura que ya asomaban, que ayer fermentaron y que mañana protagonizarán el 12º 38 Ecos de la temporada. Por ejemplo, si realmente el problema defensivo del FC Barcelona era no contar con sus centrales titulares; o si el Málaga tiene capacidad para jugar contra defensas adelantadas, que es algo que tampoco tiene una respuesta unánime. No obstante, esta crónica tratará tres nombres muy concretos: Marcelo Bielsa, Víctor Rodríguez y David Albelda. Una misma acepción y tres sentidos distintos para la palabra «verdugo».
Marcelo Bielsa es un gran técnico. O sea, no bueno, sino lo siguiente, aunque no llegue a lo excelso. El rosarino ha regalado a más de unaBielsa insistió en una fórmula ya vista como inviable contra el Real Madrid ciudad y más de un país algunas de sus experiencias vitales, vitales, más intensas, y todo desde un balón y los 25 a los que dirigió en cada momento. Eso es de hombre especial, y de profesional cualificado. Pero Bielsa carece de flexibilidad, algo que parece de otro tiempo y que, prácticamente, sólo se le puede achacar a él en nuestra Liga. Su ideal es no dudar nunca, liarse la manta a la cabeza e irse hacia el frente, a costa de cualquier cosa, porque la duda destruye su locamente cuerdo, o cuerdamente loco, sueño. El problema es que cuando uno sueña demasiado termina dudando sobre lo que es de verdad y lo que es de mentira, y los golpes acaban doliendo. Tras ser sistemáticamente aniquilado por el Real Madrid el año pasado, cuando el Athletic jugaba muy bien, volvió a no matizar nada su plan defensivo. Marcó al hombre a un Real que coronaba con Karim y suplía a Di María con Callejón, más dado a la permuta. El Athletic no compitió. Benzema, genial, no lo mareó por técnica o talento, sino porque Ekiza, San José, etc, no sabían qué hacer tras el tercer cruce entre puntas blancos, todos muy móviles. No encajaron 8 goles porque el Real no tuvo puntería, y la vasca no es plantilla para exponerse así ante nadie.
Víctor Rodríguez fue mejor que Piqué, Puyol y Song pese al dominio azulgrana.
El Zaragoza volvió a dejar buena imagen en un gran estadio. Esta vez, además, creando peligro. Víctor Rodríguez lo hizo. El jovenSolo Leo lució más que Víctor Rodríguez en el Camp Nou no es tan joven, tiene 23 años, pero el fútbol no va de edades sino de explosiones, y éste acaba de tener la primera. Extremo por fisionomía, alcanza su cima por detrás del «9», pues aun necesitando conducir y jugar de cara tiene algo que le da pie a ello en el más difícil de los carriles: el control orientado. Si se ve un vídeo con las jugadas de Víctor en el Camp Nou se notará que antes de cada control buscó un leve contacto contra su rival (Piqué, Puyol o Song), con la idea de percibir hacia dónde tenía el cuerpo inclinado y descubrir así qué lado de salida le daba más espacio. Sale por los dos con la misma calidad, y recibiendo de espaldas se ponía en un tris de cara y con un contrario eliminado. Tras eso, lanzó hacia los costados, se aprovechó de Aranda -si sólo jugase contra el Barça valdría 35 millones de €uros- o esperó a Movilla y Apoño. Fue para enmarcar, y solo las carencias técnicas de su equipo a la hora de robar y el poso de su oponente para leerlas y exprimirlas le quitaron cierta presencia. Con todo, no fue el MVP. Jugó Leo, creador de 3 goles. Su control en el primero jamás será explicado. Fue físicamente imposible. Ese pase de Alba, contra un pie normal, rebota, a menos que se use la suela.
Albelda hace muy difícil que el Valencia pueda jugar bien.
Donde menos hubo fue en el Valencia-Espanyol, y Albelda fue la peor de las noticias. El otrora notable mediocentro es casi inmóvil. Todo lo que le ocurre es puramente físico, no tiene piernas para jugar en la Liga BBVA. Alrededor del minuto 20 hubo una jugada matadora, de las que uno no olvida. Verdú recibió el balón en la izquierda y cambió de orientación hacia Sergio García, en la derecha. Cuando el ex-internacional español controló el pase, Albelda estaba mirando a Verdú todavía. El dato de @38ecos sobre su mapa de actuación, con sólo 13 pases en 67 minutos -quizá récord por lo bajo en un centrocampista este año-, lo terminó de resumir. Pese a sus manías y desmedidas ambiciones con consecuencias negativas, Gago no es menos para el Valencia que Alonso para el Madrid o Busquets para el Barça.
@giorgioV8 18 noviembre, 2012
Totalmente de acuerdo con la clave del Valencia – Espanyol. Lo de Albelda ya viene es muy evidente. Mi única crítica con la confección de la plantilla de esta temporada, es respecto a que no hay un mediocentro defensivo que juegue cuando no lo haga Gago. Aunque, no creeis que se podrían haber reducido daños estando más escalonados con Tino? Albelda más ancla por delante de defensa, y Tino por delante? Porque es que en paralelo, deja mucho hueco a su espalda,no?
Sobre Gago. Sí, Gago, sobre todo con marcador a favor, bastante necesario. Porque la tienes más, aunque sea solo por tenerla, el rival tiene menos continuidad. Aparte algún ataque decente sale de sus botas quieras que no.
Y Jonas? Creo que ya lo debatisteis, pero puede ser que sea mejor que Jonas baje un poco más? Esta temporada está más descolgado, y creo que en muchos momentos se le necesita. Pese a no ser un mediapunta tipo Verdú, puede ayudar más en creación, más atrás, pués tiene ciertas cualidades. Además, arriba no está dándote suficiente como para compensar pienso.
Por último, y a colación con partidos donde Gago no pueda jugar. Os parece que por ejemplo, un Maduro – Banega o Maduro – Parejo sería mejor opción que Tino – Banega y Tino – Parejo? O aunque no sea Maduro, no se, un MCD posicional muy correctito o justito sin más, no se… Porque es que Tino y otro mediocentro ofensivo,pff… no me acaba de convencer. Tino no guarda el sitio, tácticamente tiene sus deficiencias, y eso hace que deba estar en paralelo con el otro mediocentro, que debe estar pendiente más defensivamente, se suelta menos. Ofensivamente el organizador digamos que es menos organizador, es menos eje, pués obviamente solo asume un lado, tiene menos margen de maniobra, es referencia más fija para rivales… Luego defensivamente, ya digo, puedes sufir porque al organizador se le exige mucho curro…