El Athletic Club hizo ayer méritos para vencer, pero su derrota fue comprensible. Ciertamente, con el regreso de Ander ha ido a más, pero no es suficiente. El equipo no solo ha perdido a sus dos jugadores de más talla, sino que también se ha dejado por el camino sus señas intangibles y parte de la base táctica que le permitió ser uno de los conjuntos más estimulantes de la temporada 2011/12. Le quedan los jugadores, los que estaban, que son el propio Ander, Susaeta y Muniain, y Aduriz, que está para 96 minutos por noche. Y no es tanto eso. O puede que sí, pero como usando como referencia el sueño reciente resulta todo un castigo, las sensaciones son pésimas. ¿Podría recuperar el Athletic algunas de sus constantes regresando al sistema del año pasado? ¿o sin Martínez ni Llorente está, de verdad, forzado a mudarse a otro?
Técnicamente, el único movimiento hoy imposible es la conducción de un central hasta campo contrario, que tan bien venía a Iturraspe, queIturraspe es la gran víctima de la ausencia de Javi Martínez sólo es mediocentro de paso, y no de los reales. Gurpegui puede entender el sentido del movimiento, pero no tiene la calidad para hacerlo. Lo mismo sucede con San José, mientras que Ekiza y Amorebieta ni tienen la calidad ni entienden para qué les serviría. Partiendo de aquí, podría ser que Iñigo Pérez resultase más útil que Iturraspe cerrando el centro del campo, y que, siendo una pieza distinta, propiciara algo más parecido a lo que había. La presión contra el Athletic nunca llega hasta el pivote, pues no se quiere facilitar la tarea a Ander y Muniain en tres cuartos, y el don de Iñigo para filtrar pases a media o larga distancia podría solucionar cosas. Es cierto que no adivina siempre cuál de los destinos es el más beneficioso, pero la precisión es tal que suele dar margen al receptor de sus envíos, y tampoco está el tema como para pedirle pepitas de oro a un limonero. Con que dé limones, sobra. Sin balón, la diferencia ni se nota. Ninguno es el Toulalan vasco que tanto bien haría. Por dejar constancia, se espera que Pérez, tras sus problemas físicos, vuelva a la convocatoria este fin de semana, contra el Sevilla.
Aduriz debería permitir ser lo que era a la línea de 4 mediapuntas.
Arriba, el don para recibir balones en largo y hacer de ellos posesiones de calidad no se ha perdido. Que el nivel no es el mismo no se le escapa a nadie; con Drogba en la China, en Europa no hay otro como el antiguo Rey León, pero Aduriz es un delantero boya notable, y que está ofreciendo la mejor de todas las caras que tiene. Es por eso que el comportamiento de Muniain, De Marcos y Susaeta no tendría por qué cambiar tanto. Nadie se mueve ni parecido a como lo hacía.
Susaeta, antes amigo íntimo de De Marcos e Iraola, cambió de colegas y pasó a buscar a Ander y Muniain. Con la destrucción del martillo de Bielsa, el Athletic Club perdió aquéllo que siempre le daba sentido, cuando había inspiración y cuando no. El mejor Bielsa es esoLa línea de 4 mediapuntas ha modificado sus rutinas. ¿Era obligatorio?, automatismos fijos, fútbol sobre raíles que marca la diferencia desde la superioridad técnica, física o mental. Muniain, por mago, tuvo una libertad que a nadie había dado Marcelo antes, y valió la pena, pero sólo era uno. Con la libertad de Susaeta apareció el mejor Markel, a comienzos de este curso, pero se perdió el sistema y, con el pasar de los partidos, hasta el propio jugador bajó prestaciones. En vez de parecer un equipo de Bielsa de segundo año parece un equipo de primer año de Pellegrini. Y renovarse o morir es un lema acertado, sin entrar en radicalismos, pero del blanco al negro sólo suele haber penurias. Como Susaeta se transformó, De Marcos ha tenido que hacer lo propio, y ahora visita la izquierda no tanto como la derecha pero casi, siempre en profundidad, buscando los pases interiores de Iker y Ander. Alguno cazó, ésa es la verdad, pero cuando el equipo no es seda los detalles no suelen sonreír, y la ocasión se queda en «uy». Y luego está Muniain, que es el gran tema. La baja de Herrera le llevó al centro, y su complejo de responsabilidad, a la desesperación. Volvió Herrera y le llevó a la banda, donde se ha calmado, pero no encontró aún su frescura natural. Puede que porque ahora tiene obligaciones. Una importante, esperar a recibir antes de abandonar el costado, pues en el medio ya hay mucha gente, y en la banda él recibe más fácil, aunque con menos peligro. Por todo esto lo de Iñigo Pérez. Si esa zurda portentosa unida a un jugador de nivel medio encontrara al buen Aduriz más a menudo, ¿no recuperarían Muniain y Ander la opción de recibir de cara, y por dentro, y de recordar tiempos más felices?
@IArchondo 9 noviembre, 2012
Ayer el planteamiento del Lyon fue bastante simple. Ponía la linea defensiva muy arriba, pero no presionaba. El objetivo era congestionar la zona de 3/4 y limitar así la influencia de Muniain y Ander sobre el partido. Ésto hacía que los dos centrales e Iturraspe quedaran siempre solos con la oportunidad de filtrar un pase largo hacia la espalda de la defensa, pero ninguno de los tres tenía la técnica y precisión necesario para hacerlo. El Athletic no lograba generar nada.
En el segundo tiempo, Bielsa sacó a Aurtenetxe y metió a Ibai con el objetivo de estirar la defensa del Lyon hacia atrás y crearle más espacio a sus magos. El plan funcionó a la perfección y el Athletic empató el partido, pero tenía mucho riesgo. Ibai no regresaba, así que esa banda quedaba totalmente libre. Fofana y Lacazette se empezaron a crecer y generaron varias ocasiones hasta meter el 2-3 final.
Mención especial merece Gomis. Como no estaba Malbranque, el Lyon sabía que por abajo no iba a poder generar mucho así que tiraba continuamente balones largos hacia su 9 que ganaba todas las batallas y le daba constante salida a su equipo. De espaldas a portería yo creo que Bafetimbi es top-5 muncial mínimo, fue el mejor del partido de largo.
Fuera de todos los problemas que comenta Abel, al Athletic se lo ve lleno de nervios. A ver si Bielsa llega a navidad..