El Atlético de Madrid tiene grandes jugadores. Alguno incluso va más allá, y forma parte de la actual élite del fútbol mundial. Pero, once meses después de su llegada, la cosa admite pocas dudas: Diego Pablo Simeone es la verdadera estrella de esta historia. Como mínimo, el principal referente. Ante el Sevilla, su equipo no marcaba diferencias con la pelota, parecía una tarde gris. Justo el contexto que nos hace ver lo que ha hecho el argentino con ese colectivo. Publicaba la cuenta de 38 Ecos un dato previo a la jugada decisiva del choque; Cicinho, clave en el sistema sevillista por sus ayudas laterales a Jesús Navas, no había podido cruzar la divisoria. El Atleti no se lo había consentido. Es el ejemplo perfecto de la solidez alcanzada por el conjunto del Cholo, al que esta semana se le dedicará una cobertura especial en Ecos del Balón. Los colchoneros tienen talento, pero el plus se llama Simeone.
En el Ciutat de Valencia tuvimos un duelo dividido en dos fases; la competitiva primero y la virtuosa después. Ambas resultaron jugosas. Arrancó el Levante con su estilo habitual, aunque ligeramente matizado, pues los de JIM no clavaron tan atrás su línea defensiva como en el partido de abril. Sin duda pesó la presencia de Iniesta como extremo, que conduciría al Barça a un juego más al pie del que realiza con Alexis, Villa o Tello. Volvió a ser interesante comprobar cómo Barkero y Martins se colocaban en paralelo contra la salida de los centrales. Eso obligaba a Busquets a retrasarse para generar la superioridad y como consecuencia, Xavi recibía más retrasado. Al Barcelona le iba a costar entrar por el carril central, era obvio, así que la batalla se centraría en las bandas.
En la derecha se cumplió el plan de entrada. Alves estaba más que llegaba, mientras que Pedro tiraba su movimiento hacia dentro, buscando apoyos en la frontal. Se le fastidióLos primeros 45 minutos fueron de gran nivel a Tito el invento con la lesión del brasileño. Montoya tiene potencia, pero no es capaz de juntar rivales como Alves, así que Pedro terminó jugando un poco más abierto que en otras ocasiones. En la izquierda hubo más contenido. Como decíamos en la previa, Alba ha modificado la zona de manera radical. Sumado a la pareja Cesc-Iniesta, quedó un puzzle complejo pero ambicioso. Para el Andrés que actúa de once, Fábregas es ideal. El de Arenys es uno de los interiores que mejor domina el eje horizontal. Es muy ancho, y siempre hace contrapeso a su diagonal. Es decir, cuando Iniesta tira hacia dentro, o bien Jordi Alba le dobla o es el interior quien le compensa. Así generó el Barça desequilibrio, aunque el Levante nunca se sintió avasallado. Ciertamente, el encuentro destacaba por su igualdad y gran nivel. Los granotas filtraban contras por su acierto técnico (el táctico es permanente), pero el Barcelona controlaba la transición ofensiva del oponente con la mayor seguridad de la temporada. Busquets, nuevamente sublime. Los centrales culés, pese a dejar claro dónde están sus límites, ofrecieron un extra en el contragolpe levantinista. Entienden el área y sus inmediaciones.
Jordi Alba y Cesc bailaron al son de Andrés Iniesta
La segunda parte se explica a través de Andrés Iniesta. Un pequeñísimo error de posición supuso que Messi encarase a Munúa. Leo, que ronda porcentajes de conversión más propios del baloncesto, no falló. A partir de aquí, el Levante se vio forzado a algo en lo que no cree, y menos ante los barcelonistas. Su medular dio un pequeño paso adelante en la presión, actitud que su zaga no secundó. Conclusión: Decenas de recepciones intermedias para Messi, Pedro o Cesc y secuencias de pases dignas del currículum azulgrana. Los de Vilanova hallaban a Iniesta en ventaja continua. Y ayer le tocaba. Actuaciones así son las que invitan a la reflexión con Andrés. En el fútbol, el “si” condicional no es más que una trampa. Un jugador es lo que es. Desde lo psicológico a lo físico. Con todo, es imposible no preguntarse qué hubiera sido del genio español si el golpeo del 3-0 fuese una constante en su carrera, si no espaciara tanto sus exhibiciones. Por eso Messi es quien es. El diez no pilla vacaciones.
Mark 26 noviembre, 2012
Menos Marcelo y mas Alba ^^ (que este ademas en defensa tiene cosas TOP, en la primera parte se han visto)