Yo creo que su vida es como un cuento en el que la justicia poética va asomando la cabeza, de repente, a la vuelta de cualquier página. Ostia, una fracción de Roma capital, le vio nacer hace 29 años y pico, y el ídem, con ‘h’, lo que todos le vimos hacer sobre la mesa cuando se sentó a dar la esperadísima rueda de prensa en Trigoria hace un par de semanas, después de que tantas voces le colocasen en el Manchester City. Italia podrá tener el campeonato más demacrado de Europa, pero también tiene algunos locos que prefieren sonreír mirando antes el espejo que el bolsillo. Los tiempos que corren hacen que reacciones de este tipo sean noticia, pero debería sorprender menos conociendo el discurso que el “Capitan futuro” (Totti le va a obligar a entrar en la treintena con el mote de turno), ha ido teniendo a lo largo de su carrera giallorossa. Discurso simbolizado en una frase de su biografía: “Solo lamento no poderle dar a la Roma más que una carrera”.
Resulta que aún hay hinchas que viven en el césped.
Lanza o escudo. Daniele De Rossi es uno de los futbolistas más versátiles que existen en el mundo, y sin duda la culpa de su evolución la tienen sus cuatro edades en la ciudad eterna.Fabio Capello le instruyó para ser un profesional Su primera parada hay que agradecérsela a Fabio Capello, aunque seguramente, nosotros no lo hagamos con tanto énfasis como lo hace el futbolista. Asegura que llegó a asustarle, pero que le preparó para ser profesional. La admiración que tiene por él, (y eso que tenía un papel muy secundario) es significativa. Aquella Roma jugó mucho tiempo con línea de 3 centrales, Cafu y Candela en los carriles exteriores, dos puntas y Totti por detrás. La pareja de mediocentros vivía muy exigida en términos de amplitud. Corregir a un Totti muy móvil, dar cobertura a los profundísimos carrileros, y conseguir que el equipo no se partiera por dentro. Dando relevo a los Emerson, Tommasi, o Dacourt, De Rossi, en esa pareja de mediocentros, o de interior si Capello jugaba con Totti y Cassano en punta, absorbió la ocupación de espacios tanto en transición defensiva como en defensa posicional. Vivió ese aprendizaje en un entorno táctico único.
Tras Capello, el año de su consagración fue bastante caótico en términos institucionales. Prandelli, el elegido para dar relevo a Fabio, tuvo que dimitir antes de empezar la temporada por la graveCon Spalletti enriqueció su fútbol y llegó más arriba enfermedad de su mujer, Manuela, y hasta tres técnicos se sentaron en el banquillo romano. De Rossi se asentó, pero no fue hasta la llegada de Spaletti, el siguiente curso, cuando enriqueció su fútbol y vivió en una estructura táctica absolutamente diferente. Spalletti llegaba a la capital tras demostrar grandes aptitudes en el Udinese, y ese fútbol dinámico y ofensivo se trasladó a Roma. En 4-3-3 o 4-2-3-1, De Rossi tuvo que vivir en un escenario en el que era, junto a Pizarro, el principal apoyo por detrás de la pelota. La rotación en la base y la fijación por abrir líneas de pase enriquecieron su fútbol, ya que su relación con la recepción y la continuidad en la circulación se habían convertido en su día a día sobre el césped, amén de tener permiso para meterse en campo rival y aprovechar su disparo. Por supuesto, su aportación a la transición defensiva resultaba fundamental, teniendo en cuenta que Spaletti nunca consiguió que la Roma se agrupase con solidez en campo contrario, pero eso era algo que ya había aprendido con Fabio.
La tercera etapa comprende un periodo en el que Ranieri, Montella, y por último, Luis Enrique, se sentaron en el banquillo romano. La admiración de Daniele de Rossi por Vincenzo Montella siempre ha quedadoLuis Enrique le terminó usando incluso como central patente, hasta el punto de declarar públicamente (antes de que se conociera el regreso de Zeman), que era el sustituto perfecto para el técnico asturiano. Pero, quedándonos con lo reciente, lo cierto es que la etapa de Luis Enrique no fue fructífera en muchos aspectos, pero sin embargo, sí que sirvió para ver a De Rossi en un nuevo papel. Su idea fue adelantar mucho a los laterales, y que Daniele ejerciera ese papel mitad mediocentro, mitad central, siendo un apoyo muy retrasado en salida. Pero la estructura sufría en transiciones defensivas rápidas, porque la línea de tres (que en realidad no era tal) no terminaba de encajarse para ocupar bien los espacios. Lejos de abandonar la idea definitivamente, De Rossi acabó jugando algunos partidos de central puro. Y, cierto que le faltan conceptos clave, pero la realidad es que el experimento funcionó hasta el punto de que la primera idea de Prandelli fue incrustarle en retaguardia en el debut azzurro en la Eurocopa, donde cumplió.
La Eurocopa sirvió para añadir definitivamente un nuevo registro a su amplio libreto de recursos.
Ahora, en su cuarta edad, un nuevo horizonte a la vista, y probablemente el más exigente, tras la llegada de Zeman. De él, el mítico preparador checo ha dicho que no le considera un regista como Pirlo, pero que es un futbolista sereno capaz de equilibrar al equipo. También ha dicho que es tan valioso porque es capaz de jugar en diferentes contextos en cualquiera de los tres roles del medio campo. Toda una declaración de intenciones, que ya ha sido llevada a cabo. Frente al Catania, vimos a De Rossi de mediocentro, con Bradley y Pjanic de interiores, mientras que en la victoria del fin de semana en el Meazza, jugó como interior, con el buen mediocentro (ex Hellas Verona) Tachtsidis, escoltándole. Sin lugar a dudas la nueva etapa romana exigirá a De Rossi todos los conceptos absorbidos, desde su llegada al área rival en época de Spaletti, (algo que Zeman exige a sus interiores), hasta el tacto posicional asimilado en sus inicios con Fabio, (porque la Roma será el equipo de la Serie A más desorganizado en transición defensiva). El panorama, en plena madurez futboística del jugador, es apasionante. La Roma arranca un ciclo en el que De Rossi podrá, y deberá, mostrar todos y cada uno de sus recursos.
Abel Rojas 4 septiembre, 2012
Debo reconocer que, como pasó con Totti, opino que el jugador ha sacrificado grandeza futbolística en pos de grandeza romana. De Rossi en 15 años no va a ser recordado, cuando ha sido un jugador importantísimo, claramente superior a miembros de equipos campeones que pasarán la historia. Sin ir más lejos, Gattuso es nada a su lado e históricamente se lo va a comer.
Hay debate sobre Del Piro y Totti, algo que no existiría, según intuyo, si Francesco hubiera jugado en el gran Milan de su época, por ejemplo.
Son casos interesantes que yo respeto a tope, porque se trata de la felicidad de una persona y eso es lo máximo, y olé por ellos. De hecho, nosotros estamos viviendo ahora mismo el caso Cesc, que es otro ejemplo evidente. Un futbolista que ha sacrificado valoración y foco mediático por amor a unos colores. Sacchi dijo en su día que Mourinho le había confesado que Cesc lo era todo para su Madrid, el Madrid lo hubiera dado todo por él y hoy, siéndolo o no, estoy convencido de que blanco sería considerado por mucha gente el mejor centrocampista del mundo. Sin embargo, la realidad es que ahora es un jugador bastante discutido, y no digo que él se lo esperase hasta este extremo, pero seguro que él era consciente de que esta posibilidad existiría. Y eso que Cesc es joven y va a vivir 2 o 3 proyectos más en el Barça, de no mediar lesiones.
Por otro lado, y respetando yo al máximo las posturas de Fernando Llorente y Javi Martínez porque las considero dolorosamente lógicas, interesante contraste el que se ha dado este verano. Sobre todo porque no se puede hacer más de lo que hace el Athletic para propiciar "casos De Rossi", pero es que son temas tan, tan personales que creo que va fuera de eso. De Rossi es un forofo que ha tomado una decisión forofa que le hará feliz en su forofismo. Y ole, por supuesto.