Ayer firmó Canales su nuevo compromiso con el Valencia CF. Buena noticia. El talento cántabro ha encadenado dos años complicados, y la continuidad le vendrá bien para intentar romper a lo grande. Pellegrino lo va a necesitar, además. Canales pertenece a una estirpe que marca la diferencia simplemente estando, simplemente siendo. Mediocentro formativo, al dar el paso a la élite se le descubrió una cuota de gol que le acercó al área contraria; y técnicamente respondió sin problemas a jugar en una zona de más tránsito. El resultado fue un mediapunta de los de antes, más parecido al «5» que al «9». Canales cambia el partido porque permite a su equipo tener el balón muy arriba, donde casi nadie logra instalarlo. Y una vez ahí, todo es más fácil. No hay contraindicaciones.
El año de su gran test coincide con el regreso de Juan Carlos Valerón a la Liga. No se recomienda expectación ni al más mitómano, conste. Su temporada en Segunda División ha sido más que correcta, pero dentro de dos semanas comprobará que las dos cosas que le habían devuelto a la vida ya no están a su lado: el bajo ritmo de la Adelante y Andrés Guardado. Lo primero se entiende; lo segundo es la prueba de que la vejez le quitó su esencia. El volante mexicano ejerce un efecto tracción importante sobre sus posesiones, mide bien los tempos y libra el balón a zonas desahogadas cuando ya ha volcado al contrario. Valerón recibía en ese marco, con ese tiempo, y ahí metía su fútbol. Antes recibía de todos, a cualquier altura, y juntaba al rival en el medio, para dividir hacia cualquiera de las ocho direcciones. Tiene 37 años.
A mitad de camino está Ander Herrera, otro futbolista de perfil similar. Porque Herrera es eso, aunque su falta de explosividad (y jerarquía) lleve a la confusión y a veces pase por un interior más adaptable a la base de la jugada. Su primer ejercicio en San Mamés fue algo irregular, incluso un poco decepcionante. Por calidad y capacidad para retener el balón siempre se antojó clave, eso no se discute; pero su nivel rara vez rozó una excelencia que le es posible. Iturraspe lanza demasiado rápido, quizás. Y sufrió al no sentirse el centro del sistema, seguramente. Debería dar un paso al frente este año. Es uno de esos saltos que el Athletic Club aún puede añadir. A ver si toda la polémica suscita por el «Caso Bielsa» o el «Caso Llorente» no vicia el ambiente de forma irreversible. El proyecto debe continuar.
@LolOrtegaP 7 agosto, 2012
Me encanta que te acuerdes, aunque sea en la foto, de Barkero, uno de esos futbolistas que me hacen ver un partido