El fútbol lleva décadas enfrascado en un debate recurrente, mentiroso como pocos, pero atractivo por su simpleza y la virulencia de sus posturas: Jugar bonito. Ganar. La supuesta incompatibilidad de los términos y la carencia moral de aquel que, siempre según los patrones de la contienda, sacrifica belleza en pos del marcador. Si el fútbol recomienda ser descreído ante ideas preconcebidas, la verdad es que esta Holanda sirve para alargar la inmortal discusión. Dos derrotas en los últimos veinticinco partidos oficiales, solo una trascendente. Por el camino, el precio de haber dejado de ser cita obligada con el sofá en los grandes torneos. La Naranja se pasó de Mecánica.
La fórmula será muy parecida a la del Mundial. Quizás incluso idéntica. La Holanda versátil, ágil y de marcadas permutas ha dado paso a la rigidez de unos futbolistas queRobben es, otra vez, el espejo de la idea durante el proceso asociativo apenas modifican su punto de partida, siendo muy poco exigidos en el aspecto intelectual. Vamos, que el equipo de Van Marwijk está construido a imagen y semejanza de su pieza más determinante: Arjen Robben. Descifrar al extremo es tarea sencilla para entrenadores, rivales o analistas. Si no le das la llave para que entre, no derribará la puerta jamás. Si le permites entrar, te desvalijará la casa sin piedad.
El encargado de salirse de las tablas es Wesley Sneijder. Como es muy bueno, a menudo lo consigue, pese a no tratarse de una tarea fácil. Partiendo de una mediapunta matizable, el coqueteo con la base de la jugada es continuo.Sneijder tiene que bajar a la base de forma continua Sus golpeos hacia el extremo alejado o la ruptura del 9 compensan la alarmante carencia de talento de un doble pivote que tiene en el conocimiento de la profesión su principal virtud. De Jong y Van Bommel nunca regalan su espalda, no ceden nada. Pese a ello, la horizontalidad de ambos, tanto posicional como en el manejo de la pelota, es excesiva. Holanda queda a expensas del control y cambio de ritmo de Sneijder. Aunque Wesley nunca fue un interior de posesión, su fútbol ha madurado. Interviene mucho y bien, enfocando su hiperactividad a una mayor presencia con el balón. Sneijder es medio equipo.
La horizontalidad y rigidez del doble pivote obliga a Sneijder a multiplicarse
Es precisamente en el doble pivote donde se localiza una de las posibles novedades relevantes con respecto a Sudáfrica. Van Marwijk es consciente de la debilidad creativa de su pareja titular y ha venido contando con el interesante Strootman. El zurdo del PSV tiene algo que le diferencia de su competencia: puede crear una ventaja. Tiene personalidad y condiciones para romper líneas, no le asusta regatear y retener el balón. Un regalo para un Sneijder que encuentra en él un compañero que puede darle tiempo y sobre todo espacio
Y luego están Huntelaar y Van Persie, un problema envidiado por la totalidad del fútbol europeo. Tener a dos de los cinco o seis grandes cañoneros obliga a buscarles hueco. Van Persie es indiscutible, no es aquel delantero difuso del Mundial. Ha explotado y es referencia internacional, a pesar de que no halla en la selección la misma facilidad para picar por todo el campo (Robben…). Como Huntelaar es carril central forzosamente, Van Marwijk se vio obligado a llevar a Van Persie a la banda, su antigua morada. Ocurre que el gunner hace tiempo que probó las mieles del área y ya no quiere saber nada de repliegues y líneas de fondo. Da la sensación de que, se elija lo que se elija, se pierden cosas en la decisión.
Jugar en banda ya no es del agrado de Van Persie
Para soluciones varias siempre quedará el tedioso y eficiente Kuyt, al servicio de la necesidad colectiva. Tratará de compensar la carencia interior de Robben o la falta de llegada si Sneijder queda demasiado lejos del arco. Dirk aburre como pocos pero es útil. El sobredimensionado Van der Wiel buscará hacerse largo siempre para llevarse el dos contra uno eterno a Robben. En realidad, casi todo está sujeto a este enfoque. Arjen necesita más ayuda que ningún otro crack, pero puede resultar tan mortal como el que más. Es el resumen perfecto de una Holanda que gana con frecuencia histórica, pero que ha dejado de ser el gran caramelo del fútbol europeo. Normal que los dioses anden agitados…
–
Artículos relacionados:
Quieren ser como Zizou
NJosC 5 junio, 2012
Fuera de la ya mencionada mecanicidad de esta naranja. Una naranja sintética, que no orgánica. Si veo a una holanda que de llegar a semis, la puede liar. Siempre me daba la sensación de ser equipo fresco, animado, animador…pero en partidos de vida o muerte, les faltaba algo. Esta vez, pienso que ese algo es Van Persie. Este tipo es un activo competitivo enorme. SI antes, con su físico endeble e intermitencia hacía lo que hacia…ahora con esta nueva "actitud" pues….pone a Holanda a mirar a los ojos a el que sea.
Si le sumas a eso: RObben + Sneijder….