Sin que esté del todo claro por qué, Rusia provoca una excitación extraña en el aficionado cuando se acerca la fase final de un gran torneo. Quizás sea el talento anárquico propio de sus futbolistas, menos fiable en una temporada a nueve meses, pero que en un trance de tres semanas puede pintar la cara al primero que se descuide. Rusia no defraudó, exhibiendo toda la clase de sus jugadores diferentes. Polonia, por su parte, no terminó de cuadrar su actuación, pero quedó claro que se trata de un colectivo divertido. El partido invita al optimismo.
Pese a ser uno de los equipos con el pie más refinado del campeonato, muy dados a la asociación corta y al disfrute con la pelota, fue transitando dondeLos centrales de Polonia no son los ideales ante Rusia Rusia definió su choque ante la República Checa. Falta por ver si semejante despliegue se debió a una muy mala noche de su rival o si definitivamente se sitúa en ese momento del juego el gran poder ruso. Armas no les faltan; Dzagoev y Arshavin leen como pocos el lanzamiento y la pausa dentro del vértigo que aporta un Kerzhakov que corrió como un demonio, pese a que ante puerta la nota fuera de insuficiente. Ahí Polonia tiene un problema. Ni Wasilewski ni Perquis son centrales para vigilar la espalda de unos Murawski y Polanski que suficiente tendrán con intentar paliar las superioridades que van creando los falsos extremos rusos. Será tarea de los laterales entrar a corregir por dentro, algo que a Piszczek le hará especial daño, pues le aparta de una posición externa para salir tras recuperación.
Si Arshavin y Dzagoev se desprenden de los laterales rivales, los mediocentros polacos sufrirán para compensar
Claro que Polonia tiene cosas que decir. Muchas si consigue jugar con la personalidad necesaria. Más que nunca, la frase «la mejor defensa es un buen ataque» cobra sentido total. La selección de Smuda debe hacer sufrir a un Arshavin del que todavía no estamos seguros si vino para quedarse al torneo. Piszczek y Kuba le obligarán forzosamente a retornos pronunciados y constantes. En esa banda está gran parte del encuentro. Zhirkov queda bastante más que hace cuatro años, solo sube cuando Andrey le abre la puerta. Para Polonia es fundamental correr y activar a Lewandowski. En transición, el 9 del Dortmund es una bestia, y los centrales rusos no tienen talento ni condiciones para paliar los apoyos de Robert.
El partido tiene un atractivo incuestionable. Los dos conjuntos presentan futbolistas de nivel y la diversión parece garantizada. Sin embargo, resulta complicado establecer el patrón por el que puede discurrir la contienda. Ambos quieren correr, ahí dieron lo mejor. Tampoco les quema la pelota, y no tenerla puede resaltar algunas debilidades. Miren a la banda derecha polaca, la izquierda de Rusia. Ahí encontraremos al dominador del partido.
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Pablo Lázaro 12 junio, 2012
Ojo que Smda planea alinear a Mierzejewski y escorar a Obraniak a la izquierda; sí, a Obraniak, el polaco con peor bagaje defensivo. Por ahí cargan Dzagoev, Shirokov y Anyukov. Como así sea, ya sabemos donde estará el partido.