Barbosa, Javi Venta, Gonzalo, Quique Álvarez, Arruabarrena, Josico, Senna, Sorín, Jose Mari y Forlán. Y Riquelme. Lo de Juan Román fue milagroso. Cruzó el charco con honores de estrella y no pudo vencer las trabas de un FC Barcelona inestable; así que se le encontró acomodo en Vila-real, un pueblo valenciano de 50.000 habitantes. Aquella gente le ofreció su confianza y Riquelme nos regaló su juego, sinónimo de semifinal de Liga de Campeones. El secreto estaba escondido bajo la suela del «10» argentino, de ése que es señalado con justicia como el mejor futbolista de la vida del club de El Diego. ¿Olvidaste cómo él y sus compañeros llevaron a Figo, Verón y Adriano a rincones de San Siro que no conocían?, ¿y cuando dijeron a Henry que, ante ellos, sólo se corría si Riquelme daba la orden?
Cedrún, Belsué, Aguado, Cáceres, Solana, Aragón, Poyet, Pardeza, Nayim, Paquete Higuera y Esnáider. Protagonistas del cambio, cimientos de muchas cosas. Continuadores meritorios del movimiento iniciado por La Quinta del Buitre y el Dream Team. El ultra-ofensivo equipo de Víctor Fernández era asociativo, ágil, fluido… eficazmente embriagador. Llegó a la Final del Parque de los Príncipes para medirse al bruto Arsenal, club ya aposentado sobre el bélico fuerte Seaman-Winterburn-Adams-Keown-Dixon, y Europa se alineó a su favor. Seguramente fue un aliento necesario para aquella pelota de Nayim en el minuto 119, que cantó un continente y movió una ciudad. La Recopa de París hizo más bello al fútbol. Nos convenció de que era posible. Y quizá tuvo algo que ver en la bonita carrera de Arsène Wenger.
Javi, Toni, su hermano Iván, David, Jorge, Pablo, Juani, Miguel Beato, Miguel Gálvez, Manolo y Grego; todos son de Gijón menos los dos últimos. Falta una hora y Grego, que no encuentra dónde ver el coincidente choque entre el Betis y su Madrid, se vence al plan general. Sus amigos, sabios, le habían comprado una entrada. El paseo desde Cimadevilla hasta el Molinón ha sido revitalizante, las dos cañas en Casa Aurora son más por placer que por necesidad. Dentro del estadio, Grego se hace del Sporting. No está cantando el himno, ni siquiera se lo sabe; tan solo está girando su bufanda, y con eso le basta para sentirse parte. Por desgracia, el puesto en la tabla no es casual, fallan cosas, y el rival marca el 0-1. Sus diez amigos se giran hacia Manolo como pidiéndole perdón. Preciado no tiene fuerza ni para buscar culpables ni para sentirse víctima. El Sporting marca y todos se abrazan llorando. Ha sido todo muy rápido. Aún quedan 90 minutos y se juegan la vida. Como Vila-real y Zaragoza.
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El ascensor
The Great Escape
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Referencias
Pablo G.
Jorge Martínez
David Vilares
@migquintana 1 mayo, 2012
Todos, absolutamente todos, nos han dado algo.
Está muy complicado dilucidar quien va a ser finalmente el equipo que logre salvarse. Personalmente, no le otorgo tanto favoritismo al Villarreal como pueda parecer por la clasificación. Hoy se juegan la vida… y se la juegan en Gijón, en un contexto de partido al que no están acostumbrados ni futbolística ni mentalmente. Porque luego tienen que ir a Mestalla y posteriormente jugar contra un Atlético de Madrid que, seguramente, se esté jugando entrar en Europa la temporada siguiente. Complicado es quedarse poco.
Por temas de golaverage, de calendario y de dinámica, creo que el Real Zaragoza puede completar 'the Great Escape'. Eso sí, como el Villarreal, hoy debe sacar algo positivo ante el Levante, creo que incluso un punto le bastaría.
P.D: Y bueno, también ojo a Granada y Rayo Vallecano. Siempre hay un equipo que parece salvado y que, al final, se mete en esa lucha sin saber muy bien cómo. No parece que vaya a pasar, pero… cuidado.