Siendo sinceros, el cartel parece haberse afeado un poco. Como si hubiera perdido aquello con lo que soñamos nada más confirmar los asistentes a la gran final. Entre rimbombantes ecos mediáticos, el momento social del Barcelona, más pendiente del cierre de una etapa de sueños, y el dolor de muerte que supuso para Bilbao mantener la gabarra en puerto tras Bucarest, el partido más bonito del año ha ido enfriándose progresivamente. No caigan en la trampa. Athletic y Barcelona tienen absolutamente todo para ofrecernos esta noche un espectáculo inolvidable. Hay jugadores, hay historia, hay camisetas… y mucha, mucha riqueza táctica.
Para construir el escenario más cercano posible al que veremos en el Vicente Calderón, resulta imprescindible apoyarse en los dos precedentes ligueros. Ambos choques se disputaron en grandes niveles de entregaEl Athletic no vivirá nunca en fase ofensiva y son punto de partida del análisis. Se localizaron constantes que a buen seguro se van a mantener en la final. Por ejemplo, el Athletic, empujado por la sempiterna presión del Barcelona, careció de ataque organizado, de fase ofensiva prolongada. No descubrimos nada. Tras cuatro años de Era Pep, sabemos qué no se puede hacer ante ellos. El dominio es posible, el balón no. Así pues, las preguntas se centran todas en el mismo momento del juego: ¿qué decisiones tomará Guardiola en posesión de la pelota? ¿Qué actitudes defensivas ordenará Bielsa?
Dominar es una posibilidad para el Athletic. Tener el balón, no
Guardiola deberá tomar decisiones de gran calado. Pep, tras 180 minutos ante el sistema de marcas de Bielsa, ya comprobó la máxima que hace de este partido una joya: El nivel de adecuación del AthleticAthletic marcó como nunca en individual en el Camp Nou al Barcelona es total, perfecto. Desde lo técnico a lo conceptual. El partido del Camp Nou es ideal para explicar por qué. Bielsa usa la marca individual para mucho más que defender. Es un signo distintivo de agresividad, de personalidad. Y en Barcelona llevó al extremo la idea. Toquero ante centrales, la única inferioridad. Todo lo demás seguiría a su par, no importa el lugar o la altura del terreno de juego. Repliegue medio-bajo. El impacto sobre el partido fue enorme. Y tiene todo el sentido si lo reflexionamos. El fútbol del Barcelona no se basa en grandes traslados de pelota. Prima la posición. Pero ¿cómo ganarle la espalda a una línea si esta línea no existe, si tu marca es fija y constante y no existen zonas vacías? De esta manera, jugadores como Iniesta influyen desde el gesto técnico, pero jamás desde la superioridad posicional, donde se forja el auténtico dominio.
El fútbol es una manta corta, y pese a que el Athletic logró confundir (como nunca) al Barcelona, siempre existe una contraprestación a cualquier idea o aplicación. Al quedar a merced de la posición que dicta tu par, transitar se hace todavía más difícil. Bien es cierto que en el precedente del Camp Nou faltaron Llorente, del que sabemos el peso individual que tiene en este apartado, y Muniain, el jugador más capaz de convivir con un hombre encima, que ante tanto duelo individual, es fundamental para encontrar esos cinco segundos para salir. Cabe preguntarse si Bielsa optará por esta fórmula (o por este nivel de agresividad en la misma). Es una final y es una postura absolutamente sumisa que requiere un poderío mental máximo.
Marcar en individual te deja mal colocado cuando la recuperas
Guardiola, decíamos, tendrá que elegir. Y el nombre que lo va a condicionar todo es, más que nunca, Leo Messi. En los últimos meses, Ekiza, Javi Martínez, Pepe y Ramos han revelado un patrónCesc de 9, gran decisión de Pep común: lanzar a Messi contra centrales, en este punto, es negativo. Si ante Pepe y Ramos la cosa se limita al aspecto puramente físico-técnico, con el Athletic se va todavía más allá: Tácticamente, el Athletic está preparado para ir a por Leo. Amorebieta y Javi Martínez no dudarán en ir a buscarle, la pizarra les dice que no hay gol tras su posible error. Contra esto, Guardiola improvisó un movimiento realmente brillante en San Mamés: Messi a la derecha y Cesc de 9. Fábregas es el rey del movimiento horizontal sin balón y de la descarga a un toque. Su capacidad de encontrar asociación por todo el ancho complica el achique a los centrales. Esta disposición tiene el extra de que la diagonal de apoyo hacia dentro de Leo es pesadilla para Aurtenetxe. El lateral no puede seguirle. Leo masacra ahí.
Lanzar a Messi contra los centrales, un error a día de hoy
Ocurre que Messi ya no es aquel extremo que prometía dominar el mundo. Ahora es un deportista de leyenda y exige sus privilegios. Pese a herir con su posición abierta, Leo quiere balón y carril central.El 3-4-3 parece más idóneo que nunca La solución fue probada en la ida en San Mamés y gana fuerza en la previa: 3-4-3, con Cesc y Messi a doble altura. El sistema, siempre bajo sospecha por su compleja ejecución, tiene aún más sentido su acudimos al número de bajas blaugranas en defensa. En esta disposición, la asignación individual de Bielsa llevaría a tener que implicar a los dos centrales en duelo directo con el carril central, Leo-Cesc. Quedaría entonces en manos de Alexis compensar con movimientos profundos hacia portería. Otra vez, sufrimiento para Aurtenetxe. En el lado contrario de la manta, tapar el ancho del campo con tres hombres en la última línea es muy exigente y, posiblemente, el mayor sueño para De Marcos. Óscar no tiene problemas para el movimiento diagonal en cualquiera de sus direcciones. Y la transición defensiva del Barcelona en 3-4-3 dista de estar cuadrada.
El 3-4-3 son espacios ideales para la diagonal de De Marcos
Otras muchas decisiones marcarán la final. La teoría demanda como nunca conducción y vértigo en los interiores culés. Es partido para Thiago y no tanto para Xavi, pero en 2012 esto sigue siendo complicado de asumir. Bielsa deberá acertar en la altura de la presión. Las marcas del Camp Nou no son viables con líneas adelantadas, a 75 metros de Gorka. Por otro lado, la ausencia de un Valdés, que ante el Athletic marcó más diferencias que nunca con el pie, incita a buscar arriba en pos de la pronta recuperación. Bielsa solo debe decidir el grado de locura que pedirá a sus muchachos. Guardiola tiene más faena. Será su último partido entrenando a Leo Messi. Ha de usarlo bien. Se lo debe, a Leo y a sí mismo.
mrrealstinson 25 mayo, 2012
Pero que grande eres David!
Normalmente, estas previas o análisis tan tácticos me los tengo que leer un paz de veces para asiilar todo pero esta vez no, lo has explicado demasiado bien, mis felicitaciones.
Toquero contra centrales es inferioridad porque Toquero es un jugador muy muy limitado. Sólamente la''casta'' que tiene le hace estar ahí y jugando eh.
Me espera una buena tarde-noche de fútbol con este partido y el de ayer del Santos 😉