El Benfica batió el martes pasado dos de sus marcas estadísticas más significativas: pases enlazados y tiros ejecutados. En ambas magnitudes superó por mucho al Chelsea, que aun así consiguió un ventajoso 0-1, y no de manera inexplicable. El contragolpe de los londinenses fue tan limpio que no debe descartarse que se replieguen en Stamford Bridge.
La altura de Witsel define la partida
En la ida el Benfica llevó el peso, pero sin producir verdaderas ocasiones de peligro. La principal causa fue la inferioridad numérica lisboeta en la mediapunta, Aimar contra Meireles y Mikel. Cardozo, el 9, no puede ayudar, porque no tiene juego, y Witsel estaba más sostenido de la cuenta por miedo a la contra. Hoy debe asumir riesgos. El doble pivote local es vulnerable… si se le reta.
Lo de Mata hay que cambiarlo
El 4-2-3-1 luso es conflictivo en su fase defensiva, concretamente en el perfil izquierdo. El doble pivote está compuesto por Javi García y Witsel, un mediocentro -queda- que actúa como tal y un interior -va- que actúa… como si estuviera jugando en un 4-3-3. O sea, influyendo sólo en el flanco derecho del dibujo. Esto tiene sus pros y sus contras, y Mata, pegándose al “extremo derecho” Ramires, resaltó las últimas.
Si Torres busca portería
El retorno del gol ha traído más cosas de regreso. Sobre todo el romper hacia portería, el tirar el fuera-dentro feroz, un movimiento imprescindible para él. Ningún 9 come de caer a banda, por bien que lo haga. Su gran talento siempre fue alternar las dos diagonales de forma perfecta, regularmente incluso en el mismo lance, y condicionar así. Si juega como sabe, será invisible para Jardel y Luisao.
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NJosC 4 abril, 2012
@Torres y factor psicológico.
¿Qué se necesita para que Torres vuelva y mantenga ese punto de voracidad y seguridad que aún no termina de expresar de forma regular?
¿Necesita un partido importante con 2 churrigoles tempraneros para sacudirse eso?