El fútbol tiene sus accidentes. Hace dos temporadas el Barcelona realizó en Londres su partido del año, en una noche mágica de Ibrahimovic que terminó con la desilusión de dejar escapar un 0-2. Ayer el equipo de Guardiola completó su actuación europea a domicilio más convincente desde entonces, y se ha traído de vuelta un resultado bastante incómodo. Se puede analizar en función del marcador e incluso, más sano, ensalzar el ejercicio defensivo de un Chelsea que mereció elogio; pero lo más exacto es concluir que el Barça superó con claridad a su serio oponente y perdió por mala fortuna. Ni siquiera es que los blues sean jugadores superiores en la definición, como insinuó Pep en rueda de prensa. Sencillamente la fortuna no acompañó, y ya está. Es algo que puede (y suele) pasar en este juego. Y más cuando el himno de la Champions precede al pitido inicial.
Guardiola fue protagonista positivo. Tocó muchas teclas y casi todas sonaron bien. El epicentro de su planteamiento, la caja del centro del campo, un 2 + 2 formado por Busquets y Xavi en la base y Cesc yLeo, retrasado y escorado a la derecha en muchas salidas, la lió Messi en tres cuartos, ambas parejas ordenadas de izquierda a derecha. El soporte izquierdo del cuadrado (Adriano e Iniesta) tenía un comportamiento estándar, más allá de que Andrés permutó con Fábregas en varias fases del encuentro para acercarse a Leo. El derecho (Alves y Alexis) era distinto. Alexis aun partiendo del costado tenía la obligación táctica de picar a espaldas de los centrales, y para asegurar amplitud Pep proyectó a Alves mucho más que a su homónimo siniestro. El espacio que dejaba libre Daniel fue administrado por Messi de manera excepcional. Sí, ahí atrás y escoradito a la derecha, pero menudas montó. Atraía a Lampard y Ramires, desequilibraba e instalaba el ataque posicional bien arriba y seguro. El movimiento raja al Chelsea durante el arranque del choque.
Tanto es así que Di Matteo se vio obligado a mover ficha muy pronto. Más o menos, sobre el 20. Lampard pasó al interior derecho y Raúl Meireles, al izquierdo, en un 4-3-3 nítido. El ajuste es muyIntercambiar a Lampard con R. Meireles alivió al Chelsea productivo. Ramires recibe el plus de energía de Meireles y entre ambos consiguen frenar la sangría que estaban sufriendo en ese lado. También terminan echando a Xavi de esa cómoda posición, lo pegan a Busquets y el Chelsea pasa a defender un franja de terreno más asequible. ¿Arriba? Más simple, imposible. Pelotazo a Drogba. Pero pelotazo sin contemplaciones, sin segunda jugada preparada ni nada por el estilo. Un balón volando hacia a él y punto. El marfileño se las ingenió para romper el ritmo lo que pudo y dar aire a los suyos. ¿Que todas sus acciones tenían un carácter más defensivo que ofensivo? Sí, pero es que no podía hacer otra cosa. El partido del Chelsea, por meritorio que resultase, no dejó de ser muy, muy incompleto. De hecho si conseguimos abstraernos del resultado queda la sensación de que Di Matteo contuvo de más.
En la segunda mitad el Barça transmitió bastante menos, pero produjo lo mismo.
Con resultado en contra, Pep inició su propia contrareloj. Primero sacó al académico de Pedro, fijándose más en su expediente goleador que otras cuestiones. Fue un buen cambio. Después entró Thiago por Cesc, buscando el toque mágico, aunque esta sustitución pareció un tiro a la desesperada que no tocaba. Y luego acertó con el Cuenca con Xavi en todo menos en la hora, pues era algo que el equipo estaba pidiendo desde el minuto 60. En cualquier caso, lo dicho dicho está, el balón no entró porque el azar estaba del lado del Chelsea. No se puede decir que no le tocaba. Desde ayer, la Champions League sólo le debe tres o cuatro más. Si vuelva a convertir a Cech, Cahill y Terry en guardianes insuperables, los blues tendrán opciones. Si no, Di Matteo tiene mucho que cambiar. El Barça sigue siendo favorito.
@sepioes 19 abril, 2012
Pretendía poner el comment aquí, el madrugón me despista:
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He oído elogios a Cech, a Cahill, a Ivanovic y a Lampard. Elogios incluso a Meireles, cuando la victoria del Chelsea se cimenta sobretodo en un solo hombre, en la mejor actuación individual de estas semifinales: Cech, que pasa casi de puntillas.
No hay que ser injustos con el checo. Está realizando una grandísima temporada (seguramente top 3 jugadores del Chelsea en 2011-2012) y es probablemente el mejor portero de Europa de la actualidad junto a Joe Hart y a Valdés. He visto hablar de mala suerte culé, de dos maderas, pero todavía no sobre Cech.
Hemos comentado en el chat de Munich la influencia de Casillas en la mala defensa de ciertas acciones por parte del Madrid, que defiende en su área pequeña. Y es normal, el español está fatal. Pero también hay que hablar de los que están bien.
Y sin Cech, y con, por ejemplo Casillas en la portería, el Chelsea ayer no aguanta el resultado, así de simple.