Hay unos cuantos días a lo largo de un año en los que gusta que el Milan sea como es, y no como fue. Son muy pocos, dos o tres a lo sumo, si bien se disfrutan tanto que se convierten en algunas de esas noches que uno acaba recordando con el tiempo. El Milan de Allegri ni está revolucionando el juego ni aspira a ganar cinco scudettos consecutivos, pero es la excusa perfecta para que el espíritu de un campeón termine constando en acta y gritando a los cuatro vientos que el fútbol no es solo fútbol. En esto del rectángulo, el balón y los seis palos debe haber algo más. Si no, no se explican cosas como las de anoche. Y menos aún que lo que vimos no fuese un episodio aislado.
A medida que el eco de San Siro desaparece de nuestro subconsciente se va aclarando el partido; y, efectivamente, es verdad, hubo detalles técnicos y tácticos queEl AC Milan de Allegri es un reto vintage explican cosas. El repliegue de 4+3 que plantea el Milan sobre la mismísima portería de Abbiati es condicionante. Es que no es normal, es demasiado antiguo, y choca contra la modernidad. El rival, una vez superada la inconstante primera presión, gana más de tres cuartos de campo sin traba, y allí se topa con que la portería ni se ve de tanta gente que hay delante. El pasmo definitivo golpea cuando se toma consciencia de que no te la quieren quitar. O sea, la tienes en el borde del área, de cara al marco y saben que eres buenísimo, y los tipos ni se inmutan. Acabas entre contagiado por la pachorra y superado por su tremenda confianza, y te vas. Te vas del partido. Cada minuto que pasa estás más y más lejos.
Puede que Guardiola no bordara lo que siempre borda, la lectura emocional. Barajó que los mejores jugadores del AC Milan necesitan la pelota, que él tiene medios para quitársela todo el ratoPep y Allegri quisieron lo mismo: cerrar el partido y que hacerlo les desconectaría. De ahí Iniesta como extremo, para intentar tener uno más en la circulación a costa de perder desborde y ruptura. El pensamiento es impoluto y certero, pero quizá implica tomarse al Milan demasiado en serio, se le da cancha e inicia el ritual. En la liguilla Guardiola confió en la carta Messi y propuso un choque súper abierto y frenético que ganó, y que no hubiese perdido más de una vez si se hubiera repetido de la misma manera cinco veces más. Fue la única noche en la que vimos al Milan realmente expuesto ante un gigante español, y ya van 7 partidos en 3 años. El octavo, la semana que viene, en el Camp Nou.
Sorprendería que Ibrahimovic repitiera una actuación tan influyente, y mucho más aun que Seedorf luciera la mitad que anoche en San Siro. Fueron los nombres propios. El sueco realmente fue el mejor jugador«Masche» es el inicio de todas las contras del Barça sobre la cancha, quien permitió al Milan enlazar transiciones ofensivas en la mayor parte del partido e incluso asentar algún ataque posicional. Está sublime, todos sus toques van donde quiere y el efecto que les da esquiva los problemas. Fue grande; los ayer horribles Boateng y Robinho le dejaron solo y él hizo un equipo. En el Barça destacaría a Puyol y Mascherano. El capitán es competitividad y carácter, pero también es talento. Un talento defensivo impresionante. En cuanto a Mascherano… una de las mejores invenciones de Pep. Hoy por hoy es insustituible, porque es el central culé con más capacidad de anticipación. Por consiguiente, el único que permite al Barça transitar de defensa a ataque, que es algo que de vez en cuando se agradece en general y en el particular caso de Messi.
El Milan no superó al Barcelona en ninguna estadística ofensiva
Ahora bien, creo que cometeríamos un error si redujésemos el partido a los tres párrafos anteriores. El Barça chutó 12 veces más que el conjunto italiano, al que superó en todos los parámetros mesurables posibles. Es que es muchísimo más equipo. El fútbol no explica que los 90 minutos acabasen con un marcador, opino, favorable a los de Allegri. Yo me inclino a pensar, tras infinidad de pruebas reunidas durante años, que el AC Milan ayer obtuvo un empate a 0 contra el mejor equipo del mundo porque en sus vitrinas guarda 7 copas de Europa. Y no ganan partidos, pero ayudan muchísimo aunque no se muevan nunca y jamás hayan tocado una pelota.
@sepioes 29 marzo, 2012
Antes de nada me gustaría decir que concuerdo con lo que Abel expuso ayer en el programa sobre que Ibrahimovic estuvo absolutamente brillante y sobre que Guardiola no hubiera firmado jamás acabar el partido sin marcar un solo gol.
Una vez he comentado eso, creo que sería acertado apuntar que lo que obligó al Milan a jugar TAN defensivo no fue el FC Barcelona en sí, sino la ausencia de Thiago Silva. El brasileño es, como habíamos comentado, el apoyo defensivo de un equipo que se siente desnudo sin él cuando toca transitar defensivamente. Pienso, por tanto, que de no haberse lesionado el brasileño, quizá habríamos visto un Milan más valiente en el centro del campo (no en nombres, sino en consignas de juego).
Por otra parte, como ya dije en el post de La Gran Amenaza, Ibrahimovic es simplemente alucinante. Es uno de los pocos jugadores del mundo que pueden sacar petróleo de la piedra, de absolutamente nada. Sus compañeros no hicieron absolutamente nada por apoyarle ayer y el se encargó de provocar las únicas ocasiones claras del Milan mediante sus controles de espaldas a la portería y sus pases de cirujano.
Robinho estuvo tristemente mal, y pienso que es el jugador que, de haber rendido a un alto nivel, más podría haber ayudado a que Ibrahimovic no estuviera tan solo arriba. El Shaarawy estuvo mucho más acertado desde que salió y empieza a confirmarse como una alternativa clara al puesto de segundo punta dadas las ausencias de Cassano y Pato.
Si Boateng recupera algo más su estado físico de cara al partido de la semana que viene, el Milan podría ser capaz de inquietar al Barça algo más de lo que ha hecho hoy. Necesita ser ese todocampista de nuevo, contra el Barcelona no puede dedicarse a ser exclusivamente un trequartista.
El punto débil del Milan es Nocerino. El ex-Palermo es un jugador que basta para la Serie A pero no es ni mucho menos del nivel Champions League. En este sentido no entiendo a Allegri. Sé que Aquilani es probablemente uno de los mayores bluffs de los últimos años, pero al menos tiene la calidad técnica para poder crear algo más de peligro de lo que causó Nocerino.