Aunque los goles fueron de novela negra, con Beto firmando ejemplares en la noche de los libros, el Zenit de San Petersburgo dejó una más que notable actuación en su despedida de la UEFA Europa League

En noviembre de 2011, en pleno apogeo de la carrera de Messi, decía Caparrós que el único futbolista del mundo que hacía cosas parecidas a las del argentino era Reyes. Para ser más exactos, presentó la idea al revés.

Se lo inventó Emery y por ello a él le corresponde acompañar figuradamente cada acción disputada con su voz salivosa: «Tuya Vicente». Y allí que iba Iborra. Balón largo, la peina, la toca o la baja Iborra: «Tuya Vicente».

Qué bonito fue el Sevilla-Gladbach. Digno de los Octavos de la Champions, más que de los Dieciseisavos de la competición «B». Ambos equipos presentaron batalla durante los 90 minutos, los dos hicieron cosas buenas

Hay un jugador en la capital del sur que funciona como cuentan los cuentos sobre Andalucía. Su rendimiento es imprevisible y cualquier variable lo condiciona, desde el parte atmosférico al ruido que pudo haber provocado la bebé de su vecino

Leo Messi batió el récord de Zarra en un Barça-Sevilla subdividido en dos etapas diferentes. La seria, que duró una hora, se caracterizó por el fútbol del «10» y por la pobre calidad de los contragolpes andaluces. La divertida, que duró media,

El Sevilla le ganó al Getafe jugando a su manera. Unai parece haber enterrado sus viejas ambiciones creativas e insiste sin vacilaciones en la idea del año pasado: solidez y velocidad. El notable poderío físico de su plantilla le avala.

En Balaídos lo era todo, pero en Anfield no fue nada. La historia del primer -¿y último?- año de Iago Aspas en el Liverpool se resume más fácil de lo que le hubiera gustado al moañés: en los escasos