Sancionado por la FIFA, Luis Suárez tardó dos meses en debutar con el FC Barcelona la pasada campaña. Fue el 25 de octubre, ante el Real Madrid, y pese a los lógicos inconvenientes, ya desde aquel primer día

Desde que Leo Messi es Leo Messi, ha habido muy pocos partidos en los que el Barcelona haya sido realmente barrido por su rival, en los que la inercia del juego haya sido de posible goleada. Y ayer fue uno de ellos.

Como si de un regalo de Oriente se tratara, Luis Enrique recibe hoy dos nuevos futbolistas en su plantilla. Pocos pueden dudar de que los necesita. Durante semanas, las lesiones y la sanción FIFA hicieron del banquillo culé

Con la Supercopa de Europa ya en las vitrinas, el Fútbol Club Barcelona de Luis Enrique afronta una nueva temporada con los mismos retos y todavía más exigencia. Parece claro que Neymar Junior, Luis Suárez

En su competición, ganarle al Sevilla es muy difícil incluso cuando apenas hace cuatro cosas bien. Se demostró el año pasado. Por consiguiente, cuando se trata de uno de los mejores equipos del mundo,

«Cuando no me convocaban, respiraba aliviado porque sentía mucho la presión y era bastante cagón. Quería jugar, pero las dudas me tocaban a la puerta», Emery en «Mentalidad Ganadora».

Afirmó ayer Ruslan Rotan, capitán del FC Dnipro, que el Sevilla tiene «todo lo que pide el fútbol moderno». Y no le falta razón. A una solidez notable en su área propia y un contraataque de primerísimo nivel,

Aprieta tanto la grada del Pizjuán que el Sevilla se confundió. Pasó a creer que el aliento de la misma era su gran factor, olvidando que se trata, ahora mismo, de un equipo fantástico. Se dejó llevar, presionó demasiado, atacó muy directo

El Ramón Sánchez-Pizjuán acogerá esta noche una nueva ida de semifinales de la Europa League. En esta ocasión, delante estará la asociativa Fiorentina de Vincenzo Montella, Borja Valero, Mohamed Salah y, obviamente

34 partidos después, el Sevilla cayó en el Pizjuán. Un buen Real Madrid, que se apoyó en un primer tiempo más que notable, fue el responsable de su derrota. No hubo injusticia en el marcador, pero pudo haber sido cualquier otro.

El Sevilla es un equipo muy claro. O al menos lo era antes de que se lesionase Pareja. Defensivamente, se amparaba en un plan muy original que consistía en ser pasivo por dentro y agresivo por fuera.