Ayer vivimos un momento histórico que trasciende del mero plano deportivo. España se proclamó campeona del mundo del deporte más mediático del planeta. Un acontecimiento que ha marcado la historia de cuantos ya lo han logrado y que remueve, en consonancia con la ascendencia que tiene este deporte en la sociedad actual, el inconsciente colectivo de quienes tienen el privilegio de disfrutarlo. No deja de ser significativo que la reacción, la imagen final, de esta victoria no fuera una explosión de júbilo (que obviamente también la hubo) sino el llanto. Las lágrimas, emocionadas, de muchísimos españoles que cargaban con el peso de numerosas frustraciones anteriores. Las lágrimas del único gran país futbolístico que no había logrado aún esta hazaña. Un llanto cuya mejor expresión la protagonizaron Casillas e Iniesta, los dos grandes artífices del triunfo final.
Un Iker Casillas que rompía a llorar cuando el mago de Fuentealbilla lograba perforar la meta holandesa y que, finalmente, se derrumbó tras el pitido final. Y también Andrés Iniesta al que se le saltaron las lágrimas en la celebración del gol y al que le costó articular palabra, tras el pitido final, atrapado entre sollozos. Fueron muchos más los que vimos llorar a pie de campo: Gerard Piqué, Joan Capdevilla, Sergio Ramos, David Villa…
Pero sin duda haríamos justicia destacando la labor del portero y del mediapunta español. Ambos encarnan lo mejor de una selección que quizás no ha ganado por hacer un gran juego sino por tener a los mejores. Una selección cuyo común denominador es la calidad a raudales que atesoran un grupo de jóvenes normales, nada excéntricos ni divos, dirigidos por un entrenador que ha transformado la normalidad y la humildad en la mejor virtud posible.
Precisamente el propósito de Ecos del Balón ha sido siempre dedicar al fútbol un tratamiento desde la calidad y la normalidad. Por más que, a veces, pueda parecer difícil, es posible disfrutar de este deporte sin recurrir al sensacionalismo, el forofismo partidista y el análisis superfluo. El seguimiento especial que le hemos dedicado al campeonato tendrá su culminación en un artículo de la final (que será publicado el miércoles) y un podcast especial, a modo de resumen del Mundial, con el que estamos seguros que todos disfrutaréis al máximo.
El fútbol es un simplemente un juego, pero un juego maravilloso… del que ahora somos los mejores. Desde Ecos os mandamos a todos nuestras más sinceras felicitaciones, campeones.
DBEcos 25 marzo, 2012
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