El Valencia CF de Albert Celades es un equipo muy indeterminado. Sin un fondo y una forma aún reconocibles, a caballo entre el 4-4-2 en línea y el 4-3-3 que volvió a vestir al equipo anoche en Francia, el cuadro che vaga en una indefinición muy poco productiva. Ante el Lille de Christophe Galtier, el Valencia salió de inicio en un sistema ciertamente asimétrico: con Kondogbia como pivote, Coquelin -derecha- y Parejo -izquierda- en los dos interiores, Maxi Gómez en punta y Gameiro entre el lado derecho y el carril central. Pero la presión adelantada del Lille y una serie de circunstancias internas provocaron que, más pronto que tarde, Celades debiese corregir unas cuantas cosas. Aunque esto, como ahora analizaremos más abajo, tan solo provocó que el problema pasase de una parte a otra.
El Valencia fue muy interior al Lille en todos los aspectos
Es curioso pero lo único que ha conseguido a ciencia cierta el 4-3-3 del Valencia es alejar a Parejo -interior izquierdo- del futbolista que, por norma general, desde el lado opuesto -extremo derecho-, más y mejores cosas le está dando al equipo entre líneas (en Londres fue Rodrigo Moreno; y anoche, Kevin Gameiro). El delantero francés del Valencia estuvo mucho más activo en el apoyo que en la ruptura durante la primera parte. Y esto, con Maxi Gómez y Cheryshev -extremo izquierdo-, prácticamente desconectados del juego, dejó al equipo extremadamente cojo de profundidad en campo rival. Así que sin fluidez ni recursos para amenazar por delante de la pelota, el Valencia quedó completamente a merced de la presión del Lille durante los primeros 45’. Algo que el paso de Parejo a la posición de pivote no solo no lo remedió, sino que acabó por enquistarlo aun más: pues tanto Coquelin como Kodogbia, los dos interiores a partir de ese mismo instante, no le aseguraron metros al Valencia en campo rival, y el Lille, presionando, defendió cada vez más cómodo.
Albert Celades, ante los medios, tras el partido de Lille: “Hemos estado incómodos prácticamente todo el partido. Nos costó mucho pisar cambio contrario, incluso defendernos con balón”.
Robando a media altura, impidiendo que el Valencia pudiese salir con recorrido y regularidad al espacio y transitando a través del pie izquierdo de Yazici, al que su toma de decisiones le traicionó en más de una y de dos ocasiones, el Lille consiguió controlar todo lo que ocurrió en la primera parte. El paso del Valencia al 4-4-2 en línea al descanso, con Soler en la derecha y Parejo -mucho más posicional- y Coquelin como doble pivote, le permitió al cuadro de Albert Celades adoptar un posicionamiento más coherente a lo largo y ancho del Pierre-Mauroy de Francia. Gameiro, que abandonó definitivamente la banda para actuar por dentro, pasó del apoyo a la ruptura. Y ese mismo movimiento, por sí solo, estiró el sistema hasta la posición de Maxi Gómez, que entonces sí, a muchos metros del área rival, se pudo ofrecer de espaldas para lanzar al francés al espacio; como ocurrió en la acción del 0-1. Pero el Valencia, incapaz de gobernar su ventaja con balón y no desde el espacio, volvió a replegar. Y ese paso atrás abrió un nuevo capítulo.
Gabriel Paulista y Mouctar Diakhaby comandaron la resistencia che dentro del área de Jasper Cillessen. Bastates resolutivos, con y sin balón, los dos centrales fueron las dos individualidades más destacas del Valencia. Pero la inoportuna expulsión de Diakhaby y los cambios que Galtier fue introduciendo en la segunda mitad, terminaron por agravar una situación bastante incómoda para el Valencia. Con Remy -que partía desde el lado izquierdo- y Osimhen en punta, e Ikoné en derecha, aunque entró en la segunda parte a pie natural, el Lille ganó muchos enteros en el último tercio del campo. Y el 1-1 acabó cayendo por su propio peso. Un resultado que no hace justicia a ninguno en los 90’, las cosas como son. Pero que para el Valencia, más por el qué (supone) que por el cómo (se produjo), fue extremadamente doloroso. Porque el equipo ya no depende de sí mismo para estar en octavos. Y lo que es aún peor: el resultado, o más bien el partido, en líneas generales, no engaña: este equipo no está ahora mismo ni para pelear por la clasificación.
AdrianBlanco_ 96p · hace 282 semanas
AArroyer 101p · hace 282 semanas
Balotelli8 · hace 282 semanas
Porque es cierto que el uruguayo no tiene la movilidad y la capacidad de atacar el espacio que tienen Rodrigo, Guedes o Gameiro, y eso complica su encaje en el 4-4-2. Pero es que este 4-3-3 deja helado, como dice Adri.
Para empezar, aleja demasiado del inicio de la jugada a Parejo, que con su capacidad de ponerla al pié en largo no necesita a otros dos centrocampistas en el apoyo en corto, mientras pierde una referencia más arriba para atacar espacios. Y como se comenta en el texto, si Parejo pasa al pivote con dos interiores tan cortos con el balón y sin ninguna capacidad de jugar entre líneas, es muy difícil progresar.
Y tampoco es que sumar a Coquelin y Kondogbia en ese trivote haga al equipo defender mejor, sino más bien al contrario. El sábado pasado contra el Atlético el Valencia en la primera parte ni conseguía salir de su área, y si los de Simeone no hicieron sangre fue por lo mal que estuvieron los de arriba.
En caso de insistir con tres en el medio, sería interesante probar a Soler o Kang In Lee por dentro (incluso juntos) y Parejo por detrás dirigiendo. Pero eso implica que el Valencia juegue a querer tener el balón y adelantar muchísimo las líneas, algo que después de sus últimas dos temporadas no tiene en su ADN, y llevaría tiempo trabajar...
Pero hasta entonces es que el sistema se está quedando en absolutamente nada, y sobrevive a base de un Parejo que puede fácilmente ser uno de los tres mejores futbolistas españoles del último año.
Dentro de 10 años veremos partidos de la selección post-Iniesta y no entenderemos como España no se construyó por y para Dani, cada partido suyo es una lección de puro fútbol.
chema_08 27p · hace 282 semanas
torralba8 47p · hace 282 semanas
Ayer el planteamiento de Celades es muy pobre. Jugando ante el teórico rival más flojo no puedes salir con un planteamiento reactivo. Viendo los problemas que tuvo el carrilero izquierdo para defender su espalda, ayer Ferran podría haber hecho mucho daño.
Quitando 20 minutos en la segunda parte, y siendo genereso, el Valencia no incomodó nada al Lille. Y simplemente se salvó por el gran partido de la pareja de centrales, que señor partido de Gabriel Paulista.
Lo que no entendí fue el cambio de Gameiro justo después de anotar el 0-1. ¿No creéis que en ese momento, cuando el Lille tenía que irse más arriba aún porque estaban prácticamente fuera, habría sido más útil un jugador capaz de hacer daño al espacio que Kang-In Lee?
AArroyer 101p · hace 282 semanas
Sí, también lo pensé en directo lo del Lee por Kevin. Supongo que quería algun apoyo a la medular para quitar posesión al Lille y prolongar el tiempo entre ataque y ataque.
A4Aragones · hace 282 semanas
El equipo parece que saber a que quiere jugar, pero solo un par de jugadores entienden el juego (Rodrigo, Soler?, Gayá).
Otro tema que me parece interesante es la portería. Reconozco que Cillesen es un buen portero (lo venden como un portero de nivel similar a Neto), pero para mi concede muchas segundas jugadas en remates que el brasileño bloqueaba (generando una tranquilidad enorme). No digo que haya sido decisivo algún error suyo (de momento), pero ahora mismo creo que el Valencia salio perdiendo bastante.
AdrianBlanco_ 96p · hace 282 semanas
Yo estoy más en la línea de Chema: de inicio fue algo más parecido a un 4-3-3, con Gameiro muy abierto por derecha y Parejo en el interior izquierdo. En cualquier caso, comparto las sensaciones: el Valencia ayer dejó muy poquita cosa. Y me temo que muchas cosas deben cambiar en muy poco tiempo para que este equipo consiga entrar en octavos.
Por cierto, Chema, un gustazo volver a tenerte por aquí. Qué gustazo da hablar con todos vosotros de fútbol. :D
ruqueyo 62p · hace 282 semanas
AdrianBlanco_ 96p · hace 282 semanas
Pero una plantilla que igual, por su propia configuración y por los automatismos que tanto ha trabajado estos años con Marcelino, está hecha para competir desde el 4-4-2.
Lo único que sabemos a ciencia cierta de este 4-3-3 es que Parejo está viviendo muy lejos del futbolista que, normalmente, más aparece entre líneas (Rodrigo, cuando ha jugado desde el extremo, o el otro día Gameiro). Y no me parece este un buen negocio para el Valencia, la verdad.