Por las botas de Diego Costa continúan pasando muchos de los pensamientos de Diego Simeone. Desde que lo recuperó para la causa, han sido pocas las consecuencias que han venido de vuelta. El delantero brasileño ha ido perdiendo una importante cuota de lo que le hacía tan característico, determinante y convincente dentro de un campo de fútbol. Y es que a falta de dulzura y precisión en sus intervenciones entre líneas o en el uno contra uno, correspondía en su prime con una fricción, agresividad y frecuencia de desmarque a máxima revolución que servía de cuadriga al ataque de sus equipos, arrastrando y arando el terreno para el contragolpe, tirando del equipo como si fueran tres los atacantes que lo hacían. Así, pasado el tiempo y castigado el físico con multitud de lesiones musculares, parece difícil que aquel Costa vuelva. Al menos en el día a día. Pero su técnico lo sigue esperando porque, si no es cada domingo, en su mente está que le pueda dar tres o cuatro veces por curso la noche que le dio a Chiellini y Bonucci en la ida de los octavos de final de la temporada pasada. Esa es su esperanza.
El rendimiento de Joao, pendiente de los movimientos de Costa
Por el camino, no obstante, su concurso no puede quedar delimitado a tres carreras al espacio. El Atlético está construyéndose de manera muy diferente cuando tiene la pelota y Costa, sobre todo por sus problemas con el gol, ha de constar de otra manera. Y en su visita el Mallorca, su partido significó muchas más cosas, todas relacionadas con la continuidad ofensiva de su equipo. Al contrario de lo que pueda parecer, los movimientos de Costa dentro del engranaje no deben circunscribirse a la caída a banda para dar amplitud al ataque, como ocurrió en temporadas anteriores. Ahora no es el ‘9’ el que oxigena las transiciones para limpiar el área, pues en los costados hay dos laterales prácticamente fijos que atacan un espacio activado por la atracción de un rombo de centrocampistas que sobrecargan todo el carril central desde el inicio de la jugada, desde la salida de balón.
Y así esperó el Mallorca de Vicente Moreno, pertrechado en su 4-4-2 más reconocible, con la gran novedad de Takefusa Kubo en banda derecha, en su primera titularidad con los bermellones. El encuentro discurrió por ese cauce de acción-reacción, pero con ciertas novedades, entre las que se encontraron la actividad, movilidad y fluidez de Costa en espacios estrechos, y la ubicación de Joao Félix en una mediapunta que hasta el momento nunca le ha pertenecido del todo y en exclusiva. Y es aquí donde más necesita el portugués algunas señales a su alrededor, sobre todo provenientes de su ‘9’, una figura de la que en estos momentos de adaptación e intermitencia en el juego por parte del exBenfica, más cosas solicita para acomodarse dentro del ataque posicional más ambicioso que ha gestado Simeone dentro de todos sus proyectos.
La posición de Kubo, frenada por la altura defensiva del Mallorca
El Mallorca es un equipo ordenado, continuo defensivamente, pero al que le falta la flexibilidad táctica y calidad defensiva que otorga la categoría y la experiencia para mutar dentro de sus fases defensivas cuando el rival asigna diferentes roles y movimientos a sus jugadores. El 4-4-2 de Vicente Moreno sufrió a la hora de adelantar la línea o encontrar superioridad por dentro, donde el Atleti suma muchos efectivos. La jerarquía de Thomas Partey, la movilidad de Costa y la mayor productividad de Joao Félix y Santiago Arias colmaron de buenas sensaciones el ataque organizado del conjunto madrileño. Entre esas sensaciones, la certeza de que Thomas Partey es tan importante como el que más. Sin él, el Atlético traslada el mensaje de que Saúl y Koke han de ser ágiles y creativos, un rol que frustra a ambos por igual.
En clave local debe hacerse un hueco a su futuro más inmediato, uno que ya comienza a condicionar el japonés Takefusa Kubo, el jugador técnica y futbolísticamente más dotado del plantel. El asiático partió como titular y no lo hizo como segundo punta. Moreno lo situó en banda derecha, una posición algo delicada para su impacto en el juego si no va acompañada de un bloque más alzado y no tan bajo como el que defendió ante el Atlético. El conjunto mallorquín quizás pensó en Kubo como el receptor más inmediato para transitar por fuera junto a Lago Junior, y que su impecable conducción se librara de la primera marca desde la que comenzar a lanzar las jugadas. Aunque no fueron especialmente continuadas sus apariciones, su productividad fue altísima para el acotado flujo de intervenciones. Sea como segundo punta o como banda derecha y líneas más alzadas, la carta que juega el talentoso japonés ya comienza a dejar el sello de su valor.
AArroyer 26 septiembre, 2019
Es muy interesante cómo el '9' está explicando lo que le está pasando a Joao Felix a nivel de participación. Partimos de la base de que Simeone no da libertades en ataque, eso sólo se lo concedió a Griezmann, y Joao Felix no tiene la madurez en su juego para "hacer lo que quiera". El ataque del Atleti es dinámico pero muy posicional, aunque pueda haber rotaciónes dentro de la jugada.
Y para mi la intermitencia, incluso ausencia total, de Joao Felix, ante el Celta, Getafe o Leganés, tiene que ver mucho con el mal momento de Costa. Costa está amenazando muy poco en el remate y tiene muy poca confianza para salir de centrales y apoyar a la circulación. Y creo que entre Lemar y él condicionan mucho el rol de Felix, porque con este Costa, Simeone necesita a Felix más arriba para que la amenaza en el área se más real. Costa apenas ataca centros ni se le ve con voracidad en el área, con una cifra de goles y de remates muy dificil de sostener para un titular. Pero si Costa se mueve, arrastra, acierta, y participa, libera a Felix para comenzar a moverse, porque cuando tu compañero de delantera se mueve, tú tienes que darle el relevo, ocupar su espacio, ofrecerte después. Para mí, muy relacionado este tema.
Por otro lado, el debate que estamos teniendo. Vicente Moreno va a tener que hacer hueco a Kubo de titular para elevar el techo ofensivo del equipo y cuando lo asiente, encontrar la manera de que doble sus intervenciones, y eso me temo que pasa por meterlo dentro. ¿Cómo veis este tema?¿Dentro por detrás del punta o banda derecha pero con líneas más alzadas?