La llegada de Álvaro Morata a la disciplina del Atlético de Madrid y el indiscutible estatus de primera espada del que goza Diego Costa ha potenciado más si cabe la figura de Koke Resurrección, ya de por sí un futbolista imprescindible en los planes de Diego Pablo Simeone. La presencia del centrocampista madrileño en los onces durante el presente curso ha solido coincidir con las fases de mayor fluidez del equipo colchonero, tanto arrancando desde un costado como actuando de segundo pivote.
El Atlético de Madrid cuenta con dos buenos pasadores desde la base de la jugada, rol que han ido cumpliendo –incluso coincidiendo mucho sobre el terreno de juego- Thomas Partey y Rodrigo Hernández, pero la presencia de Koke despegándose de ambos y dirigiendo los ataques desde un escalón superior permite al Atlético de Madrid ganar altura de forma más sólida.
Koke es el organizador del Atlético de Madrid que sabe moverse con más soltura a una mayor altura
Ese Koke en un escalón superior supone dos ventajas para el Atlético de Madrid. La primera tiene que ver con la naturaleza de los puntas, que tras la llegada de Morata significa que dos perfiles en plantilla van a moverse en vertical tras esa recepción del centrocampista madrileño, que sabe activar perfectamente esos desmarques de ruptura.
La segunda supone un respiro para la pelota en el carril central, cuestión absolutamente necesaria para agilizar las posesiones del equipo, toda vez que en el presente curso la dinámica ofensiva de los laterales, salvo algún movimiento puntual de Santiago Arias, ha estado lejos de significar un patrón tácito que haya dado ventaja al equipo a través de la pelota.
Koke es imprescindible para ordenar los ataques del Atlético de Madrid
En los dos últimos encuentros del Atlético de Madrid, hemos visto a Koke influir en el carril central a diferentes alturas; ante el Alavés, un escalón más abajo para ceder a Griezmann espacio entre líneas y conectar con él a través de líneas de pase más largas, y frente al Girona, con un planteamiento en el que Simeone fijó al lateral izquierdo atrás –Filipe Luis- y proyectó al derecho –Arias-, Koke, que arrancaba de banda derecha, se metía dentro y convivía con Griezmann a espaldas del medio campo rival.
Ya sea como continuador del primer pase, cuestión que parece ser más útil frente a rivales que van a meter a su línea de medios más atrás, o conectando desde un escalón más arriba contra rivales que van a defender con la línea defensiva más adelantada, la sensación es clara y evidente: con Koke, el Atlético de Madrid ordena mejor sus ataques y su profundidad es mucho más agresiva.
AdrianBlanco_ 96p · hace 310 semanas
henry27 · hace 310 semanas
Burro de molino · hace 310 semanas