
Cuando nadie estaba mirando, tras una temporada de muchas dificultades de todo tipo, y tras un verano en el que Borja Iglesias y Roberto Rosales llegaban como principales refuerzos, el RCD Espanyol confió el proyecto a un entrenador que estaba por encontrar un punto de suerte a las buenas maneras mostradas en paradas anteriores. Y ahora, Joan Francesc Ferrer ‘Rubí’ está siendo el creador de uno de los mejores sistemas del campeonato español. A pesar de la derrota en el Sánchez-Pizjuán, y de algunos problemas encontrados fuera de su fuedo, Cornellá-El Prat, el técnico del conjunto periquito ha revolucionado el día a día de una plantilla que está dando naturalidad a la compleja tarea de competir descubriendo el mayor número de secretos que guarda el juego, entendido como la suma de once jugadores que se potencian entre sí.
Más importante que el dibujo, una reflexión que comparten absolutamente todos los entrenadores, un colectivo de fútbol lo arman las particularidades de cada miembro del once inicial. Por ello, un sistema de juego nace de que todos los futbolistas puedan ser ellos mismos, o una versión muy cercana a la mejor, sin limitar su alrededor. Si bien hay relaciones de supeditación, un contexto de jugadores que sirven como facilitadores, y a su vez destinatarios, de las mejores individualidades, el secreto de un gran sistema es encontrar sentido y sinergias a cada futbolista dentro del terreno. Y es justo lo que está sucediendo en este Espanyol, donde nadie juega solo ni queda alejado de la sintaxis general. De dos en dos o de tres en tres, las sociedades generadas en el equipo blanquiazul dan forma a un equipo, en mayúsculas, que juega como unidad.
Rubí, en el diario AS: «No podemos tener una afición que venga al campo y sienta que no les queremos transmitir cosas. Que se lo pasen bien y que disfruten (…). Hemos pensado siempre que teníamos una buena plantilla. La muestra es que en verano, mientras todo el mundo estaba pendiente de quién venía, yo me obsesioné con que se fueran los menos posibles».
Conocido su gusto por encontrar un equilibrio que le otorgue una cuota importante a la gestión del balón, Rubí se apoyó en la valentía y naturaleza de determinados futbolistas para esbozar la identidad general de la misma. Cuando el Espanyol tiene la pelota, los pasos más firmes, las palabras más potentes, corren a cargo de Mario Hermoso y Marc Roca. Respetando algunos postulados dados por arraigados en un modelo de juego, en cada escalón del campo y de la jugada, el Espanyol encuentra jugadores capacitados para interpretar el pase horizontal -la continuidad-, el vertical, la conducción de balón o el regate y la aceleración. Si en salida de balón, el sector zurdo pasa a ser el más creativo, tanto desde el pase tenso o la conducción previa para dividir e instalarse en campo contrario, el ritmo de la jugada y el orden de las piezas lo marca, cómo no, el mediocentro. Y no uno más.
Marc Roca es un organizador en el amplio sentido de la misma. Y quizás sea el organizador más creativo de la categoría. A diferencia de otros mediocentros, Marc Roca tiene la doble virtud de suministrar su alrededor más cercano con las piezas más alejadas. En su rango de pase, potenciado por una extraordinaria capacidad para perfilarse antes de recibir el balón y no encontrar prácticamente nunca presiones pisándole los talones, el centrocampista blanquiazul toma la mayoría de las decisiones más relevantes. Esta es la diferencia con la que dirige el escalón intermedio del sistema, y del que nacen los roles de futbolistas que están plenamente engrasados en base a sus características, caso de Esteban Granero, Sergi Darder, Victor Sánchez u Óscar Melendo. En esta nómina de jugadores se encuentra la idea más fiel al concepto de sistema como suma y potenciación de virtudes diferentes que lleven al jugador a aportar su mayor valor.
De los dos primeros surge la circulación de balón más ambiciosa. Granero es un pase continuo, una movilidad presente. Siempre le ha resultado natural al exfutbolista de la Real Sociedad ser eslabón de una cadena de pases en la que no se extralimita y donde el fútbol posicional cobra relevancia en todos los partidos. Desde el interior, Granero siempre le crea una línea de pase a Roca en corto y un apoyo móvil para encontrar espacios en la línea medular del rival. Darder entiende la jugada de otra forma muy diferente. Más dinámico, y si bien está más cómodo recibiendo un posterior envío, Sergi dinamiza la jugada con sus recepciones. Al encontrar más feeling con la conducción o el pase más vertical, en su sector se sucede más movimiento y combinaciones más agresivas.
«Ahora tenemos Sevilla, Girona, Betis… los tres juegan con la línea de tres centrales. Veo positivo tenerlos tan seguidos porque podremos ir ajustando cosas en estos sistemas donde muchos equipos se encallan. He dado las dos o tres consignas tácticas pero sin obsesionarnos ni pensar que hemos de hacer cosas totalmente diferente».
Sánchez, de sobra conocido, interpreta su papel en contextos más reactivos, donde el rival impone mayor calidad, mayor presencia con balón, ante el que el Espanyol necesita una mentalidad mucho más preparada para frenar progresiones, cerrar espacios, tapar líneas de pase o dificultar salida de balón. Por último, una de las sorpresas del sistema, un pequeño secreto, es Óscar Melendo, seguramente el jugador más capacitado para entender la libertad posicional. Aunque su misión es la de crear enlaces en una zona concreta, con un dentro-fuera y una recepción interior, su fútbol le permite al Espanyol encontrar a un hombre que con el paso del tiempo pueda relacionarse con cada uno de sus compañeros y con todos a la vez. Su dinámica de movimientos y su calidad en el control orientado recibiendo de espaldas, entre líneas, es una oportunidad para responsabilizarse de una alta participación constante en muchos sectores del campo.
En el último tercio del mismo, Rubí activa jugadores que complementen el control buscado 15 segundos antes. La imaginación de Sergio García para mezclar y acelerar, para ser socio de un interior y generador de último pase, la verticalidad de Hernán Pérez, el jugador más exterior del equipo en el inicio de las jugadas, y la labor de Borja Iglesias para ser un apoyo principal en la circulación y el ‘9’ que rellena el área sin mayor titubeo, completan un plan que no puede estar mejor pensado para que ocurra lo que está ocurriendo. El Espanyol es un equipo que no resbala cuando las preguntas han cambiado. Es un equipo que juega con las líneas muy juntas y que no pierde las referencias del partido porque tiene repartidos los huevos en el mayor número de cestas posibles. De ahí que su mérito sea tan sumamente grande. Sin calidad ni experiencia diferencial en la mayoría de sus puestos, muy pocas cosas relacionadas con las cuatro fases del juego le son ajenas. Una transformación a gran escala.
AArroyer 101p · hace 330 semanas
Están presentes todas las características de cada jugador, y se percibe cómo cada uno potencia su alrededor. Las líneas están siempre juntas, se ataca y se defiende como colectivo, se presta atención a todos los momentos del juego. Es complicado hacer más competitiva esta plantilla. Un auténtico equipazo.
evidentemente creo también que Marc Roca tiene una importancia más relevante que cualquier otro. Es un jugador que está para muchas cosas en su futuro.
danisouto6 42p · hace 330 semanas
Por lo demás, un texto muy bien enfocado al centro del campo Arroyo, el centro de mando de todas las operaciones del Espanyol, su corazón y su cerebro. Un equipo que recibe la herencia positiva de los automatismos defensivos de Quique SF, que si en algo destacó fue precisamente en eso, y a lo que suma la gestión del talento y del plan de Rubi. Parecía que sin Gerard Moreno esto se hundiría, pero Rubi, desde el colectivo le ha dado una nueva cara a este Espanyol.
nexus_dum · hace 330 semanas
AArroyer 101p · hace 330 semanas
Además el ritmo de juego también esconde las carencias de la plantilla, que de por sí no es muy veloz en su plan A, no tiene demasiada explosividad. Es que es un equipo optimizadísimo. Junto al Alavés, el mejor en eso, en mi opinión.
@nexus_dum
Entre Rodri y Marc Roca la selección tiene un relevo de garantías. Espectaculares los dos.
davidgdelapena 70p · hace 330 semanas
Creo que explica realmente bien las grandes virtudes de este equipo. Esa capacidad de respuesta en diferentes escenarios me parece una noticia tremenda y algo que habla muy bien de Rubi, teniendo en cuenta que, aunque haya algunos jugadores de muy buen potencial, no hablamos de una de las plantillas a priori más poderosas de la liga.
@nexus_dum
Una de las claves del gran rendimiento del equipo. A mi él y Hermoso me ponen delante de la tele. :)
AdrianBlanco_ 96p · hace 330 semanas
Una "nueva cara" pero con perfiles muy distintos, que es lo más rico que está dejando Rubi desde la pizarra. En estas 12 jornadas ya hemos visto al Espanyol jugando muy bien con la pelota, dándole todo tipo de conexiones y ayudas a los pasadores, pero también sin ella, como en Vigo o en el Bernabéu. Ahí está la clave del éxito, que los titulares y las alternativas estén entendiendo bien cada contexto, y lo que demandan los mismos.
Una de las grandes revelaciones de LaLiga, sin lugar a dudas. :D
JoseSan1990 · hace 330 semanas
PD: Como me encanta Melendo, y no solo es bonito de ver sino que juega muy bien. Está para quitarle el puesto a cualquiera de los interiores
AArroyer 101p · hace 330 semanas
A mí me parece un jugador de muchas posibilidades, efectivamente. Se mueve de maravilla entre líneas, guarda bien la pelota, deja toques y pases de mucha calidad, es escurridizo, tiene una pinta fantástica, Jose ;)