Sin tantos goles y con menos espectacularidad en cuanto a ocasiones, el Benito Villamarín volvió ser testigo de un guion muy parecido al del pasado fin de semana ante el RC Celta de Vigo. El Real Betis, ultra dominante en la primera mitad, volvió a quedarse sin el esférico, sin control y sin ventaja en el resultado en cuanto el rival, en este caso el AC Milan, apretó un poco más arriba tras el descanso. Un escenario que, si bien es cierto que supo tenerlo bien dominado durante los primeros 45’, volvió a poner el foco en algunas carencias -individuales y colectivas- de un Betis que, incapaz de someter al equipo contrario a lo largo de los 90’, se volvió a quedar algo corto de intenciones ofensivas. Y ahí, más allá de la pizarra, el principal señalado volvió a ser el punta: ni Sanabria, primero, ni Loren, después, lograron acercar al equipo al rectángulo de Gattuso.
Sanabria (16 toques) se quedó muy desconectado del juego
El Betis volvió a echar en falta esa referencia por delante de la pelota. Con Carvalho y Canales más abajo, en paralelo en el centro del campo, y Lo Celso y Joaquín por delante, en la penúltima línea del 3-4-2-1, el equipo verdiblanco se adueñó de la situación pocos minutos antes del 1-0. Tras un arranque algo más contemplativo, esperando al Milan en su propia parcela, como si le estuviera invitando a acercarse para después castigarlo a su espalda, el Betis jugó dos mitades muy distintas en los primeros 45’. Se tomó su tiempo, como si estuviera analizando a su presa, antes de marearla de un lado para otro con un dominio que llegó a rozar el 70% de la posesión. Comandado por Canales y Lo Celso, uno desde más abajo y el otro más arriba, intercambiando roles, zonas y alturas dentro del ejercicio posicional, el Betis dibujó una especie de cuadrado con sus pases, entre el doble pivote y los mediapuntas, que solo se atrevió a romper con las carreras de Junior por el lado izquierdo, como sucedió en el 1-0, tras ganar la superioridad dentro.
Y prueba de ello son los datos: Sanabria, como punto más fijo por delante del esférico, apenas llegó tocar 16 veces la pelota durante la hora y cuarto que estuvo sobre el campo. Y eso que su participación, a diferencia de la de Loren, coincidió con el tramo más dominador del Betis desde la posesión. Un dato que, por contextualizarlo con el resto, se queda muy lejos de los 96 toques de Lo Celso y Carvalho, los 94 de Canales o los 51 de Joaquín. Porque, dicho esto, igual de cierto resulta que el ritmo, en ocasiones, no parece el más apropiado para buscar la portería contraria, como que el equipo, en líneas generales, está recibiendo tan poco de su(s) delantero(s) como lo que le(s) está pudiendo dar a cambio. Y sin esa sinergia es muy difícil que el equipo amenace en los metros finales, por un lado, pero que también consiga darle continuidad a lo táctico.
Lo Celso y Canales comandaron la posesión del Real Betis
En los momentos de mayor debilidad rossonera, Lo Celso se convirtió en el gran atractivo del encuentro. Ante un Milan incapaz de actuar con algo de sentido, con Bakayoko de pivote y Kessié + Calhanoglu como interiores en medio campo, el argentino agujereó el 5-3-2 de Gattuso yendo y viniendo a lo largo y ancho del carril central. Empezando por derecha, con Joaquín al otro lado, el ‘21’ del Betis se coló a la espalda, a los lados y por delante del doble pivote, resignado a poco más que seguirlo con los ojos. Fue el tramo en el que mejor se lo pasó el Betis con el esférico, y viendo a su mediapunta disfrutar ante la permisibilidad rossonera para con sus pasos. Un rato de la primera mitad en el cual el Betis se sintió muy a gusto consigo mismo. Moviendo el balón con criterio, de un lado al otro, y haciendo partícipe a todos sus futbolistas, incluido Pau López, menos a uno: el delantero. Una dinámica que, tal y como advertíamos al principio de este texto, cambió tras el descanso, como ante el Celta, cuando Gattuso puso más piernas que cabeza sobre la balanza. Y la cual, tras el empate definitivo, vuelve a dejar al Betis en una tesitura de lo más particular. Domina y controla el encuentro, pero produce poquito arriba. Y al final, ni lo uno ni lo otro.
AdrianBlanco_ 9 noviembre, 2018
Qué frío me volvió a dejar ayer el partido de Sanabria. Es que, durante el tramo de mayor dominio posicional del Betis, la única opción de profundidad fue el pase hacia fuera (por izquierda) para la carrera de Junior. Y eso no habla bien del paraguayo, pero tampoco de lo que, en líneas generales, le están dando sus delanteros al Real Betis. ¿Cómo lo veis? ¿Empieza a ser alarmante? Creo que, más allá de las ocasiones que llegue a producir o no, es más causa que consecuencia de que al Betis se le estén yendo los partidos cuando su rival le adelanta un poco el bloque + presión. No tiene a qué (o a quién, mejor dicho) agarrarse arriba, cuando no tiene dónde tocar.