Croacia, un calco de Inglaterra | Ecos del Balón

Croacia, un calco de Inglaterra


El nuevo ciclo de la selección española liderado por Luis Enrique se ha encontrado con un problema seguramente troncal en todo equipo que asume la iniciativa del juego desde el balón y que se ha convertido en la razón principal para ser un equipo competitivo, fiable y dominante, y no es otro que lograr encajar el control con la profundidad. En su último encuentro de esta fase de grupos de la UEFA Nations League, el combinado español cayó con Croacia logrando ambos conceptos pero no al unísono. En la primera mitad tuvo la pelota pero la perdió mal y no creó ocasiones hasta los últimos cinco minutos. Y en la reanudación, España se quitó el abrigo, corrigió esa carencia… pero con un peaje mayor.

España visitó Zagreb con el último precedente, ante Inglaterra, por el fondo y la forma, bien presente, pero no lo pareció. La selección croata de Zlatko Dalic fotocopió el planteamiento inglés y dejó a España con su plan principal completamente interrumpido. Como hiciera Gareth Southgate, el conjunto balcánico se preparó para defender muy bien el ancho del campo, dejando sin progresión la circulación española en los carriles exteriores, mientras que por dentro se aseguró que la construcción del juego corriera a cargo de los centrales, con los interiores fijando entre líneas o viniendo a recibir cuando la elaboración se horizontalizaba o se frenaba al llegar a los costados. En esa situación, Modric y Rakitic, manuales posicionándose y mordiendo en la fracción de tiempo exacta para incomodar al bloque español, conseguían robos altos, dejando a seis o siete jugadores de España fuera del balance, activando así el apoyo o carrera de Rebic y las conducciones en aclarado y a campo abierto de Kramaric, por derecha, y Perisic por izquierda.

Dalic calcó el planteamiento de Inglaterra… y volvió a ganar

El plan era idéntico al inglés, que martirizó a España con robos en el sector izquierdo y transición desde Kane a Sterling o Rashford. De ese modo, Croacia expuso la dificultad que está encontrando España para hacer progresar la circulación, generar un contexto de profundidad y defensa en campo contrario. Las dificultades de España para corregir metros a su espalda son claras. Los cinco últimos hombres tuvieron que defender a jugadores, nuevamente, mucho más físicos, explosivos y agresivos, un tipo de atacante que no pueden sostener con continuidad. España necesita el balón para dotar de control al partido y de profundidad a su ataque. Pero en esa primera mitad, no lo consiguió.

En la alineación, Luis Enrique había sorprendido, o no tanto, cambiando de sector a Ramos e Iñigo. El vasco, zurdo, pasó a dicho sector, mientras Ramos se colocaba, por primera vez en muchísimo tiempo, en el diestro. A nivel de salida y gestión del balón, la medida era tan novedosa como relevante. Desde la izquierda, Ramos suele construir, junto al lateral, el interior y el extremo, un lado fuerte para volcar lo producido a zonas vacías, pero Inglaterra primero y Croacia después defendieron muy bien el ancho. La medida, que guardaba un potencial cambio de orientación del sevillano sobre Alba, no tuvo trascendencia en lo táctico. España encontró muchísimos problemas para girar las líneas croatas.

España tuvo muchos problemas en transición defensiva

En esa circulación, constaron detalles de cierta precaución, situándose Busquets a la derecha de Ramos, con Saúl como falso mediocentro. Las dificultades del atlético para colocarse a la distancia adecuada, recibir y suministrar a los mediapuntas, se notaron, y Ceballos, Rodrigo e Isco nunca vieron el juego de cara recibiendo a la espalda de Brozovic. Sólo Iago Aspas con un desmarque profundo de dentro hacia fuera, le dio a España presencia en el último tercio. Croacia estaba muy cómoda, brillando en su plan. Se estaba percibiendo a la subcampeona del mundo. Sin embargo, España había logrado en los último quince minutos instalarse más arriba, sumando segundos a la posesión, una continuidad que Croacia entendió como tramo concreto y redujo la altura defensiva quince metros, eliminando el espacio entre líneas y concediendo metros a Saúl, Busquets y Ceballos.

Tras el descanso, la cosa cambió profundamente. El partido se abrió por lo que el marcador iba dictando y por las decisiones tomadas por Luis Enrique. El asturiano dio el mando total a Dani Ceballos en la base y en la mediapunta, con completa libertad. Su tremenda personalidad y responsabilidad con el juego dieron a España un chute de oxígeno y estímulo. La entrada de Asensio y Suso, además, puso mordiente al ataque, aprovechando los espacios que el encuentro estaba dejando. El control no fue una opción y en el ida y vuelta cualquiera pudo llevarse la victoria. Se la llevó Croacia, seguramente porque en el cómputo pudo ahogar el plan A de España, obligando a cambiar las cosas y tener que competir sin lo previsto en los inicios.


2 comentarios

  • AArroyer 16 noviembre, 2018

    Lo de España ya se puede entender como un problema real y no como un accidente o un mal planteamiento. Por las particularidades/momento de forma de algunos jugadores y por la calidad de la circulación, el plan tiene fisuras. Sobre todo cuando se da un pase interior a un mediapunta o interior avanzado, en ese segundo la posesión es frágil, la jugada no progresa y no se ganan situaciones para cambiar el ritmo o llevar la jugada hacia fuera para tejer superioridades que te permitan someter al rival.

    Y cuando España pierde la pelota, el campo es una pradera para correr. E Inglaterra y Croacia tienen auténticos aviones. La recepción del '9' siempre está lejos de los centrales, que además tienen a esperar o recular en lugar de estar encima o cerca del más adelantado, y a la espalda de los laterales, que son la amplitud, se genera un espacio donde rompen los jugadores de más calidad del rival. Dalic hizo el mismo planteamiento que Inglaterra. Es que además fue un auténtico calco. 4-1-4-1 pero con los interiores deshaciendo la línea para presionar y no para guardar el espacio. Acosando la recepción del interior, buscando robar ahí, porque España es muy previsible en ese escalón de la jugada.

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  • AdrianBlanco_ 16 noviembre, 2018

    Qué frío me volvió a dejar el partido de España en líneas generales. Muy previsible en ciertas zonas, redundando en algunos pases y demostrando una fragilidad tremenda tras pérdida. Algo va a tener que ajustar Luis Enrique, porque el bloque, como en el Mundial, se sigue partiendo con muchísima facilidad.

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