Al Leganés de Mauricio Pellegrino le está costando coger carrerilla. El cuadro pepinero, último a estas alturas del campeonato, cayó anoche en el Benito Villamarín después de derrotar al FC Barcelona entre semana. Y lo hizo -tras un derroche defensivo que se extendió durante todo el encuentro- repitiendo el mismo plan -y casi los mismos hombres- que ante los de Valverde. Un pragmatismo súper palpable a través del cual, con tan solo Youssef En-Nesyri arriba, el Leganés trató de hacerse fuerte ordenado en un bloque medio-bajo. Un 5-3-2, por ponerle cuerpo, con el que Pellegrino trató de ponerle piedras, palos y chinchetas al circuito asociativo del Betis, al igual que ya había hecho con el de los azulgranas. Un sistema que, como avalan los números, ha llevado al Leganés, que ya de por sí es el equipo con menos posesión de todo Primera, a alcanzar sus propios mínimos, cierto es que ante FC Barcelona (el 1º en este registro, según OPTA) y Real Betis (2º), en estas dos últimas jornadas: 22.31% y 17.89% ante los de Valverde y Setién, de forma respectiva.
El Leganés es el equipo con menos posesión de Primera: 34.83%
En esta idea de priorizar el control de los espacios sobre el del esférico, el Leganés está basando su participación en los partidos en una conducta de lo más cartesiana, con el marroquí en punta. Recupera -cuando lo hace- para salir rápido a la contra y, dado que no tiene intención alguna de presionar los primeros pases del contrario, el bloque va perdiendo altura de manera progresiva con el paso de los minutos. Algo que ya le ocurrió ante el FC Barcelona, que repitió anoche ante el Real Betis y que, para colmo, ya había venido repitiendo ante Villarreal, Eibar o Athletic. Una conducta que, más allá de tener al equipo más lejos del área rival, encuentra su efecto en dos nombres muy concretos: Rubén Pérez y Óscar Rodríguez. Dos futbolistas que, como si fuesen el termómetro de la propuesta, representan bien lo fino que ha querido hilar Pellegrino en los dos últimos encuentros; en los que, como decíamos unas líneas más arriba, la posesión ha decrecido con respecto a la media pepinera (34.8%). Rubén y Óscar han notado esta nueva tendencia.
En el caso de Rubén Pérez, por empezar por uno de estos dos, fue especialmente significativo el número de pases que completó en el Villamarín. Según la base de datos de Sofascore, el de Écija tan solo completó 10 (de 20) envíos y un solo (de 8 intentos) desplazamiento(s) en largo. Unos guarismos que, contextualizados dentro del plan de Pellegrino y el guion que propuso el Betis, no hacen sino reflejar cómo está siendo la realidad en la que se viene moviendo el Leganés. Más si estos, por darles algo de forma, son comparados con los registros del propio Rubén hasta la fecha: en los que, incluidas estas dos últimas jornadas, el andaluz se viene moviendo en los 30-35 pases (con un 78% de acierto) por encuentro. Una distancia que, sumada a la de la posesión del equipo y antes de entrar a valorar el juego de Óscar, sirve para ponerle nariz, ojos y boca a una estrategia que se ha venido quedando corta.
Los casos de Rubén Pérez y Óscar son realmente significativos
El otro ejemplo es el de Óscar Rodríguez. El canterano del Real Madrid, autor del segundo y último tanto que certificó la remontada ante el Barcelona, fue otro de los que tuvo poca trascendencia ante los de Setién. Y la que tuvo, como ocurre también con el mediocentro, quedó orientada a darle fondo y forma a una propuesta de la que será muy difícil, por no decir imposible, que Óscar consiga lucir más allá de su magnífico golpeo con la pierna derecha. Pues en esas, jugando desde la izquierda y teniendo que recortar hacia dentro, es verdad que el Leganés podría tener en su golpeo un buen instrumento para acercar al área a Carrillo, Santos o el propio En-Nesyri. Aunque para ello es de vital importancia que Pellegrino, antes, consiga dibujar un método que, sin tener que exponerse demasiado ni tampoco exigirle al marroquí galopadas de 50-60 metros hasta la portería contraria, lleve a todos estos nombres -junto a los de El Zhar y Rolan- a compartir más cosas -que seguro las tienen- que un espíritu aventurero que por ahora, más allá del triunfo ante el Barça, no está haciendo más que desnudar estas carencias.
AdrianBlanco_ 1 octubre, 2018
Más allá de su victoria ante el Barça y de que aguantase vivo anoche en el Villamarín, no me acaba de convencer este Leganés. No existen patrones claros de juego, el equipo -tengo la sensación- se deja llevar muchos minutos; y eso, por norma general, se acaba pagando. No sé cómo lo estáis viendo a vosotros. Pero muchas cosas, creo, debe ajustar Pellegrino.