La unión entre Asier Garitano y la Real Sociedad es la de dos puntos de partida diferentes aún por encontrarse. Los rasgos que mejor han definido el trabajo del primero y los últimos y numerosos proyectos de los segundos difieren en cómo afrontan diferentes escenarios, tanto a nivel de planteamiento como de respuesta competitiva a un escenario de superioridad o inferioridad en el marcador. En ese espacio de tiempo en el que se comparten puntos de vista y se asimilan las nuevas ideas, el conjunto donostiarra recibe al Fútbol Club Barcelona, en el nuevo y remodelado Anoeta, sin haber encontrado el punto a sus transiciones, un momento del juego en el que, sobre todo en partidos ante equipos grandes, se hace más necesario que nunca.
Para detenerse en el momento en el que la Real recupera la pelota y comienza a ocupar espacios a la contra para correr, debe anotarse lo que está intentado hacer en defensa organizada, tanto en la salida del rival como en campo propio, en el repliegue más pasivo. Los txuriurdin van sumando experiencias, minutos y partidos en los que deben responder de manera automática cuando el rival asume una salida en corto o recupera la pelota en el primer tercio del campo. Ahí, Garitano busca recuperar hombres para la retaguardia, permite que el rival se ordene para ordenarse él sobre su mitad del terreno, es decir, ante la pérdida hay más repliegue que presión tras pérdida, sobre todo fuera de casa. Y una vez sus hombres se ubican, combina dos alturas defensivas, dependiendo de cómo se comporte el rival y de la calidad que atesore para dominar y rodear al rival.
La defensa del área puede preocupar a Garitano
Como era de esperar, Garitano está buscando una constante simetría defensiva cuando cede la iniciativa. Guardar el espacio antes que robar la pelota es su idea principal pero por el momento su equipo no está logrando la fiabilidad deseada en la altura defensiva que caracterizó y vistió de autor el sistema que Garitano articuló en la madrileña ciudad de Leganés. La baja de Diego Llorente, muy sensible, por su capacidad para liderar zagas que se mueven y fluctúan con inteligencia para proteger tanto su espalda como la zona de entre líneas, ha sido un contratiempo que necesitará solucionar Garitano de la mejor manera posible. La defensa del área por parte de Elustondo, Héctor Moreno y Theo Hernández está dejando a deber un punto de agresividad y atención que ante las mejores delanteras de la Liga y pasando mucho más tiempo defendiendo, será de vital importancia tener que mejorar.
El otro punto que asoma cuando se analiza el juego de transiciones del conjunto realista es su organización con la pelota. La mencionada simetría ha llevado a Garitano a utilizar a Zubeldia como compañero y escudero de Asier Illarramendi, cubicando en banda a Mikel Merino, David Zurutuza y Mikel Oyarzábal en los costados. Si bien Zaldua y Theo pueden sumar mucha profundidad e incorporación, la ocupación de los espacios y los roles ofensivos cuando la pelota pasa a ser suya, no está encontrando la manera de poner a correr al equipo o de asentarlo con continuidad. La plantilla, habituada a expresarse desde la pelota, también tiene capacidad y gusto para hacerlos desde el espacio y un jugador que dañe entre líneas y que reciba a espaldas de los medios del rival se antoja absolutamente vital para dar oxígeno a la recuperación. Más que el resultado, será mucho más destacable ver cómo ajusta Garitano dos dudas que van de la mano.
AArroyer 101p · hace 338 semanas
Nico · hace 338 semanas
¿Puede ser que la falta de desborde y velocidad, en resumen, de extremos, sea un problema en ataque que también afecte a la hora de defender?