El fichaje de Álvaro Odriozola por el Real Madrid llamó la atención por la confrontación directa en la que el joven canterano de Zubieta iba a entrar con Dani Carvajal, uno de los grandes gigantes del momento en la posición de lateral derecho. Su incorporación, y más contando la plantilla con un jugador como Nacho, capaz de suplir con garantías al ‘2’, presentaba una interrogante con respecto a una continuidad en los partidos que en San Sebastián tenía garantizada.
Sin embargo, su llegada obedecía a una necesidad de la plantilla que a priori debería darle bastante margen en cuanto a protagonismo. El Real Madrid tenía que ‘clonar’ la aportación de Dani Carvajal, tanto para suplir una eventual baja del canterano merengue, como para que la rotación mantuviera su sistema táctico. Si bien es cierto que el proyecto de Julen Lopetegui sólo está en sus primeros pasos, los principales cracks del campeón de Europa, por sus características y calidad, prácticamente ponen el tren sobre los raíles.
Kroos, Marcelo y Sergio Ramos ‘mandan’ en el desarrollo del sistema
En los últimos años, el Real Madrid ha mostrado una tremenda seguridad en su salida de pelota. En un fútbol donde cada vez más equipos enfocan su plan defensivo a presionar en campo rival, y sobre todo, en el caos que provoca en la Liga de Campeones la sensación de quedar eliminado, donde el rival proyecta muchos futbolistas en la presión con el objetivo de forzar el error, la templanza y sobre todo, la calidad de los futbolistas merengues ha marcado la diferencia a su favor en las noches más delicadas.
Para que esto se haya convertido en patrón, el Real Madrid hizo pilar el triángulo formado por Sergio Ramos, Kroos y Marcelo. Ramos siendo referencia en el primer pase, Marcelo ganando altura para recibir abierto o incluso en el carril interior izquierdo, y Kroos ocupando la posición de lateral izquierdo para filtrar pelotas entre las líneas rivales. Tres piezas que han provocado que el perfil zurdo del equipo blanco sea sinónimo de control, sumando lógicamente la aportación de piezas más ofensivas con su balanceo hacia ese mismo lugar, como Benzema, Isco, o la alternativa de un Dani Ceballos que también disfruta orientándose hacia el interior del terreno desde ese sector.
El Real Madrid asienta su posesión sobre el costado izquierdo
La capacidad de cambio de orientación de los tres futbolistas citados permite al Real Madrid atacar el lado débil con continuidad, pero obliga a que el lateral derecho trace de forma constante un movimiento de ruptura muy largo y potente. En ocasiones ese pase cruzado se produce con el rival a media altura, por lo que la carrera debe ser larga y la velocidad sostenida muy alta, y en las ocasiones en las que se hacen rupturas más cortas, cuando el rival está replegado, el lateral derecho necesita arrancada y potencia cuando empieza la carrera desde parado.
Son dos características que por supuesto, encajan de maravilla con Dani Carvajal, y que no sólo pueden suplirse con la incorporación de Álvaro Odriozola, sino que en algunos aspectos se potencian, ofreciendo el canterano de la Real una dura batalla al titular blanco. El nuevo lateral merengue tiene una carrera absolutamente devastadora, tanto en distancias cortas como en otras más largas, de modo que el Real Madrid se garantiza, salvo baja de ambos a la par, mantener un aspecto clave del sistema en cualquier escenario.
La salida de Cristiano Ronaldo también exige siempre profundidad al lateral derecho
No cabe duda de que Nacho se ha mostrado como un zaguero que puede suplir con garantías una baja en posición de lateral derecho, pero ahora más que nunca el Real Madrid necesita una referencia constante en posición de extremo derecho, y la explicación está en la figura de Gareth Bale. Hasta el momento, Cristiano Ronaldo era quien amasaba casi la mitad de los remates totales del equipo, algo que lógicamente conseguía rellenando el área de forma constante. El portugués permitía que durante mucho tiempo, el Real Madrid diseñase un patrón de ataque con dos extremos en los picos del área -Bale en la derecha y Benzema o el propio Cristiano en la izquierda-, con la garantía de que el luso acabaría la jugada en zona de remate. Es decir, si Bale esperaba en banda, la opción de gol seguía presente.
Sin embargo, sin Cristiano Ronaldo, Gareth Bale tiene que jugar siempre suelto. A él el cuerpo le pedirá muchas veces acercarse a la pelota, pero ya estamos viendo que Lopetegui le demandará pisar área para ser él el que finalice la acción. Si el Real Madrid apuesta de forma regular por Nacho como alternativa en el lateral derecho, perderá ese movimiento vertical que se hace clave tanto en situaciones de transición para cambiar de orientación sobre ese perfil, como en el ataque organizado, donde el galés no puede de forma sistemática quedar clavado en el perfil derecho, ya que el equipo le necesita finalizando la jugada en el corazón del área. La zona en la que gestiona el balón el Real Madrid y la nueva realidad de Bale, que ha pasado a ser el jugador del que más depende el equipo para encontrar el gol, explica el fichaje de Odriozola y pone en contexto la trascendencia de la figura del lateral derecho para Lopetegui.
Albert Blaya Sensat 29 septiembre, 2018
Muy buen artículo, David. Y lo mal que está defendiendo el Atleti los costados puede condicionar aún más ese cambio de orientación, aunque sin Marcelo los del Cholo deberán tapar "el primer pase" hacia Kroos y tendrán mucho ganado ahí.
Dani Carvajal es, en cierto modo, el que le permite a Lopetegui plantear lo que plantea, el motor físico de su plan.