Irán – España: El viento nos llevará | Ecos del Balón

Irán – España: El viento nos llevará


Admirado en todo el mundo, el fútbol de la Selección Española se ha caracterizado por llevar el toque y la circulación de balón hacia lo sublime. Un estilo que tenía nombre y apellidos, los de Xavi Hernández, pero que continúan desplegando los Iniesta, Silva, Isco o Thiago de forma intuitiva, prácticamente con los ojos cerrados. En el problemático debut del Mundial apenas bastaron unos pocos minutos de lucidez con la posesión para remontar hasta en dos ocasiones a Portugal, abriendo el campo en uno y otro sentido, cambiando constantemente la dirección del juego, pero también combinando en corto en espacios reducidos hasta encontrar el espacio al gol.

Una idea del fútbol que hace del zig-zag, el camino más largo y enrevesado, su hoja de ruta hacia la portería rival. Planteamiento que encuentra su insospechada resonancia en las imágenes repletas de carreteras sinuosas de las que está plagada la obra de Abbas Kiarostami. Senderos que recorren los personajes de El viento nos llevará (1999) en coche o en moto, pero que nosotros observamos desde la distancia, contemplando su travesía por el paisaje, escuchando sus conversaciones, su divagar. Porque lo importante fue siempre el camino, y nada como un Mundial como para recordárnoslo.

Fallecido en 2016, el influyente cineasta iraní fue el gran renovador de las formas cinematográficas en contacto con la realidad. Fruto de esa puesta en común surge la relación que establece entre un director de cine y un niño repleto de curiosidad, la misma que mantiene España con el balón para jugar, sorprenderse, sorprendernos y nada más. Precisamente lo que tratará de evitar Irán, la diversión. Los de Queiroz se han ganado fama de duros, pero son lo suficientemente disciplinados y tienen velocidad arriba para aprovechar los espacios que los de Hierro permitieron contra Portugal, y que tan bien supo aprovechar Cristiano Ronaldo, canalizando el ataque de su equipo como pocas veces le habíamos visto en los últimos años.

Seguro que Jahanbaksh y Sardar Azmoun han tomado buena nota, no deberíamos desestimar su peligro a la contra fácilmente. Aunque como una secuencia reveladora de El viento nos llevará nos sugiere, la pelota está en nuestro tejado. Cuando el Telstar 18 comience a rodar nos recordará al poético movimiento que lleva a cabo una manzana en la película, deslizándose delicadamente hasta caer en manos de un niño. Que Kiarostami se fijara en ese detalle nos señala la esencia de la vida y el deporte, la noción de que no somos más que seres mecidos por el viento y la corriente. Mientras la Selección siga el espíritu que le ha traído hasta aquí, a buen seguro podremos sentarnos a disfrutar.


1 comentario

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  • AArroyer 20 junio, 2018

    Siempre es un placer tener con nosotros a Gonzalo y Antonio. La experiencia de otros eventos me encantó. Hay un archivo muy chulo sobre la relación fútbol y cine hecho por Revista Magnolia en Ecos http://revistamagnolia.es/tag/ecos-del-balon/

    Imposible no relacionar el cine iraní con su gran maestro. Filmografía muy extensa pero me gustó mucho 'El sabor de las cerezas', pero no he terminado de continuar viendo cosas suyas, así que tendremos que seguir con 'El viento nos llevará' :)

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