La Sociedad Deportiva Éibar es uno de los equipos más característicos del campeonato español. Uno podría pensar que, en sentido estricto, cada equipo es único, que no hay dos iguales y que todos se forman y se desarrollan por futbolistas e ideas que les distinguen, pero seguramente sean los armeros quienes más distancias toman con sus posibles semejantes. No hay en España un equipo como el Éibar, desde sus condicionantes sociodeportivos hasta sus rasgos tácticos más identitarios. Un año más, en zona tranquila y desde el perfeccionamiento de su modelo, entrezmezclando ideas con nombres propios, sin desequilibrios en cuanto a importancia, José Luis Mendilibar ha vuelto a lograr que el Éibar no dude. Su mayor título es que nadie se cuestiona la idea.
Y podría entenderse que por momentos pudiera surgir alguna contradicción. Mismamente, en enero de este año, llegó a Ipurúa Fabián Orellana, un mediapunta que en sus mejores años jugaba a un ritmo muy alto, de la mano del ‘Toto’ Berizzo en Vigo, pero llegando a tierras vascas algo difuminado y más pausado que eléctrico. Para el Éibar, un conjunto construido de una manera más diferente que común a lo que podría ser un equipo de Orellana, la llegada del chileno fue una oportunidad para retroalimentarse. Porque lo esencial, era inamovible. Y lo ha sido, una vez más, durante la temporada 2017-2018. Más ‘Mendiléibar’ que nunca.
El centro lateral, su rasgo más identificativo y productivo
En una reciente entrevista reciente con la revista Panenka, Mendilíbar explicaba lo directo del fútbol del Éibar, una secuencia tan simple como efectiva que tiene su razón de ser en un campo que se abre para luego cerrarse y no dejarte jugar con comodidad:
«(…) El balón al final atrae. Los defensas se fijan más en el balón que en el rival. El rival te hace un movimiento y el central puede llegar a interpretarlo, pero al segundo movimiento ya no le hace ni caso. Siempre les digo a los defensas: ‘hay una cosa en el terreno de juego que no se mueve nunca, la portería’. Por lo que siempre tengo que darle la espalda. El defensa tiene que estar viendo todo lo que llega, e incluso al mejor central del mundo le cuesta marcar un centro lateral porque el delantero llega en ventaja, pues es el que empieza el movimiento y obliga al defensa a adaptarse después. Si el balón va donde el delantero, el defensa poco tiene que hacer. Con buenos movimientos y buenos centros al área puedes llegar continuamente, y esto sirve para para acostumbrar a tus jugadores del centro del campo a llegar al área, pues llegando y no estando siempre pones en dificultades al rival. Es la forma más sencilla de crear peligro. Llevo 25 años entrenando, desde Preferente vengo haciendo lo mismo».
En este sentido, los datos detallan nuevamente cómo se ha explicado el juego de Ivan Alejo, Takashi Inui, Kike García, Sergi Enrich, Dani Garcia o Joan Jordán. La SD Éibar es el equipo de la Liga que más robos produce en campo contrario, por encima del Fútbol Club Barcelona. En el último cuarto de campo, su presión y su dominio de la segunda jugada en la frontal explican dónde y cómo recupera y opera con la pelota el conjunto armero. Para ello siempre tiene dos maneras de salir jugando, una como alternativa a la contraria. En primer lugar, sus recepciones en banda están garantizadas en dos alturas, la del lateral y la del extremo, y siempre que se recibe se debe mirar hacia delante, es decir, rara vez el que recibe lo hace y luego piensa, sino toca muy rápido para cruzar divisoria y tener ventaja en la segunda altura, la de Alejo o Inui.
La segunda jugada, garantizada desde su salida de balón
Si en los costados el rival ha enfocado una defensa de igual intensidad y número, para que los extremos no jueguen de cara y se logre un cambio de orientación, la doble punta trabaja en el balón aéreo para que el poseedor encuentre una manera de escapar de la presión y buscar la jugada posterior al envío en largo. Todo tiene que ser muy rápido, no pararse ni esperar. Cuando el balón llega a banda y se acelera, es muy raro que se produzca un pase atrás para juntarse. Son los medios los que han de sumarse en la frontal para permitir un segundo ataque una vez se gana la profundidad. Y es así como, a pesar de que todos conozcan su juego y todos se adapten cuando visitan Ipurúa, el Éibar sigue siendo un equipo único.
Foto: Juan Manuel Serrano Arce
AArroyer 8 mayo, 2018
Qué buena la explicación de Mendilibar en 'Panenka'. El entrenador perfecto para la SD Éibar. Qué bien tienen todo medido.
Y qué bien lo explicó Garagarza en 'Caprica'.