
Los 16 puntos de ventaja con los que el Manchester City ha llegado a la jornada 31 de la Premier League ponen en contexto lo extraordinario del rendimiento que Pep Guardiola le ha sacado a sus futbolistas durante su segunda temporada en el fútbol inglés. El Chelsea llegó a la misma altura el curso pasado con 7 puntos de margen, y progresivamente y en orden descendente, el Leicester lo hizo con 5, el Chelsea de Mou, con 7, mientras que el Manchester City campeón con Pellegrini era tercero a tres puntos de la cabeza. La lectura es obvia: dominar con tanta suficiencia un campeonato como el inglés no ha tenido precedente moderno.
Los motivos son varios, pero más allá de la evidente realidad económica, donde un equipo como el Stoke City puede hacer frente al fichaje de Xherdan Shaqiri, o donde el colista del presente curso cuenta con Salomón Rondón, otro fichaje económicamente inalcanzable para equipos punteros de otros países, está un estilo de juego, culturalmente hablando, que deja mucho margen a la incertidumbre. Guardiola lo dijo en su primer curso: “Es difícil presionar porque los equipos salen siempre en largo”. Además, la verticalidad que predomina en el fútbol inglés obligaba a aprender a controlar las transiciones si de verdad se quería cambiar la duda por la certeza.
A Guardiola le sorprendió el fútbol inglés durante su primera temporada
Para combatirlo, Pep tuvo que tirar de cintura. Quizás hubiera sido más coherente con respecto a su idea tratar de doblar la apuesta por su plan básico de controlar el juego a través de la pelota y las recuperaciones en campo contrario, pero sin embargo tomó la decisión de adaptarse al medio. Basta con analizar la apuesta de verano, donde se ficharon tres laterales y un portero –además llegó Laporte en el mercado invernal- y sólo el fichaje de Bernardo Silva, que fue absolutamente clave en la eliminación del equipo skyblue en la pasada edición de la Liga de Campeones a manos del Mónaco, parecía tener más sentido con respecto a la evolución de un proyecto más «guardiolista».
En primer lugar, Ederson era una forma de adaptar el modelo de juego al fútbol inglés. Indiscutiblemente, Claudio Bravo era perfecto para afrontar con 11 futbolistas la gestión de la pelota. El chileno se adaptaba perfectamente a la gestión de situaciones en salida de balón de tres contra dos, dos contra uno, o lo que surgiera, y por supuesto representaba un seguro para saltar líneas rivales y encontrar jugadores liberados a mayor altura. Sin embargo, la gestión del área en el siempre exigente campeonato inglés pesó demasiado al guardameta chileno, y con la incorporación del ex del Benfica, Pep perdía creatividad y criterio en salida, pero ganaba presencia física en el área y, lo más importante, mantenía un portero con solvencia bajo palos.
Resuelto el tema de la portería, el siguiente paso era gestionar de una forma más eficaz las transiciones desde el ataque a la defensa. Quedó claro que en su primera temporada, la intención era diseñar una estrategia similar a la vista en Barcelona y Múnich. En Alemania vio cómo su idea, sin Xavi e Iniesta, debía de ser reformulada, y empleó a Lahm y Alaba en un rol interior que le permitió acercarse al control buscado. En Manchester, sin embargo, decidió hacer una serie de ajustes menos enfocados al dominio a través del balón, y sí aceptando la realidad de la liga inglesa. Los fichajes de Mendy y Walker, el rol de Fernandinho y la fijación por dar a Kompany un rol más protagonista en determinados contextos y a pesar de sus problemas físicos, son algunos pilares sobre los que explicar el éxito.
Por primera vez, Guardiola ajustó su defensa teniendo en cuenta lo que el rival haría con la pelota
La fijación de Pep por incorporar a Kyle Walker, un jugador bastante limitado en la circulación de balón y sin demasiada creatividad en el último tercio, estaba totalmente relacionado con su explosividad y velocidad. Después se vio cómo en ataque, la intención era tener dos alternativas en los laterales para ensanchar el ataque a través de rupturas sobre la línea de cal, bien si la banda liberada en la ofensiva era la derecha o la izquierda. Sin embargo, lo que iba a aportar el ex del Tottenham era, sobre todo, velocidad para controlar las transiciones rivales. Hemos visto a lo largo de la temporada muchas situaciones en las que su explosividad ha apagado fuegos que, bajo la gestión del balón, no se conseguían reducir.
El papel de Fernandinho como pivote también se ha enfocado a la defensa de la espalda de sus dos laterales, y el brasileño ha multiplicado sus ayudas para frenar contragolpes rivales. El rol de Mendy también hubiera ayudado en esta circunstancia, pero su lesión –que a la postre ha acabado matizando el sistema de juego del equipo en el presente curso- limitó la capacidad de recuperación también en el perfil izquierdo. A todo ello se sumó la figura de Kompany, indiscutiblemente el jugador más capaz a la hora de gestionar las salidas directas del equipo rival, que sin tener un rol titular ha sido importante a la hora de mantener el ritmo ganador del equipo en el torneo local, y de terminar de darle forma a los ajustes defensivos de Guardiola.
En ataque, la evolución del Manchester City es aún más significativa
Apuntalado el plan defensivo, la gran obra de Pep en Inglaterra ha estado asentada en su plan de ataque. Las bandas asimétricas, la explosión de Leroy Sané, la superior fiabilidad anotadora de Raheem Sterling, y sobre todo, las figuras de David Silva y Kevin de Bruyne, explican el excepcional rendimiento del equipo este curso. La lesión de Mendy fue en principio un verdadero problema dado el rendimiento del francés en el arranque de la temporada, pero también provocó que los nombres de Delph e incluso, y de forma totalmente sorprendente, Zinchenko, terminasen de dar forma al circuito de salida y el posterior asentamiento en campo rival.
Walker ha venido siendo el hombre que ha ensanchado el ataque por derecha, mientras que el lateral izquierdo ha ocupado el rol de interior izquierdo, lo que ha permitido a David Silva jugar como ‘10’, siempre dando opciones por delante de la línea de la pelota. En derecha, Sterling acababa las jugadas, en muchas ocasiones, en el corazón del área, aprovechándose de que Leroy Sané fijaba su posición en banda en el otro perfil, desbordando y centrando al segundo palo. En esa estructura, De Bruyne encontraba mucho espacio en el carril interior derecho, tanto para recibir cerca de Fernandinho y tener protagonismo en el inicio del ataque, como para acabar con un movimiento de ruptura largo sobre ese sector. En al área, Gabriel Jesús y Agüero se han repartido muy bien el protagonismo, si bien es cierto que como pareja no ha terminado de funcionar y que quizás haga falta un plus del brasileño para el asalto a la Champions.
La forma en que Guardiola ha potenciado a todas sus piezas explica el fantástico rendimiento del equipo, y la adaptación conseguida con esos detalles en defensa le ha permitido que tener jugadores con tendencia a tomar decisiones equivocadas, como puede ser Sterling o un Sané obligado a intentar el desborde de forma constante, se haya visto compensado. Ahora, y sobre todo después del tremendo varapalo que supuso la derrota en Anfield en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, toca que esa jerarquía mostrada en el campeonato local se traslade al fútbol europeo, algo que quizás se tenga que asentar en que los jugadores más jóvenes de la plantilla ganen una experiencia imprescindible para competir en el primer escalón europeo.
Es pinxo · hace 361 semanas
Pd. El gol, el punto de inflexión es el gol, el fichaje de un finalizados top 5 mundial. A ver que ficha después del mundial
Andrés · hace 361 semanas
AArroyer 101p · hace 361 semanas
A mí lo que me sigue pareciéndome extraordinario es cómo impregna todo a su alrededor de su manera de entender el fútbol. Su trabajo a la hora de transmitir, convencer y alinear al jugador con las ideas que creen que son las más competitivas, es innegable.
En Champions los tiene muy muy complicado pero veremos, si sucede finalmente, así, cómo se despide y qué ultima idea tiene preparada.
Santiago Estrade · hace 361 semanas
Faetón · hace 361 semanas
Dicho esto, creo que en sus ultimas eliminaciones de champions, los equipos de guardiola no han sido capaces de competir a 180 minutos, siempre han tenido 45 o incluso 90 minutos que han terminado lastrando su techo en eliminatorias. Ahora, si hay algún entrenador capaz de ilusionar a los suyos con levantar tres goles en contra, ese es Guardiola.
Fisher(Alexvidal93) · hace 361 semanas
Entiendo que esto fue a priori. Por que visto el rendimiento diría que Ederson está por encima de Bravo es cuanto a juego de pies tanto en largo como en corto. De hecho en largo creo que es superior a Ter Stegen por ejemplo.
La idea base no ha mutado, pero hay ciertos aspectos que han evolucionado en su juego con el tiempo. Iniesta de interior izquierdo nunca jugó a la altura que juega Silva ahora por ejemplo. Normalmente su ataque está enfocado a finalizar por dentro pero realmente donde se genera la ventaja es por fuera con los extremos. Antes esto ocurría con los laterales en FCB, pero creo que en ManCity está formula la está explotando al máximo sobretodo en el perfil izquierdo con Sané.
Luego está el continuo estudio y creación de mecanismos nuevos para conseguir ventajas, como el el segundo gol vs Everton el otro día. Mecanismo en saque de puerta en que medios y defensas vienen a pedir en corto para así generar un hueco en el medio en el que aparece Sané y se genera la jugada del gol.
Ya no se trata de ganar o perder, si no buscar y encontrar continua soluciones ante los problemas que genera el fútbol actual y los continuos cambios, y en eso no hay otro igual.
Creo que con el City si ha conseguido que los 11 jugadores entiendan y apliquen el juego de posición casi a la perfección, cosa que con el Bayern por los perfiles de extremos que tenían y otros aspectos no llegó a conseguir con "Robbery".
Captain14 · hace 361 semanas
Saca lo mejor Guardiola de De Bruyne?
Sí lo ha mejorado como jugador. Pero... Le permite ser el mejor jugador que puede ser?
Es que yo mismo a veces veo en De Bruyne mucho más y a veces me lo creo menos
AArroyer 101p · hace 361 semanas
Yo creo que la evolución de De Bruyne tenía muchos visos de ir por esta senda. Hoy en día le evolución del futbolista va en participar en más momentos de la jugada. Van de delante a atrás en el campo. Y Guardiola no cuenta con un centrocampista con tanta posibilidades como Kevin. No podía hacer esto con otro. Está claro que el belga es pura determinación, pero personalmente no veo que haya cortado su techo sumándole tareas.
Larios84 74p · hace 361 semanas
Lo que si creo que le falta al City, al menos para llegar más lejos es que cuaje una pareja de centrales para hacerse fuertes atrás, así como un delantero diferencial realmente, ya que pese a tener un nivel medio de plantilla alto, no tienen arriba un Neymar, Bale, Griezmann, M´Bappe, Cristiano , Messi, etc...; por calidad si lo tienen, pero el Kun no ha dado ese nivel por lesiones o por desconexiones en días grandes, al menos en contexto eliminatorias europeas y selección
Santiago Estrade · hace 361 semanas
El tema de la salida en largo es muy interesante, porque creo que es lo que siempre le ha faltado a Guardiola en su equipo: un Guardiola. Un pivote que te rompa una o dos líneas con un pase interior. De hecho, era la base del libreto de Cruyff y una de las teóricas razones por las que se supone que salir en corto beneficia al juego de posición. Arrastre de la primera y segunda línea de presión rival y filtrado al punta para la descarga.
En el tema de los extremos, pienso que tanto en Barcelona como en Munich se encontró muy condicionado por la jerarquía de las piezas que tenía. A Messi o Neymar, ni Robbery los podía fijar en banda. Pero siempre era algo que buscaba (Villa, Pedro, Costa, Coman). Ahora Sané, que rinde mejor tanto en desborde como cara a gol a pie natural, le permite explotar todo el potencial de la idea.
Joxxxe · hace 361 semanas
Joxxxe · hace 361 semanas
Joxxxe · hace 361 semanas
Joxxxe · hace 361 semanas
Santiago Estrade · hace 361 semanas