Fue una victoria labrada hasta el paroxismo de un conjunto que activó todos sus mecanismos de defensa y supervivencia, sustentados en una calidad táctica y física de primer nivel. El Getafe de Pepe Bordalás acabó con el invicto del Valencia depurando su propuesta, obligada a expresarse en inferioridad numérica. De la mano de un inmenso Jorge Molina y del sempiterno Djené Dakonam, el Coliseum acompañó hasta obrar un teórico milagro que no pareció tan lejano viendo cómo fue reaccionando desde la expulsión de Mauro Arambarri.
Hasta ese momento, el partido fue de constantes getafenses. Con su defensa agresiva y su orden en mediocampo, los hombres de Bordalás plantearon un encuentro de una disputa continua en mediocampo. Junto a un césped irregular, el valencia encontró muchos problemas para trenzar jugadas y lograr dar cuatro pases consecutivos. Cada apoyo de Rodrigo y cada balón aéreo de Zaza tuvo respuesta azulona, siempre determinante en cada acción defensiva. Desde esa idea, el Valencia nunca encontró una ventaja potencial, desconectando el pase interior de Parejo a Moreno. Pereira, sustituto de Guedes, no encontraba la mediapunta y el ritmo fue sonriendo a los locales: poca precisión en el pase, balón dividido, juego directo y poca claridad y dominio che.
Jorge Molina cuajó un partido soberbio en soledad y a la contra
En medio de ese ímpetu, con Molina avisando de lo que acabaría siendo una actuación sobresaliente, la roja de Arambarri articuló un encuentro de clara iniciativa valencianista con la pelota, con ciertas renuncias del Getafe, no sin mostrar una competitividad y una entereza elocuente y consecuente con el espíritu de un equipo que siempre se ha entendido, hacia dentro, y hacia afuera, como uno de esos conjuntos que entiende la competición como una continua suma de concentración, disputa individual, ninguna concesión e infinita fe en sus posibilidades.
Y es que a pesar de conceder metros y ceder esfuerzos que condicionaran la segunda mitad, el Getafe nunca dio sensación de flaqueza. Ajustando necesidades una vez Soler acompañó a Parejo en el mediocentro, con Kondogbia sustituido y Nacho Gil en derecha, los de Bordalás regalaron la frontal, comprimieron el área y confiaron en Jorge Molina y Ángel. Solos se bastaron para salir poco pero salir muy bien, una transición de dos hombres que encajó de maravilla en el contexto. El Valencia pudo adelantar a Parejo al balcón del área, y el cerebro che respondió pero Djené, Bruno, Markel, Damián y un grandísimo Guaita en lo puntual y en lo general, cerraron un triunfo de equipo que, ante las máximas dificultades, estuvo lejos del precipicio.
Foto: JAVIER SORIANO/AFP/Getty Images
javi15195 67p · hace 385 semanas
Por cierto a mí me gustó especialmente Bruno, se hizo muy grande en el área cuando su equipo le necesitó.
MigQuintana 101p · hace 385 semanas
No para jugar de cara, obviamente, pero sí para hacer daño de espaldas. Sobre todo a centrales que prefieren otro tipo de delantero, como es el caso de los valencianistas a excepción, quizás, de Garay.
ignaciomonterocotan 15p · hace 385 semanas
Lo mejor es enemigo de lo bueno
AArroyer 101p · hace 385 semanas
Antonio Durán · hace 385 semanas
Es cierto que físicamente está mejor, pero yo creo que el mérito es de Bordalás. Primero porque Molina es el único jugador del equipo que se descuelga de la fase defensiva, y eso le permite guardar gasolina. En las segundas partes es habitual verlo caminando por delante de la divisoria mientras todos sus compañeros se cierran en 25-30 metros. Y segundo porque tiene alrededor a jugadores a los que lanzar. Amath, Ángel, Álvaro Jiménez, antes Shibashaki... Y lanzando la jugada Jorge no es que sea bueno, es que es buenísimo. Siempre lo ha sido, y ahora tiene esa experiencia de más que dice Arroyo. De todas formas, os doy la razón en lo físico, su mejoría es tremenda. Hacía años que no sostenía así los sprints.
Antonio Durán · hace 385 semanas
Alejandro Fer · hace 385 semanas
MigQuintana 101p · hace 385 semanas
Es una cosa loca lo de Djené.
Esta semana va a tocar escribir otro texto porque este chico no es ninguna sensación. Es muy bueno.
@Alejandro Fer
Coincido en lo de Soler. Sobre todo una vez da el paso Marcelino y le otorga más peso en la creación.