Sala de Prensa: ¿Cambiar o no cambiar?

Un riesgo aceptado

Pablo Machín: “Hemos hecho un partido redondo porque, además nos han puesto la dificultad añadida de hacer las cosas bien y, pese a ello, verte por detrás en el marcador. Muchas veces pueden aparecer esos fantasmas acerca de que siempre acaba la pelota en el mismo sitio cada vez que nos hacen un 3vs3, que sabemos que es algo que se va a dar muchas veces, porque nuestros carrilleros son prácticamente extremos. Pero, como he dicho, el equipo ha sabido tener calma, seguir con el plan preestablecido y hoy sí que hemos jugado, competido y ganado”.

El Girona de Pablo Machín exhibió todos los fundamentos de su 5-2-2-1 en un partido en el que fue superior futbolísticamente al Real. Los de Machín hicieron muy pequeño el campo con su presión, incidieron sobre los puntos más débiles del Real Madrid de forma muy constante (Maffeo vs Marcelo) y, cuando lograron remontar el encuentro, resistieron de forma impoluta en el área gracias a un gran Bernardo Espinosa. El planteamiento del Girona, como es habitual, siempre pendió de un hilo hasta dicho 2-1. La concesión de 3vs3 permanentes está aceptada tanto en el día a día como en los encuentros ante los máximos favoritos por parte de Machín. Pero el Real Madrid, a pesar de contar con un gran Isco Alarcón, apenas pudo poner en aprietos al Girona al contragolpe gracias, sobre todo, a un Pere Pons excepcional en el centro del campo.

El doble pivote de Berizzo

Eduardo Berizzo: “Cuando juega un doble pivote conformado por N’Zonzi y Guido Pizarro, el equipo gana en solidez, físico, músculo y orden en el mediocampo. Y no perdemos ataque, sobre todo cuando logramos encontrar a los jugadores entre líneas, como en el primer gol. Habíamos hablado de que el Leganés era un equipo al que había que buscarle entre líneas, y así sucedió. Luego con espacios ya creamos mucho más peligro. Pero, sí, la actuación de hoy nos reafirma en que la presencia de dos pivotes nos ayuda, nos hace más estables y equilibrados”.

El Sevilla viene teniendo muchos problemas de estabilidad, tanto ofensiva como sobre todo defensivamente. Sin que ninguna de sus piezas del centro del campo estén dando el nivel que se espera de ellas, mas si cabe en el caso de Steven N’Zonzi y Ever Banega, todas las pruebas que ha ido realizando Eduardo Berizzo han ido dejando a deber. La fórmula de los tres centrocampistas no ha funcionado, Banega en la base no ha tenido mucha continuidad, el doble pivote conformado por Guido Pizarro y N’Zonzi ha dado la sensación de ser excesivamente redundante… En el partido ante el Leganés, es cierto, esta fórmula contribuyó a dotar de estabilidad al sistema defensivo del equipo, que venía sufriendo por la multitud de 1vs1 que concede en zonas peligrosas, pero no fue hasta la entrada de Banega, que jugó por delante, cuando el Sevilla logró también transmitir peligro. El puzzle, por el momento, sigue sin resolverse.

¿Cambiar o no cambiar?

José Luis Mendilibar: “Hemos entrado al vestuario pensando qué es lo que podemos hacer: si cambiar gente, si cambiar de sistema… Pero hemos seguido igual porque creíamos que el equipo estaba haciendo un buen fútbol y que estábamos jugando bien. No era fácil de asimilar lo que habíamos visto en el primer tiempo, pero lo único que teníamos que hacer era estar más tranquilos y tapar mejor las espaldas. Luego, con el tiempo, ya veríamos cómo reaccionar con los cambios”.

A la SD Eibar de José Luis Mendilibar le está costando arrancar más de lo que ha sido habitual en su estancia en Primera División. Sus problemas para marcar gol, unidos a escasa pausa que está mostrando el equipo en campo rival, han erosionado un sistema que le año pasado, de la mano de Pedro León, se demostró solvente bajo cualquier circunstancia. Pero, como dice Mendilibar, ante el Levante no estaba haciendo un mal partido el Eibar. Había sufrido a la espalda de su defensa, pero con balón estaba acertado. El juego fluía. Así que el entrenador armero decidió continuar primero y, después, tras recortar distancias, refrescar tres piezas que son fundamentales en la ofensiva: el lateral izquierdo (Junca por José Ángel) y la doble punta (Bebé y Charles por Enrich y Kike). El Eibar no necesitaba más directriz que, curiosamente, no cambiar nada.

Foto: Aitor Alcalde/Getty Images