Historia de la camiseta mágica | Ecos del Balón

Historia de la camiseta mágica


Según contó Alfredo di Stefano en su autobiografía del año 2000, la camiseta número nueve original que llevaba durante su etapa cómo jugador era tan grande que le sobraba tela por todos los lados. Cómo estaba harto de tener que arremangarse durante los partidos, un día decidió cortar por lo sano, se armó con unas tijeras y recortó los puños para ajustarse las mangas a la altura de sus muñecas.

El astro argentino quedó satisfecho con el resultado, pero no así el utillero del equipo, Peris, que según parece mandaba bastante en la institución. Peris se quejó a Santiago Bernabéu y este fue a pedirle explicaciones a la Saeta rubia: “Me dicen que estás rompiendo los juegos de la equipación”, dijo Bernabéu. Al principio Alfredo protestó diciendo que ya podrían haber hecho las mangas más cortas, pero entonces cayó en la cuenta de un dato: “Pero bueno, ¿es que aquí hay otro nueve que no sea yo?”. La camiseta no era por tanto propiedad del Real Madrid, sino de Di Stefano.

Y esto era tan así que durante años el diario bilbaíno «La Gaceta del Norte» se pudo permitir boicotear el nombre del jugador argentino sin renunciar a su función informativa, limitándose a escribir en la alineación «El Nueve» o «el delantero centro de costumbre». Algo que seguramente sólo podía funcionar con tan pasmosa efectividad con Alfredo Di Stefano.

“Y el Santiago Bernabéu, me quedé mirando preguntándome si era de verdad. Lo mismo me pasó con Alfredo di Stefano, para mí era Dios”, Sandro Mazzola.

Dos años después de que Di Stefano y «La Gaceta del Norte» firmasen la paz se produjo en el vestuario blanco otra reacción furibunda del futbolista, similar a la que le había metido en un lío con los del diario norteño. En aquel día se jugaba contra el Zurich suizo, y Alfredo Di Stefano aprovechó el descanso para meter las muñecas en agua fría porque le dolían. Entonces, el vicepresidente Saporta entró en el vestuario acompañado por un chico joven, muy alto y rubio, al que Di Stefano no hizo ni caso, pero cómo al salir el chaval oyó que este le decía a los jugadores: “Hay que seguir sudando la camiseta”. El argentino se volvió hacia él y le contestó: “Ché, andate a cagar”.

El chico se llamaba Juan Carlos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, y luego le harían Rey de España.

A aquellas alturas de la película, la camiseta con el número nueve, la de Di Stefano, parecía estar imbuída de algún poder sobrenatural, pues todo el mundo la quería. “Lo que más me emocionó fue que Don Alfredo Di Stéfano me regaló su camiseta”, dijo Eusebio, el del Benfica, ya en su vejez y refiriéndose a la final de Copa de Europa de 1962. Y otro tanto intentó el también rival Sandro Mazzola, aunque éste tras la final de Copa de Europa de 1964.

Se ve que al pobre Di Stefano, además de ganarle aquellas dos finales, parecía que todos querían quitarle hasta la camiseta, aunque el bueno de Mazzola al final se quedó con las ganas. Por el camino le interceptó otro mito del Real Madrid, Ferenc Puskas, que le ofreció la suya propia diciéndole: “Yo jugué contra tu padre. Tú eres digno de él. Te regalo mi camiseta”. Y ahora esa zamarra del húngaro es la favorita de la colección del italiano.

Es algo bonito, porque nos podríamos atrever a asegurar que tanta pasión por la camiseta tenía algo de reencuentro con el padre desde el principio. Después de todo, cuando Sandro quiere explicar el cómo jugaba su padre siempre acaba diciendo: “Era más o menos como Di Stéfano”. Incluso el gesto que caracterizaba a Valentino Mazzola era arremangarse la camisa cuando iban mal dadas, así que lo del padre y la camisa siempre fue algo que había ido junto.

“Para llevar este escudo hay que sudar la camiseta. Di Stefano”. Pancarta enarbolada por la grada de animación del Real Madrid.

Al final con la camiseta de Di Stefano pasó lo que quería Peris: que se la quedó el club. Y los que vinieron a sustituirle, cómo el gallego Amancio, empezaron a decir que Di Stefano les había contado que el secreto estaba en la transpiración; porque según Amancio, si no sudabas la camiseta Di Stefano no te dejaba ponerte una con el escudo del club. Pero estos dos, Di Stefano y Amancio, nunca se ponían de acuerdo sobre esta anécdota, y el argentino le replicaba que lo que había pasado es que Amancio le había tirado un pase al linier -que en aquella época también iba de blanco-, y Di Stefano a voz en grito le había dicho que sus compañeros eran los que llevaban el escudo.

Pero ya fuese por efecto del sudor o por darle bien los pases a los compañeros, lo cierto es que la camiseta parecía seguir siendo mágica. Los periodistas hablaban y hablaban sobre la mejoría que experimentaban los jugadores que se la ponían (y que pasaban luego un par de días en el vestuario). Y esas habladurías hoy podrán sonar a cuento chino, pero había algún fondo de verdad en ello. Cuando el jugador José Antonio Camacho se lesionó en 1978 y se lo llevaron para operarse en París con el doctor Judet, recibió la visita de un corresponsal español que se sorprendió mucho al verlo, porque decía que le encontraba mucho más pequeño y frágil que cuando le había visto en el campo.

“¿Le parezco más grande en el campo?”, dijo Camacho. “Sí, debe ser una impresión”, contestó el periodista. “No es una impresión. Es la verdad. Todos somos más grandes vestidos del Real Madrid”. Y el periodista quizás no se lo creyó del todo, pero se quedó con la copla, y 10 años después cuando le escuchó al entrenador del Oporto decir que del Madrid lo que le preocupaba era su camiseta le empezaron a encajar todas las piezas. La camiseta funcionaba en dos direcciones. Le daba algún tipo de seguridad a los que la llevaban y, de algún modo, también intimidaba a sus contrincantes.

Quizás a un nivel inconsciente todos creían que aún la vestía Alfredo Di Stefano.


Comentarios (41)

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Buufff... Tremendo!
Que articulo mas bonito. Enhorabuena David, es la mejor explicación que he leído de lo que provoca la camiseta del Madrid.
enhorabuena por este articulo.
Perdonad mi intromisión (y desconocimiento), pero no es posible que autores como David o Sergio participen más en Ecos (?) Sus artículos vintage son oro de 18 quilates.

Increíble y felicidades, David.
No tengo palabras. Permiso para enlazarlo en mi muro de Facebook y para leerlo cada noche antes de acostarme.

Muchas gracias al maestro Mata.
Me parece muy interesante cómo David Mata reflexiona separando la realidad de lo que parece ficción, pero que en realidad, al calar en las creencias de las gentes, termina siendo realidad. Un mito de carne y hueso.
El Madrid a veces me recuerda al Capitán Alatriste (no era el hombre más honesto ni piadoso, pero era un hombre valiente) y sus aventuras, en las que conquistan Europa pasando a sus enemigos por la espada sin piedad.

"Tenía mucha destreza a la hora de tirar de espada, y manejaba mejor, con el disimulo de la zurda, esa daga estrecha y larga llamada por algunos vizcaína, con que los reñidores profesionales se ayudaban a menudo. Una de cal y otra de vizcaína, solía decirse. El adversario estaba ocupado largando y parando estocadas con fina esgrima, y de pronto le venía por abajo, a las tripas, una cuchillada corta como un relámpago que no daba tiempo ni a pedir confesión".

Algo de esto le veo al Madrid, genial el artículo uno de los más hermosos que he leído en Ecos.
Camiseta mágica y artículo mágico. Muy grande David, enhorabuena.
@MigQuintana

Cierto que durante muchas décadas se perdió esa mística, pero en el último lustro el Madrid ha recuperado la sensación. No son casualidad las remontadas ni los goles en los minutos finales. Esta leyenda de la camiseta y todo lo que ella significa tiene que dar pavor cuando los ves atacar en tromba cuando quedan 5 minutos de partido, que se lo digan al propio Atlético. El único que no les teme es un tal Messi, el cual puso precisamente en valor su propia camiseta en el último clásico, pero ver al Madrid jugar con uno menos e ir al ataque con todo y acorralar al Barsa es una muestra de ese espíritu, en el Madrid se juega para ganar.
@AitorCs3

Gracias Aitor. Esto es una versión "cuento de una idea que manejo desde hace tiempo. Ya la apunté en un recopilatorio de Filogenesis y en el artículo sobre modelos históricos del Real Madrid para Panenka. Ahora estamos en fase de sistematizarlo todo y crear una teoría sobre cómo funcionan las camisetas.

@osopinoso

Muchas gracias

@J.M.

Vilariño ya es demasiado famoso y yo no siempre tengo tiempo y energía para escribir cómo me gusta. Así que prefiero escribir poquito.

@danityla

Gracias a ti por leerlo.

@MigQuintana

Un cuento sobre cómo nace y se nutre un mito, sí. Recomiendo leer la serie de cómic Unwritten a todo el que le gusten estos temas.
Contaré una anecdota de mi padre, de la Copa de Europa de 1966, cuando el Madrid eliminó al Inter de Milán en semifinales. Aquel día el equipo blanco se medía al que había definitivamente jubilado a Di Stefano en la final del 64, y era a todas luces mejor equipo que los blancos de ese momento (de echo les eliminaría otra vez al año siguiente). Pero ese día ganaría el Madrid.

El caso es que se había lesionado el portero (Betancort?) y como no había cambios, el Inter se lanzó arriba. Con el portero lesionado y frente a su bestia negra de hacía dos años lo lógico es que la todavía joven generación yeye se intimidara. Pues no debio pasar eso, porque al finalizar el partido el mismo guardamenta del inter debio decir algo así como "Estabamos virtualmente con uno más, su portero no se podía casi ni mover y aún asi solo veía camisetas blancas a mi alrededor". El Inter tenía que asediar, y sin embargo fue el asediado.
@Labarberia

Creo que la primera mención que recuerdo estableciendo paralelismo entre el Real Madrid y los tercios de Flandes -que es al final de lo que va el Capitán Alatriste-, se la leí a Julio Cesar Iglesias en El País. Fue en un artículo donde hablaba de la remontada contra el Anderlecht (3-0) capitaneada por Butragueño.

@El Amigo del Gol

Gracias.

Aunque estoy de acuerdo en que Messi reivindicó el poder de un mito durante El Clásico, no estoy tan seguro de si reivindicaba el de su club o el suyo propio.
@Gravesen

Muy bonita anécdota, y además el comentario del portero casa perfectamente con el relato. Tienes razón en que el portero lesionado era Antonio Betancort. En la vuelta le sustituiría José Araquistáin.
Literatura...

¿Los 5,6 o 7 años que el Madrid no pasó de octavos, era por qué habían cambiado el diseño de la camiseta?

Simplemente no sé hacían las cosas bien. Llegó Mourinho, puso las cosas en su sitio, y con la misma camiseta, BOOM. Se trata de hacer las cosas bien, señores.
@David Mata

Tremenda nota, David. Eres un grande. Como don Alfredo, que nunca fue corto de anécdotas brillantes.

@JM

Es un problema de tiempo más que nada. Obligaciones laborales. La pelota está en el tejado de Mr. Ecos, que tendría que pagar las dos bolsas de Matutano de mi cláusula de rescisión y negociar mi transfer desde los Estados Unidos.

"Los flecos", que dirían los grandes periódicos patrios.
@Pedro

Estamos en proceso de explicar de modo más o menos exhaustivo por qué nacieron las camisetas mágicas y cómo es que ese mito se mantiene.

Sigan con nosotros y lo acabaremos desvelando.

@Vilariño

Le homenajeo cada día al Di, porque cada vez tengo menos pelo.

PS: Una cosa que me perturba de los vídeos de Ecos es que cada vez están más flacos. Sospecho que de esa casa no nos va a salir ni una sola comilona.
Hay pocos tópicos más futboleros que los que tienen que ver con la camiseta, ya sea en términos positivos (vencer por la camiseta) o negativos (le pesa la camiseta) y es de agradecer que nos degusteis con una aproximación a uno de estos casos de una forma tan didáctica y original.
Sobre el tamaño extragrande de las camisetas del Madrid de los 50, leer que le sobraba tela por todos los lados a Di Stéfano me ha recordado al anterior crack madridista: Luis Molowny, el Mangas. Este jugador fue bautizado con este apelativo por la parroquia madridista por su costumbre de jugar cogiéndose los puños de la camiseta. Esta costumbre tenía un motivo tal como él declaraba:
«Me gustaba cogerme los puños porque, al correr, me hacía parecer más alto y, además, cuando llovía, se daban más de sí y me daban equilibrio al regatear»
Aunque esta costumbre (cogerse las mangas y darlas más de sí) es lo contrario a lo que hacía Di Stéfano lo que queda claro en ambos casos es que la equipaciones eran demasiado grandes.

Un segundo tema a debatir es sobre la anécdota de Di Stéfano con el joven Juan Carlos de Borbón. David fecha esta anécdota en un encuentro con el Zurich, sin embargo según tengo yo entendido (la versión que da Ian Hawkey en su libro "Di Stéfano: la Historia Completa" y Jose Antonio Ariza Gálvez en "Real Madrid, en el corazón de la primera Copa de Europa") esta anécdota sucedió en el descanso del primer partido de Copa de Europa disputado por el Madrid en 1956 contra el Servette en Suiza. En aquella expedición la plantilla madridista había visitado a la familia real en su exilio de Suiza algo que causo gran indignación entre los mandatarios franquistas (la censura evitó que en España se supiera) y o bien Di Stéfano no reconoció al joven o como conjetura el autor inglés, Juan Carlos había cruzado una línea sagrada para don Alfredo, "había entrado en el vestuario y expresado su opinión".

Respecto a lo idolatrado que era Di Stéfano por Eusebio y Mazzola decir que la pantera de Mozambique llegó a declarar que en su "tremenda inocencia pensaba que era más importante la camiseta que la consecución de la Copa" y de echo si en la instantanea tomada parece como si Di Stéfano se encontrara aturdido por algo que le sorprendiera mientras Eusebio se marchaba corriendo con su sagrada reliquia para que nadie se la arrebatara.
En el caso de Mazzola comenta Luis Suarez en su biografía que antes del partido tuvo que llamar la atención a sus compañeros porque se quedaban mirando embobados a Di Stéfano y Puskas y que les dijo que "ya les pedireís un autografo cuando termine el partido", en una entrevista el mismo Sandro dijo que cuando les vio le parecían gigantes vestidos de blanco impoluto.

Es una pena no haber podido unirme antes a estos comentarios pero el articulo de David es una maravilla.
Por cierto, sobre lo de Mazzola y su impresión al ver los jugadores del Madrid por primera vez y su imagen titánica, es curioso pero cuando en 1967 el Inter se enfrentó al Celtic en la final, (no recuerdo que jugador escoces reconoció), pensaron algo parecido de los interistas cuando vieron aquellos grandes hombres con esa camiseta elegante y tan bronceados "como estrellas de Hollywood" y para que la moral no decayese uno de los jugadores dio la idea de salir cantando el himno del club desde el tunel de vestuario porque si se quedaban mirando a aquellos mitos sentían que no tendrían fuerzas para enfrentarse a ellos y comenzarian con miedo.
Maravilloso una vez más, Mata.

Si el Barcelona, de Cruyff a Guardiola (salvo discontinuidades), se ha construido a partir del racionalismo futbolístico, el Madrid ha sido históricamente (también, salvo excepciones) más bien romántico. Ésa ha sido su mayor virtud, y también su mayor limitación. Porque a veces, como dice @Pedro, ha invocado su mística olvidando que la mística no sustituye al método, sino que se le añade.
Arma de doble filo lo de la camiseta. Si el jugador tiene "lo que hay que tener", su confianza se magnifica. En cambio, jugadores que no estaban listos para semejante reto terminaron sucumbiendo al peso del escudo.

Estoy de acuerdo en lo que comentáis de esa mística que se ha recuperado para la camiseta blanca. Siguiendo la línea del párrafo anterior, creo que puede estar relacionado con jugadores que volvieron a empaparse de esa historia, y a defenderla en cada partido. Es una mentalidad que pasa por diferentes generaciones. Camacho, Butragueño, Hierro, Raúl, Sergio Ramos... paso a paso, ese "leyenda" va avanzando en el tiempo, y es esencial que no se olvide
(Y aprovechando que @Vilariño anda por aquí:
El pueblo clama: "¡Más Código Cambridge!".
¡Ecos, tomen nota!).
Que gran artículo, David.

Conforme Iba leyendo, asociaba "el peso de la camiseta" con "el peso de la historian" que Michel en sus comentarios en tv en la final de Paris frente al Valencia hacía alusión, en contra de la mayoria de críticos que daban como favorite al equipo Levantine. Ha sido de las finales mas desequilibradas que he vista. Y eso que desden1964 las he vista today's.

@Gravesen
Esa semifinal, for a parte de mis recuerdos futbolísticos de mi niñez que nunca olvidaré. Due tal como lo cuentas
Vaya con los errores del teclado

Levantino , favorito , he vista todas,Tal como lo cuentas.. Memos mal que el comentarios fue cortito porque si no, ja,ja
@9LutherBlissett

Muchas gracias por tus aportaciones, Luther. Lo de Molowny yo también lo había pensado mientras escribía, aunque es de esas anécdotas que descartas porque quieres que la historia tenga buen ritmo y respire. Aun así está muy bien tirada, creo. Podemos especular que las camisetas se hacían de una talla grande uniforme para abaratar costes.

Sobre la anécdota de Di Stefano mandando a cagar a don Juan Carlos, debo decir que es una de esas historias difíciles de ubicar porque ha habido épocas en que la Saeta lo negaba en público pese a que lo reconocía en privado. Yo he optado por darle crédito a la versión que contaba Julián García Candau, que es al primero al que se la leí contar, y también quien aporta el archivo por escrito más antiguo que yo dispongo del tema. Parece que don Juan Carlos visitó varias veces al Real Madrid, e incluso que aquella no fue la única vez en la que un jugador le respondió de malas maneras a un comentario. Julián García Candau explicaba la anécdota cómo la contaba Di Stefano en la intimidad -según parece con bastante gracia-, y en ella hay un dato interesante que es lo de que le dolían las muñecas. No soy médico, pero eso me suena a artritis, que es sabido que los futbolistas tienen alto riesgo de desarrollarla, por lo que yo apuntaría a que parece probable que padeciese esas molestias cuando era un futbolista casi cuarentón.

Sobre Eusebio hay otra anécdota, que tampoco he incluido, algo que reveló en un documental que le dedicaron, y es que parece que el hombre se escondió la camiseta de Alfredo dentro de sus calzoncillos. Lo escondió en el sitio de más difícil acceso que pudo imaginar XD. Si digo que Mazzola buscaba al padre muerto, no se si aquí podría atreverme a especular que quizás Eusebio pretendía reforzar su fútbol a través de su virilidad. XDDDDDDDDDDDDDD

Gracias por esta y otras conversaciones, Luther. Estoy escribiendo en paralelo a este artículo otra cosa y debo decir que alguna charla contigo ha sido particularmente inspiradora.

Un abrazo
Qué bueno, David. Enhorabuena absoluta.

Lo que debió ser la Saeta unida a la blanca... Pavor absoluto. Ya lo dice el himno de la Décima: "Ya corre la Saeta...".

Tengo al gran Alfredo de sus años en el Madrid como un tipo no demasiado humilde ni demasiado simpático. Quizá eso incrementaba la sensación de miedo al verlo jugar contra ti. ¿Puede ser?
@DeSqueran

Bueno, yo diría que el FCB si tiene su propia mitología, precisamente ahora en lo que a método se refiere. David F. Noble ya explica en "La religión de la tecnología" que el discurso científico progresista viene de hecho de la religión cristiana. Por otro lado yo no diría que sea tanto que la mística ayude a ganar cómo que se gana para contribuir a que haya mística. Diría que es justo al contrario :P

Son temas que me gusta que salgan porque espero que poco a poco los vayamos tratando.

PS: Yo diría que Vilariño y yo somos los únicos que estamos dispuestos a grabar más Código Cambridge. Los que no tienen tanto interés son Miguel Quintana, Chema Bravo, Marc Roca y Fernando Ajenjo. Lo digo por si queréis organizar un escrache

Un abrazo DeSqueran, me hizo mucha ilusión que te pasaras
Enorme David, como siempre,

Cuando me preguntan por el mejor jugador de siempre - ese debate tan inocuo - siempre contesto, ya sabes, que a mi me importan los jugadores mas relevantes por encima de los mejores. No sé si hubo realmente alguien mejor que Alfredo pero más importante tengo muy claro que no. No solamente ayudo a definir el futbol moderno a nivel tactico con la ocupacion del espacio, el multitasking del jugador como fuera de la cancha creo tambien la figura del divo absoluto pero comprometido, del baluarte de los vestuarios no desde la veterania si no del exito y tambien nos ayudó a entender que un jugador que hoy en Twitter por su caracter seria tratado como un perro rabioso puede sobreponer su maestria a su caracter tan dificil.

Eusebio hablaba siempre de como intentaba emular a Alfredo en las calles de Maputo, intentando reproducir lo que escuchaba en la radio y por eso, en esa final de Amsterdam, después de que Germano y Coluna tragasen a Alfredo y de que Eusebio metiera dos goles, fue corriendo detrás de él solo para tener esa reliquia. Era como tener parte de Alfredo, por entonces, más de lo que parte del Madrid. Por mucho que hoy pueda sorpreender la devocion que esa generacion tenia por eso equipo se debia a él y no al escudo. La leyenda de la camiseta, del escudo y de la grandeza del Madrid pos Di Stefano viene porque siguieron ganando sin el porque en su tiempo de actividad la gente pagaba para verle y no al Madrid por muy buenos que fuesen los demás. Entre otras cosas porque Di Stefano - tanto como Bernabeu, como minimo - es realmente el fundador del Real Madrid y de todas sus leyendas e herencias emocionales.

Articulo genial!!!
@David_Mata_Ecos

Propongo cacerolada a las puertas de Ecos. Acoso a Quintana cuando salga a comprar el pan ^^
@Fernando

No os creáis a los cuentistas como David Mata.

Que si no llega a ser por mi insistencia este texto quizás no hubiera salido... :D
David Mata
Sobre la anécdota de Di Stefano mandando a cagar a don Juan Carlos, debo decir que es una de esas historias difíciles de ubicar porque ha habido épocas en que la Saeta lo negaba en público...

Jose Antonio Ariza Gálvez dice en su libro que Di Stéfano se negaba a admitir que esto había sucedido y que a él le decía que ante la intrusión del infante se había quedado callado pensando (el saber que hablaba con un periodista le haría callarse la anécdota) pero según el autor, la anécdota está confirmada por sus compañeros de vestuario.
El detalle de que metía las manos en agua no es mencionado ni por J.A. Ariza ni por Ian Hawkey por lo que podría tratarse de que son dos anécdotas distintas, que se han mezclado o que los testigos han equivocado el momento en el que sucediUno

Leyendo el texto y aunque no se si 100% se puede relacionar con la mística de la camiseta madridista, he recordado que uno de los mayores escándalos y discusiones de la Saeta con Bernabeú tuvo que ver con ocasión de lo que el presidente pensaba que había atentado contra la sacralidad de la camiseta. Esto tuvo lugar con motivo de un anuncio de medias de la marca Berkshire en la que aparecía una imagen de Di Stéfano con la camiseta del Madrid y la parte de abajo de la imagen era unas piernas de mujer con medias de la dicha marca. Al lado un texto decía: "Si yo fuera mi mujer... luciría medias Berkshire". Aquello generó mucha polémica e incluso se llegó a pitar a Di Stéfano en el siguiente partido (contra el Athletic, a menos hasta que metió el primero de sus dos goles de aquella noche en el minuto 18). Al parecer Bernabeú pidió a Di Stéfano que se retirará la campaña pero la Saeta se negó y fue el propio Bernabeú quien tuvo que negociar con la marca de medias para que dejara de anunciarse de aquella manera.

Es un placer que algo de lo que hayamos hablado te sirva para inspirarte a escribir algo.
Me rindo ante su talento, maestro.

Por cierto, me uno a DeSqueran, Codigo Cambridge ya!!!!!!!! Si hay que convencer a alguien me paso por la sierra de Madrid por si doy con la Ecoscasa, que tengo debajo de la cama una convincente amiga de dos ojos negros, de mirada penetrante. JeJeJe
@Fernando

Yo creo que la mística cobra fuerza en virtud de la repetición y que lo que el rito exige es ganar la Copa de Europa. Eso es lo que renueva el mito. Me extenderé más próximamente.

@ Antonio León

Don Antonio, siempre un placer que se pase por aquí. Una cosa que está clara es que los primero que creen en la mística son los profesionales del fútbol. Y hay un montón de ejemplos que lo demuestran, por ejemplo el que usted aporta.

@ferpulpillo

Bueno, más que unido a la blanca es que él crea el mito. No hay mito sin Di Stefano y al principio el impacto emocional era por verlo a él. Sobre lo otro que preguntas, sí, tenía bastante mala leche. De hecho Cruyff siempre dice que eso fue una inspiración para su propio estilo mandón-dialogante cómo jugador.
@Miguel L Pereira

Estoy contigo, Miguel, si en su época hubiese habido twitter las hostias hubiesen sido descomunales.

También estoy contigo en que no hay mito del Real Madrid sin Di Stefano, porque el mito consiste en repetir de forma ritual lo que un modelo extrahumano ha realizado. Y en este caso el que era un dios del fútbol era Di Stefano.

Un abrazo
Esta página es muy buena. Pero cuando enlazan el fútbol actual con la historia del deporte hacen maravillas. Deberían intentarlo más seguido. Salen grandes líneas como estas.
@David_Mata_Ecos:

¡Claro que el Barcelona tiene su mitología! Es una mitología racionalista, ¡pero mitología! Igual que nuestra sociedad moderna, con sus mitos sobre la todopoderosa tecnología o, más interesantemente aún (para mí), sobre el "contrato social" liberal (un mito de origen). Los mitos más poderosos son aquellos de cuya existencia ni siquiera somos conscientes.

Estoy del todo de acuerdo contigo: la "mística" no es más que eso que se crea (en las mentes de los rivales) cuando uno ha ganado mucho. Invocarla sin que haya una base de fútbol bien jugado no lleva muy lejos. Siempre recuerdo las palabras de Valdano: "La Furia era la nada [futbolística]".

Sobre "Código Cambridge", no soy yo muy de escraches, así que, por aportar algo, ofrezco libremente un emoticono personalizado para @MigQuintana, que se me ha ocurrido tras ver los últimos vídeos:

¿ :-7

Chulo, ¿eh?

"[N]o hay mito del Real Madrid sin Di Stefano, porque el mito consiste en repetir de forma ritual lo que un modelo extrahumano ha realizado". ¡Brillante! Y se aplica al Barcelona también, con Cruyff como "héroe cultural" (pienso, sobre todo, en su etapa como entrenador).
Respeto mucho Comunidad Ecos pero cuando se comenta sobre futbol vintage el nivel crece tanto que solo queda leer y aprender.

Es flipante el nivel del artículo en si pero ciertos comentaristas del mismo son cracks de nivel similar al mismo
Soy del Barça y me emocionan estos textos.

El mito de Di Stéfano es algo que traspasa colores, en mi caso.

Gracias por compartirlo, David.
Este maravilloso artículo demuestra, a mi entender, la importancia del factor psicológico en el fútbol y cómo Di Stefano era un maestro al respecto. Hasta tal punto que pareciera como si ese tipo de anécdotas suyas hubiesen terminado por crear un efecto positivo, como de contagio, en los sucesivos jugadores del Madrid, hasta el punto que el Madrid hubiese desarrollado, como un hábito, una especial fuerza psicológica sólo por ser el Madrid, por llevar esa camiseta. Una herencia más que se le debe a Di Stefano en ese club.

El factor psicológico en los juegos de equipo es muy interesante, no sólo en el fútbol, en baloncesto hay múltiples ejemplos que pueden ilustrar también a los del fútbol, en este sentido cómo manejaban estos aspectos en los Celtics de Bill Russell, para ganar 11 campeonatos, aspectos psicológicos que los de Boston supieron contagiar sucesivamente para ganar más campeonatos ya sin Russell y demás, y que en los análisis que se hacen en Estados Unidos cobran muchísima importancia. Creo que en el fútbol estos asuntos no se analizan tanto, y podrían explicar ciertas cosas...
@Diego Sancho

Hay que decir que prácticamente todos los redactores de la web se han animado a hacer trabajos históricos con bastante éxito. Los mastodontes de Quintana sobre Van Gaal
http://www.ecosdelbalon.com/2015/12/archivo-artic...

O los de Rojas sobre Cruyff
http://www.ecosdelbalon.com/2016/04/archivo-artic...

@DeSqueran

Yo no hablaba del nacionalismo, eh? Me refería a que considero que el método, en cuanto a tecnología, se está tratando ya cómo un tecno-mito. Por cierto, muy chulo emoticono personalizado para @MigQuintana.

¿ :-7
@Larios84

Es que el artículo muchas veces es una excusa, porque por aquí se pasa gente muy preparada y que sabe del tema tanto o más que nosotros. Está muy bien porque nos incentiva a intentar no escribir tonterías o información incorrecta. No nos dejarían.

@Yei

Es muy bonito lo que dices. Yo entiendo que significa que eres también del fútbol y no sólo de tu equipo. Te estás alejando de lo que Marc Roca llama "los intensos". Un abrazo
@Viejotrueno

Es una lectura muy buena y que yo creo que no es tan evidente hacerla. Di Stefano te planteaba la batalla desde todos los frentes. Yo creo que además que es algo que viene de su cultura argentina. Él cuenta una anécdota muy buena sobre cómo Pipo Rossi empezó a trabajarse a su principal rival por ser el mediocentro titular de la selección desde que casi era un chaval.
@David_Mata_Ecos:

No, lo que puse fue "mitología racionalista", no "nacionalista". Hablaba sólo de fútbol, de la "fe" que tiene el Barcelona, desde Cruyff, en su método de juego (que, en realidad, ha ido cambiando y adaptándose, como es natural). Un método que pretende nada menos que eliminar el azar, lo que, de ser posible (que no lo es), significaría "resolver" el fútbol (acabando con él). Es un objetivo tan ambicioso, que sólo puedo admirarlo.
@DeSqueran

Ah! Leí mal. Pues sí, exactamente eso.

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