Las bajas del Leganés

Sin mostrar la convicción, calidad ni competitividad del Alavés de Mauricio Pellegrino, el Club Deportivo Leganés estaba cuajando un inicio de competición más que reseñable. A partir de un sistema defensivo que se adapta al rival, saliendo a presionar a según qué alturas, el conjunto de Asier Garitano logró empatar ante el Atlético y ganar en Balaídos o en Riazor. Es decir, consiguió competir. De primeras y ante casi cualquier rival, lo cual para un rookie en la categoría que ni ha hecho muchos fichajes ni cuenta con jugadores curtidos en la Primera División ya venía a ser un primer gran éxito.

Además, la plantilla parecía tener aún margen de mejora. Poco a poco Alexander Szymanowski comenzaba a exhibir lo ya mostrado en la categoría de plata, Robert Ibáñez se insinuaba como una buena alternativa a Omar, Timor estaba dando pasos adelante junto a Rubén Pérez, Pablo Insua empezaba a dejar sus mejores minutos en Primera… Pero, en su primera victoria en Butarque, llegaron las malas noticias en forma de lesiones. Una cifrada en semanas, las otras dos en meses. Y, para colmo, en el siguiente partido se lesionó Jon Ander Serantes. Así que, en vez de hablar de Gabriel Pires, Szymanowski o Robert Ibáñez, como estaba presupuestado en el calendario de Ecos, es el momento de hablar de cómo puede Garitano resolver el segundo gran escollo del curso: las ausencias.

Los infortunios se han cebado con el Leganés en 7 días.

– Jon Ander Serantes. Aunque el Leganés comenzó destacando por su solidez defensiva, lo cierto es que el conjunto pepinero no se ha mostrado especialmente sólido en el área. Sí competitivo, pero no lo suficiente solvente como para alcanzar la permanencia en base a ello. En ese sentido, el rendimiento de Serantes ha ido en la misma línea. La entrada de Brignoli es una gran incógnita, pero Jon Ander, aun sin casi fallar, no estaba siendo «Pacheco».

– Diego Rico. La baja del lateral burgalés, lesionado hasta marzo, sí que parece que puede tener más impacto en el equipo de Butarque. Rico es el lateral más ofensivo del Leganés. Tiene velocidad, potencia, sabe llegar y parecía un tipo de futbolista perfecto para compensar los movimientos de Szymanowski, un delantero que juega en banda. Además, su teórico relevo, Víctor Díaz, es lo contrario, con lo que el ataque se resentirá sin Rico.

– Alexander Szymanowski. Su lesión es la menos grave. A priori, a mitad de diciembre Garitano ya debería volver a poder alinear al atacante argentino. Sin embargo, mientras no esté, su ausencia será la que más notará el Leganés. Ante los problemas de gol, encarnados en la figura del nueve, quizás la posición más débil del once, la aportación de Szymanowski se antoja clave. Tanto con balón como sin él, atacando el espacio, no hay otro como él. Ni en términos de agresividad ni de puro olfato de gol.

– Robert Ibáñez. Marcó dos goles y, a los pocos minutos, se lesionó para lo que resta de la temporada. Cierto es que no estaba siendo indiscutible, puesto que Omar Ramos le da pausa y estabilidad al Lega en esa banda derecha, pero el desborde y verticalidad de Robert descargaba mucho a Gabriel Pires y encajaba muy bien con la presencia de Szymanowski en el lado débil. Sin él, el Leganés pierde variantes, opciones y potencial ofensivo. Ahora más que nunca, Asier deberá mirar a la pizarra… O esperar un paso adelante de Machis, Unai López o Luciano.

El doble pivote: la línea que sostiene al Lega.

Con todo lo relacionado con las áreas en tela de juicio por las lesiones, la responsabilidad recaerá con más fuerza que nunca en los tres centrocampistas de Garitano. Es decir, en las figuras más regulares y mejor conectadas del once. Porque aunque las bajas ya citadas tienen su importancia, el Leganés se ha movido al ritmo de Rubén Pérez, ha mordido gracias a Timor y ha asustado a partir de la calidad de Pires. La columna vertebral son ellos tres. Pero con las extremidades tocadas, quizás ésta no consiga mantenerse en pie.

Foto: Denis Doyle/Getty Images