Cuando se alude a que después de una grave lesión un futbolista no ha vuelto a ser el mismo, lo que se hace en realidad es usar un eufemismo para decir que es peor que antes de sufrirla. Que a causa de las secuelas de su infortunio, o bien el nivel que anteriormente mostraba o el techo futbolístico que su juego apuntó ya no son posibles. Sucede que hay ocasiones -con seguridad las menos- en las que esta recurrente y melancólica expresión perfectamente puede ser tomada por su lado más literal, apuntando únicamente a la diferencia. Casos en los que una lesión importante desencadena un cambio en el jugador, a veces sustancial, que a modo de camino alternativo en una ruta ya empezada no borra del horizonte el destino sino que redefine una nueva forma de alcanzarlo. Sin que implique la necesidad de rebajar el listón.
Grimaldo es una de las piezas clave del líder de la liga portuguesa.
Este está siendo el caso de Alejandro Grimaldo, lateral titular y nota más que positiva en el inicio de temporada del Benfica de Rui Vitória, a quien una lesión de rodilla en febrero de 2013 empujó a la reinvención. De profundo lateral con alas de carrilero pasó a ser, por un golpe de mala suerte, un lateral igualmente ofensivo pero mucho más selectivo con sus llegadas por banda, que vio multiplicarse exponencialmente su relación y posibilidades con el cuero desde una pausa prácticamente impuesta. Un nuevo fútbol en el cual orientar la lectura y toma de decisiones que antaño mostraba en los metros finales, también a fases más iniciales del juego desde un mayor protagonismo en la administración del cuero. A lo largo de su etapa en el Barça B, esto le valió para ser empleado incluso en posición de interior o de mediapunta, como uno de los elementos más creativos y solventes del filial barcelonista a la hora de generar juego y de intervenir en los ataques observándolos de cara.
Su papel en el Benfica es más exterior que en el Barça B.
En el conjunto lisboeta, en cambio, el suyo es un rol más mixto que ciertamente invade zonas próximas al mediocentro pues, al fin y al cabo, en la medular de Las Águilas el pivote Ljubomir Fejsa suele estar acompañado por tres mediapuntas, pero a su vez y precisamente porque los teóricos hombres de banda tienden a frecuentar espacios más centrados, Grimaldo mantiene la afinidad con la cal. En este sentido y en la línea del camino que de un tiempo a esta parte ha emprendido la demarcación, el valenciano supone para los suyos un punto de apoyo normalmente abierto a partir del cual trenzar y desencadenar el juego. Presente en la combinación y las permutas con Pizzi, André Horta, Carrillo, Guedes o Franco Cervi, cuando el compañero se escora apoya para la descarga o rompe por dentro, cuando se centra surte desde la orilla a las opciones que esperan dentro y, cuando surge la ocasión, desempolva la versión de lateral largo y de carril para incorporarse por fuera y alimentar el área gracias a una precisión en el golpeo de la que también se sirve el Benfica a balón parado.
Foto: PATRICIA DE MELO MOREIRA/AFP/Getty Images
Soprano_23 · hace 433 semanas
Le recuerdo jugando con 16 años jugando en torneos sub-19 o cosas así. Tenía pintaza. Una alegría enorme ver que, pese a la lesión, sigue el recorrido que se le preveía.
hola1 · hace 433 semanas
Mugiwara14 · hace 433 semanas
Ya hablando del jugador, su futuro está intacto porque es de esos tan buenos que es imposible que se quede atrás, tiene un poso de Lahm pero con un golpeo élite que lo hace muy muy útil. Y a mi de los que vienen detrás de Alba es el que me parece más talentoso a nivel selección, al haber salido del Barça creo que va a ser una carrera interesante de seguir
jackbonaventura 76p · hace 433 semanas
Y es de una incomprensión tremenda que el Barça le dejara escapar.
Menuda fábrica de laterales tiene España en los últimos años. No solo por nivel sino también por variedad.
futbolitisesm 13p · hace 433 semanas