La historia de Gales en esta Eurocopa se ha guardado un giro de guión con final abierto, con segundas partes y cosas que contar. El conjunto dirigido por Chris Coleman llegó a Francia con el premio de hacer viajar a los suyos por el país galo y hoy está disputando las eliminatorias por el título, con visos de poder progresar visto el cuadro y el estado de forma de su estandarte, un Gareth Bale que llega a la cita con Irlanda del Norte como máximo goleador del torneo y con la evidente sensación de que a pesar de verse rodeado por límites, la palabra imposible es relativa. El expreso de Cardiff es hoy un tren que conquista a varios ritmos y velocidades, demostrándolo en cada uno de los tres encuentros de la fase de grupos.
Bale está siendo el líder galés a nivel de juego y goles
Un grito de gol, el primero de País de Gales en un gran evento internacional, fue suyo. Y tanto como júbilo, festejo y liberación, aquella celebración iba en consonancia con lo que el crack madridista ha ido mostrando en cada encuentroEn cada lance, Bale se exprime. Consciente de todo el significado que engloba ser el líder de su selección en esta edición, de estar en el momento y lugar exacto, Bale no se está dejando nada a nivel de explosividad y poderío físico en esta Euro. En cada uno de los tres encuentros -Eslovaquia, Inglaterra, Rusia- ha dotado a su juego de intensidad extra que va desde choques, saltos o arrancadas una detrás de otra, sin apenas dosificar. Bale parece gritar ‘plenitud’ en cada lance. A nivel técnico y táctico, el rival que ha enfrentado en cada jornada ha explicado bien sus capacidades.
Ante Eslovaquia, en el día del debut, se le vio precipitado y errado. Bien rodeado, en posición de mediapunta y muchas veces hombre más adelantado, Gareth no brilló. Intervino en 44 ocasiones y pocos toques fueron para mejorar las jugadas. Seguramente esa poca participación y el quedar alejado de la zona del balón, unido a que Inglaterra fue la escuadra que acaparó más posesión en el grupo, transformaron a Bale en un futbolista a todo campo ante los hombres de Hodgson. Más cerca de la recuperación cuando sus compañeros defendían más abajo, Bale se acercó a esa versión de la que Gales necesita cuando se ve dominada. Que Bale reciba abajo, genere la escapatoria y acabe muy arriba una vez la jugada cruce la divisoria. Los 46 toques se repartieron por todo el campo y fue el hombre que más peligro llevó de entre todos sus compañeros de ataque.
Gales se siente bien sin tanta posesión. Hoy tendrá algo más
Ante Rusia, el panorama fue opuesto. El impactante encuentro de los rusos ofreció a Bale un escenario repleto de conducciones continuadas, libertad de movimientos, tiempo para asociarse y espacios para finalizar las jugadas aún comenzándose en campo propio. La cifra de apariciones ascendió hasta las 63, intensificando sus llegadas al área de manera ininterrumpida. Le dejaban y él no escatimaba. En octavos, los norirlandeses propondrán un encuentro diferente pero quizás no lo radical que se puede esperar. Si bien la diferencia de calidad entre los mejores hombres de cada selección es notoria, Gales promedia un 41.5% de posesión. Se siente cómoda en esos registros y una cuota de balón muy elevada puede confundirla. De cualquier modo, si Irlanda del Norte se echa atrás y Coleman lo acepta, atacando a ritmo bajo y con multitud de pases, Bale la tocará mucho más cerca del área y muchas veces. Y aunque Gareth no pueda galopar. eso nunca puede ser una mala noticia para Gales.
Foto: Ian Walton/Getty Images
hola1 · hace 456 semanas
@DavidLeonRon · hace 456 semanas
Pues yo creo que a Bale no le desagrada tocar más pelotas en los últimos metros aunque sea con 8 rivales por medio. Tocar 4 o 5 pelotas por partido es duro si vienes de jugar en el Madrid o el Barça.
Andrés · hace 456 semanas
roumagg · hace 456 semanas