Pep Guardiola levantó anoche su vigésimo primer título como entrenador de fútbol. En Berlín y ante el Borussia Dortmund, el Bayern se proclamó campeón de la Copa de Alemania tras empatar a cero y superar en la tanda de penaltis a los de Thomas Tuchel. Tuvo suerte Pep de poder despedirse con un partido así. Los duelos entre Borussia y Bayern forman parte de lo mejor de la historia reciente del continente europeo. Desde 2012, ambos clubes vienen protagonizando batallas repletas de épica. Ayer presenciamos otra.
El Bayern jugó un partido que le resumió en gran medida
El arranque de la primera parte guardó un fuerte parecido con lo vivido en el choque liguero de hace dos meses. Tuchel repitió línea de tres centrales, formada esta vez por, de derecha a izquierda, Bender, Sokratis y Hummels. Como ocurrió aquel día, la voluntad inicial del Dortmund fue la de buscar arriba al Bayern, no de manera loca pero sí intensa y constante. Sin embargo, el pressing del Borussia no surtió el efecto deseado por un irregular trabajo defensivo de sus tres centrocampistas, Weigl, Castro y Mkhitaryan. El trío no ajustó correctamente las marcas. Weigl llegaba tarde hasta Vidal y Mkhitaryan era superado por un Thiago muy abierto a la banda. El Bayern saltaba bien el primer escalón.
Como suele pasarle a este Bayern 2016, la ausencia de desequilibrio real hizo que la correcta salida previa no fructificase en casi nada. A Müller y Lewandowski le faltaron piernas para llegar a portería. Ribery,Los de T. Tuchel salían muy bien pero muy poco por su parte, completó una primera mitad escasa. Pese a esto, los de Guardiola eran más a los puntos. Al Dortmund le costaba avanzar por falta de pasadores. Sin Gundogan, lesionado, y con Hummels perdiendo valor al iniciar el juego casi “como lateral”, el cuadro de Tuchel quedaba en manos de un Weigl muy marcado por Müller. El chico no se borró y algunas pudo filtrar. El Dortmund salía poco pero cuando lo hacía, eso sí, era con el enorme peligro de un Aubameyang terrible con espacios.
Tras contadas intervenciones de los porteros, los minutos finales trajeron un leve relax y descontrol por parte de todos. El Bayern lo aprovechó para profundizar por la derecha (Reus y Castro se durmieron en defensa) y el Dortmund para sumar un par de contras más. Era un partidazo. Poco espectacular, pero partidazo.
El Bayern empujó más tras el descanso. Sokratis aguantó
El segundo acto, al menos en su mayoría, fue muy del Bayern. Pep modificó varias cosas de entrada en su equipo. Arturo Vidal retrasó unos metritos su ubicación para disfrazarse de Xabi Alonso y gestionarPep mejoró a su equipo en el 2º T entre centrales los primeros pases muniqueses. Por delante, Lahm centró su posición para ofrecer una línea de pase más y mandar a Costa a encarar más arriba. El Bayern ganó futbolistas en zonas intermedias para atacar un repliegue en 5-4-1 del Borussia que no sabemos si fue forzado o pretendido, pero que volvió a darse en la segunda parte como sucedió en el Signal Iduna Park. El caso es que el Bayern pisó área con rotundidad. Müller y Lewandowski alcanzaron los lugares donde asustan, mientras que Ribery y Costa ya regateaban en la frontal y no sobre la cal. No marcó el Bayern por el sensacional rendimiento de los centrales y muy especialmente Sokratis, autor de cruces milagrosos que mandaron la final a la prórroga.
El tiempo extra no trajo nuevas noticias. El Bayern tuvo la pelota con pericia en campo enemigo y el Dortmund esperó agazapado con su 5-4-1, todavía capaz de hilar un par de contragolpes de peligro. Sin goles, se llegó a los penaltis, donde vencieron los de Pep. Se va con gloria Guardiola tras levantar él mismo una Copa de Alemania que mereció ante un gran rival. El Borussia y toda la Bundesliga comienzan ya a echarle de menos. ¡Auf Wiedersehen, Pep!
botaenemigo 22 mayo, 2016
ahi la que lió sokratis y la que tuvo abudemayang….era el minuto 84 y ahí estaba la final….
Ahora entiendo a Pep porque jugo con Coman contra el Atleti….algunos elementos del Bayern ya están en las últimas…pero es taaaan difícil quitarlos…
Va a ser interesante lo de Ancelotti el año que viene…parece todo abocado al desastre pero también parecía lo mismo en el Madrid