Tiago Mendes, pivote izquierdo del Atlético de Madrid y por tanto responsable directo de la defensa sobre Leo Messi en sus enfrentamientos contra el Barcelona, causará baja esta noche en el Camp Nou. Pese a que su reciente visita al gran estadio fue bastante floja, el luso sigue siendo el hombre que más garantías ofrece a Simeone para dicha posición. Sin él, Mario y Koke se postulan como alternativas. Dependiendo de la elección final veremos un Lionel u otro.
Mario limpia la banda para LeoMario Suárez es el mediocentro con menos lateralidad del plantel rojiblanco. Con el paso de los años cada vez responde más al biotipo de «caballo grande, ande o no ande», sus ayudas o coberturas en banda desnudan su cintura y para protegerse se queda en el centro siempre que puede, anulando la calidad del achique lateral del Atlético de Madrid (la presión sobre la cal que coordinan entre lateral, pivote e interior a la vez). Esta inercia afecta a Suárez, Messi y Alves de manera directa. El uruguayo sería el perjudicado, pues Mario tiende más que otros a incrustarse entre los centrales y la superpoblación defensiva pone sobre la mesa las carencias técnicas de Luis. En cuanto a Leo y Daniel, ni lastrados ni potenciados. Los marcos serían distintos pero dominan bien ambos.
El Atlético podría aceptar que Messi recibiese más cerca.
Cuando hablamos de Messi hablamos de un futbolista de posibilidades ilimitadas, de un jugador capaz de destruir e incluso ridiculizar la perfección defensiva, así que lo que prosigue no gira en torno a lo que debería hacer contra Mario, que para él no supone casi nada, sino en torno a las vías más fáciles que encontrará de cara a crear peligro con una cadencia y fluidez superior. Y obviamente, si el pivote es estático, la ventaja se le presentará en banda, donde encontrará en principio un uno contra cero. Y no estamos llamando a Siqueira hombre invisible. Bajo esta elección de jugadores, tras la lección de hace 10 días, cabría esperar una posición cerrada del lateral y que Messi recibiera en la banda solo todo cuanto quisiese. El concepto manejado por el Cholo sería acercar a Siqueira a Godín en vez de a Godín a Siquiera, para minimizar espacios y ser más Atlético de Madrid. Leo estaría más cerca del gol pero, salvo actuación histórica, sería menos profundo y, sobre todo, jugaría mucho más lento. Para remediarlo, Alves o Rakitic tendrían que hacerse amigos de la línea de fondo y girar miradas así.
Con Koke de pivote, habría más espacios para los dos equipos.
La segunda opción barajada por Diego Pablo, a su vez ensayada en la última sesión de entrenamiento, colocaría a Koke de pivote izquierdo y a Griezmann de interior. Con esta alineación lo esperable sería que el Atlético sí quisiera defender a Messi desde su recepción en la banda, cerrando sobre él a Siquiera, Koke y Griezmann y dejando espacios en el carril central. Se haría difícil ver reflejado el espíritu del campeón de Liga con un sistema tan presumiblemente abierto y liviano, lo cual daría al Barcelona más margen ofensivo (diagonal libre para el «10»), aunque también más preocupaciones tras la pérdida del balón.
Con este once el Atlético fijaría arriba a Torres y Mandzukic, una pareja de delanteros que decide la posición de los centrales del rival. Piqué y Mascherano no podrían estar donde quisiesen, sino donde Fernando les pusiera. Esto ya de por sí es un problema gordo porque anula la influencia del mayor talento defensivo que tiene el Barça (Gerard) sobre el espacio de ebullición que propondría Simeone (Siqueira-Koke-Griezmann). Por otro lado, el achique que podría hacer Alves sobre el trío sería reducido, porque si Griezmann cambiase de ritmo y le pillase la espalda, el Barça se rompería sí o sí. Busquets y Rakitic, ambos intensos, cobrarían una importancia mayúscula sobre esa zona. El Barça necesitaría una actuación defensiva notable en sus dos medios para no descoserse en demasía tras perder el balón.
Sorprendería y no poco que justo en este momento, cuando más inspirados y dominantes se están mostrando Neymar, Messi y Luis, el Cholo Simeone plantease un partido de puertas abiertas en el Camp Nou. Sobre el papel parecería incluso algo imprudente proponer algo que no tenga como principal objetivo reducir el impacto del tridente culé, pero tampoco puede ignorarse que el Deportivo de la Coruña estuvo cómodo con la pelota contra el mejor Barça de la temporada. El espíritu de Ronaldo y Pantic sobrevuela en una nueva noche de Copa. ¿O acaso la idea de Simeone consistiría en que el Barcelona se sintiera amenazado sin balón, priorizase no perderlo y así perdiese ritmo? ¿Cabría la posibilidad de que Diego Pablo estuviera intentando usar la amenaza potencial de su ataque como recurso defensivo indirecto? ¿Podría estar tratando de ralentizar al Barça por la vía del miedo? En ese caso, ¿qué tendría que hacer el once de Luis Enrique?
hola 21 enero, 2015
No creo que el Atleti salga con doble 9(Torres y Mandzu).