La vida de Rivaldo | Ecos del Balón

La vida de Rivaldo


No los conocíamos. La televisión no cubría cada rincón del planeta fútbol y apenas sabíamos nada de ellos. Pero eran buenos, muy buenos. A lo largo de los años noventa, el Palmeiras disfrutó en su plantilla de varios de los mejores jugadores que dio el país esa década. Roberto Carlos, Cafú, Djalminha, Mazinho… y un tal Rivaldo. Resultaba extraño aquel hombre. Un zurdo de 1,86 cuyas piernas insinuaban algún tipo de desnutrición en el pasado y que parecían listas para romperse. A simple vista, nadie apostaría un duro por esa constitución patizamba y escasa de músculo.

Entonces le caía una pelota y sucedía el milagro. Aquel futbolista sin cuerpo de ídem se transformaba en un huracán de regates y tiros maliciosos. Una máquina de definir. Era el verano de 1996 y Brasil iba a confiar en él para lograr por primera vez en su historia el Oro olímpico en Atlanta. A su lado estarían, ente otros, su antiguo compañero Roberto Carlos o el futuro gran fenómeno de sus días, un jovencísimo Ronaldo Nazario. La Canarinha debía ganar pero no lo hizo, y como siempre sucede, la cólera nacional fue terrible. Rivaldo fue el chivo expiatorio de la derrota y durante meses se le cerraron las puertas de la Selección. Con aires reivindicativos, aterrizaba en Europa Vitor Borba Ferreira. Rivaldo.

Vitor Borba Ferreira, para el mundo Rivaldo, fue parte del gran Palmeiras de la década de los noventa

El 15 de diciembre de 1995, el Tribunal de Justicia europeo dio validez a una sentencia que cambiaría para siempre el mundo del fútbol: se aprobaba la Ley Bosman, aquella por la cual un italiano tenía los mismos derechos federativos que un danés o un alemán allá donde jugase. La temporada 96-97 sería la primera que se disputaría dentro del nuevo marco legal. En España, además, se vivía el boom de las televisiones.

Ronaldo al Barcelona por 2.500 millones, Mijatovic al Real Madrid por 1.300, Almeyda al Sevilla por 1.100, Finidi al Betis por 1.000… De repente, en nuestra Liga todo el mundo tenía dinero y las fronteras ya eran de papel mojado. El Deportivo de la Coruña, que dos años antes se había quedado a un penalti de ser campeón, no quiso serEl Rivaldo del Depor, el más artístico que se vio en su periplo europeo menos que nadie y pagó 1.100 millones por la contratación de Rivaldo. Madrid y Barcelona impusieron un ritmo de puntos altísimo y pronto metieron distancia con sus perseguidores pero eso no iba a impedir que el Depor, de la mano de Rivaldo, fuera uno de los grandes animadores del campeonato. Con el once a la espalda, la campaña de Rivo fue absolutamente memorable. Los 21 goles anotados en Liga no fueron nada al lado del surtido de caños, sombreros y demás artilugios de fantasía con los que deleitó a Riazor. Ni antes ni después hubo un Rivaldo tan artístico. Solo por contemplarle merecía la pena ver al Deportivo. Los gallegos finalizaron terceros y con la sensación de estar en el inicio de un proyecto potente. La ilusión se desbordaba en Coruña cuando a mediados de julio el Deportivo cerraba la contratación de otro mago brasileño: Djalminha. El Depor pasó a ser casi un fenómeno social en nuestro fútbol. Rivaldo y Djalma la estaban liando en pretemporada y ya se hablaba de conquistar esa Liga tan deseada. Un sueño roto por un grupo de letones en una anónima noche de verano.

Aterrizado con 24 años, la primera temporada de Rivaldo en el fútbol europeo fue pura magia

En agosto del 97, el Fútbol Club Barcelona vivía horas claves para el club. Tras la salida de Johan Cruyff y el posterior año de transición de la mano del inglés Bobby Robson, en Can Barça se sucedían las noticias. Por un lado, el indiscutible mejor jugador del mundo, Ronaldo Nazario, había abandonado la entidad solo doce meses después de su llegada. El Barcelona repetía así el capítulo de Diego Armando Maradona, dejando un vacío deportivo y social El Skonto Riga «fichó» a Rivaldo. Coruña lloródifícil de llenar. Por otro lado, en esos días se hacía oficial el desembarco del exitoso técnico Louis Van Gaal, al que se le encomendaba la construcción de un nuevo proyecto tras la etapa Cruyff. En principio, al holandés no parecía importarle demasiado la baja de Ronaldo. De hecho, su ayudante llegó a manifestar que el delantero “no tenía sitio en sus sistemas”, una frase que causó estupor pero cuyas reacciones fueron mínimas al tratarse de un recién llegado. Sin embargo, en el entorno culé se debatía si la plantilla no había descendido demasiado de nivel, si se podría competir con lo que había. Las alarmas saltaron el día 13 de ese mismo mes, en la ida de la previa de la Champions. El Barcelona sufrió lo indecible para ganar por 3-2 a un desconocido equipo letón, el Skonto Riga, gracias a un gol de penalti de Stoichkov en los últimos minutos. La era Van Gaal corría serio peligro de hundirse antes de comenzar. La reacción no se hizo esperar: 48 horas después, el Barcelona hacía uso de la cláusula de rescisión y fichaba a Rivaldo por 4.000 millones de pesetas. Era el último día de mercado y el Deportivo ya no pudo reaccionar. Coruña entró en depresión, al punto de terminar duodécimos en el campeonato. Para el Barça, la historia fue diferente.

Rivaldo fue fichado para salvar el proyecto Van Gaal tras la marcha de Ronaldo Nazario al Inter

Rivaldo y Van Gaal. Brasil y Holanda. Anarquía contra juego de posición. Vitor y Louis formaron un matrimonio de conveniencia, escaso de amor pero no de fruto. El conflicto siempre fue táctico. Van Gaal pretendió implantar su 3-4-3 histórico del Ajax campeón pero los resultados con este dibujo nunca terminaron de ser fiables. De hecho, esa dureza en los comienzos le costó a Van Gaal dos eliminaciones en sendas liguillas de Champions que lastraron en gran medida su imagen. El 3-4-3 a menudo daba paso a un 4-3-3 más fiable, un sistema que incorporaba un defensa extra a cambio de la figura del mediapunta… es decir, la de Rivaldo. Como para Van Gaal, el brasileño no tenía capacidad de ser interior, su destino no podía ser otro que la banda. Con libertad, pudiendo moverse… pero en banda. Para Rivaldo, que había hecho lo que quería tanto en el Palmeiras como en el Depor, la nueva ubicación no era agradable pero decidió callar y jugar. Y de qué forma. Dos ligas, una Copa y casi 60 goles fueron el botín de Rivo en sus dos primeras campañas en Barcelona. Entre medias, Francia 1998. Su primera Copa del Mundo.

Tras 24 meses excelsos en el continente europeo, Rivaldo había hecho todo para ganarse el perdón de su tierra. Y eso que no fue un perdón fácil. Pese a su enorme rendimiento en la 96-97 con el Deportivo, Brasil no le convocó para la Copa America de Bolivia. Para más inri, la Canarinha arrasó en el torneo, con unos Denilson y Leonardo consolidados y jugando a gran nivel. Pero daba igual. Renunciar a aquel Rivaldo era impensable bajo cualquier circunstancia. El azulgrana entró en el cultural 4-2-2-2 brasileño por detrás de Ronaldo y Bebeto y cuajó un notable Mundial. Su gran noche llegó en cuartos de final ante Dinamarca, el día que Michael Laudrup abandonaba el fútbol. Sudamericanos y europeos disputaron un tremendo partidazo, resuelto por Rivaldo con dos goles, el segundo de ellos de precioso disparo. El número 11 volvió a ser decisivo en semifinales con una fabulosa asistencia a Ronaldo. A pesar de caer derrotados en la final ante Francia, Rivaldo había logrado sellar la paz con su país.

Rivaldo necesitó llegar a ser un top-5 mundial para que su país le perdonase por los fracasos pasados

La 99-2000 debió ser la cima del proyecto Van Gaal. Tras dos años horribles en Europa, el Barça arrancó la temporada con victorias muy potentes ante la Fiorentina de Batistuta y Rui Costa y el Arsenal, en Wembley. Los blaugranas son por fin “el mejor equipo del mundo”, con un once titular definidoRivaldo exigía libertad y el 3-4-3 se la concedía y que podía recitarse de memoria: Hesp; Reiziger, Abelardo, Frank de Boer, Sergi; Guardiola, Luis Enrique, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo. En Barcelona se habla de tripletes gracias a un funcionamiento grupal sólido y asentado. Eso en lo colectivo. En lo individual los problemas empezaban a surgir. En diciembre de 1999, Rivaldo recibirá el mayor premio que puede otorgarse a un futbolista: el Balón de Oro. El zurdo arrasa en las votaciones gracias a un año natural descomunal. A su título de Liga con el Barcelona se añade una Copa América con Brasil en la que destaca incluso por encima de Ronaldo. Amparado por el prestigioso galardón y su posición de fuerza, Rivaldo se rebela y prende la mecha: delante de toda la plantilla, deja claro a Van Gaal que no está dispuesto a volver a jugar como extremo. El brasileño había escuchado algunos pitos en el Camp Nou y no quería que aquella situación se prolongase. El mejor futbolista del planeta debía jugar en su sitio.

Aunque Van Gaal no dio su brazo a torcer y castigó a Rivaldo por la insubordinación, al holandés no le quedó más remedio que improvisar una solución. Siendo justos, cada vez que Rivo actuaba con libertad detrás del punta la liaba. El equipo jugaba peor pero Rivaldo decidía. El recurso para liberar al crack era pasar del 4-3-3 al 3-4-3 con el limitadísimo Zenden de extremo izquierdo. Van Gaal no quería bajo ningún concepto que Rivaldo integrara el conducto de juego. El mediocentro era Guardiola y los interiores, Cocu y Luis Enrique. Rivaldo que no molestara. Esta fórmula fue usada, por ejemplo, en la remontada ante el Chelsea en el Camp Nou y se intentó de nuevo en la búsqueda del milagro ante el Valencia, en semifinales de Champions. En el fondo, Van Gaal no era feliz con esta medida. Louis era plenamente consciente de que las flechas de su libreta perdían sentido con Rivaldo en el epicentro de todo. Convivieron y se retroalimentaron durante tres años pero Van Gaal y Vitor Borba jamás llegaron a quererse.

Rivaldo y Louis Van Gaal representan dos maneras muy diferentes de entender el juego del fútbol

A las puertas de la 2000-2001, el Barcelona recibía uno de los golpes deportivos más duros de su historia reciente. El Real Madrid, previo pago de la cláusula, ficha al portugués Luis Figo, la gran estrella barcelonista junto a Rivaldo. El club, inmerso en un cambio de presidente después de más de dos décadas, estrenaba también nuevo técnico: Lorenzo Serra Ferrer. La marcha de Figo desató una serie de consecuencias, muchas de ellas relacionadas con la figura de Rivaldo. El brasileño, sabedor de su nueva jerarquía, exige modificar sus condiciones contractuales y situarlas acorde a la su relevancia en el proyecto. Las negociaciones son durísimas y de fondo aparece la Lazio de Sergio Cragnotti, que sueña con el zurdo desde hace meses. El Barça negocia paralelamente con un Zinedine Zidane que comienza a pensar en abandonar la Juventus de Turín pero Serra Ferrer es claro: “no concibo un Barcelona sin Rivaldo”. Gaspart, nuevo presidente culé, recoge el mensaje y renueva al jugador.

La importancia de Rivaldo para Serra Ferrer tenía su razón de ser. El entrenador mallorquín rompía con la escuela holandesa y el 4-3-3. Su modelo de juego se basaba en un rocoso 4-2-3-1 (o 4-4-2, según se quisiera ver) con Rivo totalmente libre por detrás de Kluivert. Su rol ideal, vaya. Lo cierto es que, pese a la nefasta campaña del Barcelona (volvieron a quedar fuera de la Champions a las primeras de cambio), Rivaldo ofreció su mejor nivel individual con la camiseta barcelonista. El Balón de Oro del 99 se marcha esta vez a 36 goles y deja varias de sus actuaciones más recordadas: el hat-trick en San Siro, el doblete en el Bernabéu y por supuesto, la chilena frente al Valencia que supuso un billete para la Champions.

Rivaldo dio su mejor nivel individual con Serra Ferrer, en la que fue la peor temporada del equipo

2002 sería el año de la ruptura entre Rivaldo y el Barcelona. Las lesiones azotan al genio, que pasa de marcar 36 goles a anotar 14. Rivo disputa solo 20 partidos en Liga a causa de diversos problemas físicos. Para el recuerdo quedó su gol en Vigo, completamente cojo y casi sin poder andar. Pese a la proximidad de la Copa del Mundo de Corea y Japón, Rivaldo se ofrece para jugar infiltrado la semifinal de la Champions ante el Real Madrid, eliminatoria que finalmente se perderá por completo. El Barça finaliza la Liga en cuarta posición. Tratando de atajar la crisis, Gaspart acude en busca de un viejo conocido: Louis Van Gaal.

Ya aceptado y valorado como merecía, a Rivaldo le quedaba un reto por cumplir con Brasil: ser campeón del mundo. La verdeamarelha presentaba en 2002 una de las convocatorias más talentosas de su riquísima historia: Ronaldo, Roberto Carlos, Cafú, el propio Rivaldo, el incipiente Ronaldinho, Lucio… Sin embargo, no todo iba a ser de color de rosa. Días antes del inicio del torneo, Emerson, el mejor centrocampista del plantel, caería lesionadoRivaldo, el líder en la sombra de Brasil en la Copa del Mundo de 2002 de forma estúpida al sufrir una luxación de hombro en un entrenamiento mientras jugaba de portero. Brasil tenía un gran ataque pero quizás carecía de una medular capaz de generar juego. “El Profesor” Scolari arregló el problema con un dibujo poco habitual en la selección brasileña: un triunfador 5-2-3 con Cafú y Roberto Carlos de carrileros largos. A pesar de los ocho goles del renacido Ronaldo, la prensa especializada señaló a Rivaldo como el cerebro en la sombra de la conquista del pentacampeonato mundial. Scolari iría más allá: “el mejor jugador de la Copa del Mundo ha sido Rivaldo”. Atrás quedaban sus carreras imparables y los desbordes de cadera. Las lesiones habían matado a aquel futbolista. En su lugar teníamos a un Rivo más reflexivo que además mantenía la determinación que siempre le acompañó. De hecho, llegó a coquetear con el mítico record de Jairzinho (marcar al menos un gol en los siete partidos del campeonato) y en la final, pese a no batir a Kahn, fue absolutamente clave en los dos goles. “He estado ahí, estoy en las imágenes de una final del Mundial. Ya nunca me podrán quitar eso”. Las heridas del pasado asomaban en el momento más feliz. Rivaldo ya era eterno. Ya era Penta.

Rivaldo fue el perfecto nexo de unión por el que pasó el juego de Brasil en el Mundial de Corea y Japón

Cuestionado por su bajón de rendimiento y con Van Gaal de vuelta, resultaba obvio que el futuro de Rivaldo no pasaba por el Camp Nou. Con la carta de libertad y el aval de su gran Mundial, fue el AC Milan el que finalmente se haría con sus servicios. La unión prometía pero la aventura italiana no acabaría bien. El exigente Calcio devoró a un futbolista que ya había perdido la chispa que le hizo imparable. Carlo Ancelotti apostó toda la temporada por Rui Costa para el puesto de mediapunta titular. La escasa confianza de Carletto se hizo palpable en la final de la Champions, en la que Rivaldo no disputaría ni un solo minuto pese al 0-0 con el que se llegó a la tanda de penaltis. Rivo levantó la Copa de Europa que tanto había deseado aunque no del modo que imaginó. Seguramente ya le daba igual. Aquel chico de piernas arqueadas nacido en Recife ya había logrado todo en la vida. Había ganado dinero, había sido campeón de casi todo con Brasil y en algún momento, allá por 1999, había conseguido ser el mejor jugador del mundo. Aquellos aficionados rivales que le sufrieron aún tiemblan al escuchar su nombre. Vitor Borba Ferreira. Rivaldo.


Comentarios (51)

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  • Identificado como
un crack. A mi gusto quedó un poco infravalorado. Será el precio de ser contemporáneo de Ronaldo...
Me alegra que recuerdes elRivaldo del Deportivo. Aquel jugador era una locura. La versión buena de Djalminha en cuanto a imaginación y determinación. Sin serlo, a mi me pareció el jugador mas impactante del campeonato y estamos hablando del año del boom de Ronaldo.

Luego pues se encorsetó algo y perdió plasticidad en favor de determinación. Creo que uno no recuerda a Rivaldo tan bien como debería porque se convirtió en un jugador feo. Era mas virtuoso q cualquiera pero ni era plástico, no entraba por los ojos, pese a tener el mejor remate del momento. En ese sentido era un poco como Messi. Sabias que un tiro suyo acababa en gol si o si.
Y personalmente creo que Van Gaal tenía razón. El Rivaldo extremo, o falso extremo que no estaba ahí para ganar linea de fondo sino para meterse dentro era mejor, y ayudaba mucho mas al equipo que el diez por detrás del punta. Cuando jugo con total libertad el Barça dejo de ser competitivo. Yo recuerdo el Barça de Serra Ferrer como uno de las escuadras cules con peor rendimiento y funcionamiento desde que sigo el fútbol.
Se habla mucho del Mundial 2002 de Ronaldo y con razon, pero no creo que el de Rivaldo fuera peor. ¿O tengo yo solo ese recuerdo?
Como mantener a flote un transatlántico con 10 fugas en su casco, Rivaldo. No creo que esté infravalorado, pero si poco recordado. Pero es que la época en la que le tocó vivir en el Barcelona el club era un drama. Rivo nunca tuvo a Laudrup o Pep detrás, nunca tuvo a un equipo sólido como el de Robson, o a un Deco y Etoo en su máxima expresión al lado. Aunque seguramente era peor jugador que sus paisanos. Pero a mi me ganó por esa pose triste y melancólica, me encantaba.
Muchas gracias. Como niño culé en su época, para mi fue (es) un auténtico mito. He visto y veré jugadores mejores, pero a estas alturas no creo que ninguno llegue a llenar tanto mi corazón como Rivo.

Aquella chilena en el último minuto de la última jornada (para lograr el cuarto puesto)... Hay títulos de liga que he celebrado menos.
¿Rivaldo o Totti?
Enhorabuena David.

Los pelos de punta
A una semanita de cumplir 12 años...lo que me dolió ese fichaje de Rivaldo por el Barça...bufff. Menos mal que nos quedaba Djalminha.

Gran artículo.
Gran artículo sobre un mito. Recuerdo el Bernabeu enmudecido cuando cogía el balón y arrancaba. Esa sensación de pánico en la grada que pocos jugadores generan. Él lo hacía. Como decía Curro un jugador súper determinante. Entre los más decisivos que he visto en los últimos 25-30 años. Y con todo en contra. Con un Barça decadente que le daba muy pocas ventajas. Le daba igual. A mi que los arrollo. Y como armaba la zurda!!!! Soltaba el latigazo en cualquier posición antes de que los defensas pudieran pestañear. Un crack de gatillo fácil.
Por cierto, que desperdicio de tridente: Figo, Kluivert y Rivado.
@NRG

"Gran artículo sobre un mito. Recuerdo el Bernabeu enmudecido cuando cogía el balón y arrancaba"

Yo, lo recuerdo muy bien eso. Rivaldo en los clásicos me aterrorizaba. Era increíble, lo veías fuera del área, con muchos defensores por delante de él, a priori, no había hueco por el que poder crear peligro. Pues el siempre daba la sensación de que un milisegundo podía encontrar un hueco, armar la pierna izquierda y colarla ajustada al palo.

Verdadero terror me daba. Un crack.
@DavidLeonRon

"¿Por quién? ¿En comparación con qué?

Compartió césped con Ronaldo Nazario y Zidane y le quitó trofeos individuales, siendo peor futbolista que ambos. Creo que Rivaldo está donde debe, aunque entiendo por dónde vas."

Me refiero históricamente. No se si ha quedado un justo recuerdo de lo que fue Rivaldo. Y creo que más que Zidane, lo que le quitó "lustre" fue quedar atrapado entre Ronaldo y Dinho. No deja de parecerme un poco injusto que a Dinho nadie le reclame SU Mundial y casi nadie recuerde el 2002 de Rivaldo. Por ahí le falto carisma, ángel... no se.

Por ejemplo, por aquí alguien lo compara con Totti. Siendo el italiano un crack, Rivaldo a mi gusto era otra cosa.

PD: Estaba pensando en esa frase tan de Uds (y que está muy bien) de "el fútbol es de los futbolistas". Me preguntaba que pensará un técnico como Van Gaal de eso.
"Es que en los últimos 30 años, solo el mejor Messi ha conseguido imponer más pánico en el Bernabéu que Rivaldo. Ni Ronaldo, ni Maradona ni nadie. Lo de Rivaldo ante el Madrid no era normal."
Bueno y Ronaldinho eh, que puso en pie a la grada de un Bernabeu...
Que loca estaba la liga en los 90!!! Qué equipos como el Betis el Sevilla y el Depor soltasen lo que para la altura eran salvajadas era muy muy divertido.

Este jugador me fascinaba y creo que junto a Kluivert y Figo hacían el tridente más increíble de esos tiempos. Esa alienación de Van Gaal en 4-3-3 era muy muy cojonuda pero débil atrás. Una vez leí por aquí que lo que le mayo al holandés fue tener que jugar con Guardiola de mediocentro.
¿Imponía un respeto como el de Ronaldinho (me queda más cerca en cuanto a mis recuerdos futbolísticos) o era todavía superior?
"la chilena frente al Valencia que supuso un billete para la Champions"...

y dejó sin billete al subcampeon de las dos ultimas ediciones...
El gol mas increible que recuerdo, el unico gol que estoy seguro que nunca olvidaré. El gol que te deja sin Champions, pero te deja con una medio sonrisa, de "Dios ha caido del cielo para dejarnos sin Champions...". Luego ese Dios facilitó que el Valencia ganara la Liga, porque participando en Champions el mismo año, dudo de que se hubiera conseguido el campeonato nacional.

En fin, Rivaldo hizo bien a todos ;-) Fueron demasiados años a un grandisimo nivel los suyos.
Grandes recuerdos, gran articulo.
Si a Rivaldo se le ve peor de lo que ha sido, fue por la época que vivió el Camp Nou a principios del siglo XXI. Fue un poco "antihéroe", siempre lideró a un Barça falto del (otrora) carisma perdido con la marcha de Cruyff o de la magia de Ronaldo Nazario. No tendría cuerpo de futbolista, pero sí una cabeza de trequartista goleador. Algo que no es muy frecuente, el 10 es quién decide con un último pase y no con un gol. Quizás no encajo con van Gaal, porque la velocidad a la que pretendía que circulase ese Barça era mayor que el que Rivo podría ofrecer.

Dicho esto, a mi siempre me encantó. Pese a no tener cierto "carisma", representa una luz brillante, en una época oscurecida del Nou Camp. Un poco como Kluivert, se han visto relegado al ostracismo en el recuerdo del público, por todo lo que vino poco después (Ronaldinho, Deco, Giuly, Eto'o, Larsson). Aquél Barça de Rivaldo, era un Barça que perdía, permeable pero con grandes destellos y de esos, Rivaldo ofreció innumerables ejemplos.
Simple y llanamente, el futbolista de mi infancia.
Muy buen artiuclo, R.Uria tambien ha escrito algo sobre él estos días por si queries mirarlo, tambien me gustó.

A mi Rivo me pareció un supercrak y ese Barca de Rivaldo-Kluivert-Figo tambien me parece un equipazo. Como decís se la pego en Chamions en grupos el año de la final del Camp Nou (creo que era el 1er año con el formato actual de grupos), aunque ojo que los dos que pasaron de su grupo fueron los dos finalistas (MU y Bayern) y en el 2000 cayó en semis contra el Valencia que sin duda fue su bestia negra, que duelos aquellos. Para mi ese año 2000 era su año, pero los chés arroyaron en la ida.

Y en la selección, estoy con Scolari, para mi él es el mejor jugador de Brasil en 2002.

Un crack, sí señor.
Ufff. Kluivert es otro de mis favoritos de siempre.-

Un detalle: Scolari en el 2002 reconoce la influencia de la Argentina de Bielsa en su rediseño táctico. Así que ese Mundial en parte es nuestro (?)
@DavidLeonRon
"Era un jugador que hasta que no cumplió cierta edad tomaba muchas malas decisiones, pero muchas"

Y es que la chilena contra el Valencia es un ejemplo claro de eso! Tengo un amigo que dice que sólo a un tonto o a un loco se le ocurriría intentar un chilena desde, ojo, fuera del area, en el ultimo minuto del ultimo partido en que tu equipo se juega el billete a Champions!! Imagínate si lo falla, que sería lo normal en 99,9% de los casos, lo tanto que le criticarían y con razón.

Soy brasileño y debo decir que en Brasil, un poco por lo comentado en el artículo sobre Atlanta 96, nunca se le ha dado demasiado reconocimiento. En el mundial 2002 sí es cierto que hace una gran fase de play-offs (el partido contra Inglaterra principalmente) pero en la fase de liguilla juega mal. Para mí era un jugador....raro....ralentizaba demasiado el juego jugando en el medio, tomaba malas decisiones, era demasiado frío. Eso no quita obviamente que era un super dotado tecnicamente.
Yo creo que era un excepcional jugador de pelota y un pésimo jugador de fútbol. Como en algún momento dice David, tomaba muchas (pero muchas) malas decisiones. Es más, yo recuerdo que siempre era el mejor del partido cuando el equipo jugaba mal y de los peores cuando jugaba bien.

En ese sentido, tenerlo en la banda le rentaba a Van Gaal porque limitaba el número de decisiones que podía tomar

Lo que está claro es que definiendo era super-top, al nivel de los más grandes de la historia. Con la particularidad sobre otros grandes definidores (Romario, Ronaldo Nazario) de que tenía un chut de media y larga distancia absolutamente espectacular
Uno (o los dos?) de los goles de la final del 2002 no viene por un rebote de Kahn a un remate de Rivo?
@ Curro

Entiendo lo que dices a nivel táctico, pero en cuanto a calidad colectiva... Rivaldo estuvo en uno de los tres mejores equipos de su época tirando por lo bajo. El Barça de Van Gaal, el Manchester del Triplete y el Bayern de los últimos alemanes "de verdad" eran más o menos lo que hoy son Bayern, Barça y Madrid. Que luego llegó Raúl y les quitó tres Champions, sí, pero el funcionamiento colectivo de esos tres equipos era bastante superior al de los que dominaron la Champions a la postre.

@ Davale

"¿Os acordáis del 3-6-1 de la segunda etapa de Van Gaal?"

Uf. La segunda etapa de Van Gaal en general fue canela en rama.

@ El Guardavallas

Ronaldinho impuso bastante menos que Rivaldo en los Clásicos. De hecho, en la era de Ronaldinho, el culé que más pesaba era Eto´o. Del mismo modo que Raúl pesaba más que Zidane en la era de Zizou.
3-6-1

Al final los jugadores son los que aguantan un sistema. Per se no me parecía una mala idea, y tampoco ayudaban los jugadores que tenía. Riquelme, Mendieta, el primer Xavi, Kluivert y Saviola como cracks eran lo que eran.

Rivaldo fue increíble. Hay qu hablar también de esas previas en las que tenía un 5% de posibilidades de jugar contra el Madrid y al final siempre salía en la alineación.

Rivaldo tiene partidos como pocos en los últimos 20 años, el problema eran los compañeros. Recuerdo un 3-3 en San Siro con los tres goles suyos. El gol de chilena en el último minuto contra el Valencia es de dibujos animados, pero es que los dos anteriores (2-3) son suyos también. Ídem con un 2-2 en el Bernabéu en el que le anularon un gol legal en el último minuto con Serra Ferrer en el banquillo y Gaspart diciendo que le habían robado la cartera. La verdad es que Gaspart llorando era mejor que Mou ;)

Y finalmente, también con Serra Ferrer, recuerdo tres partidos seguidos en los que el Barcelona se encontró perdiendo a falta de un cuarto de hora y el entrenador hacía un único cambio: Rivaldo a la derecha. Diagonal fuera dentro, disparo seco a la base del palo y ¡salvados! A ver si alguien más lo tiene en la memoria, porque no supe encontrarlo y me suenan Las Palmas, Numancia en Los Pajaritos y uno de Champions.
Hablando de partidazos de jugadores, algún día habría que hacer algún ránking o votación con partidos memorables de jugadores determinados fuera del star system. Los de Rivaldo podrían servir, pero podríamos ir a estratos incluso más underground. Los cuatro goles de Arshavin en el campo del Liverpool hace un lustro, o un 6-4 legendario entre Parma y Livorno en el que Gilardino y Lucarelli metieron cuatro goles cada uno. Gilardino metió su último estando cojo, por cierto. Cesc hace cuatro años, recién recuperado de una lesión, con su equipo perdiendo contra el Aston Villa, metiendo los dos goles de la remontada y volviéndose a lesionar.

Son historias bonitas de fútbol, de deporte.
Yo a Arshavin le pongo el Rusia-Holanda por encima del 4-4 frente al Liverpool :D
En cuanto a partidazos de jugadores de "segundo nivel" como sugiere farraspau yo lo más heavy que recuerdo es un 1-5 en Mestalla del Napolés al Valencia de los Roberto, Fernando, Penev, Quique Sánchez Flores, Leonardo……Los 5 chicharros de Fonseca, un uruguayo que para más inri había sonado para el equipo ché pero terminó jugando en Italia…..
Algo parecido pero más recordado son los también cinco goles de Salenko a Camerún en el mundial USA 94….éste sí fichó por el Valencia.
farraspau yo a Rivaldo lo considero star system total. Top.
Enhorabuena por el artículo.

Impresionante individualista, que en mi opinión nunca era lo que necesitaba el Barcelona. Dijo Van Gaal en un libro sobre Rivaldo que existía la opción de fichar a McManaman, pero que prefirió a Rivaldo por su capacidad goleadora. Pues, a mí siempre me parecía un error. Me encantaba McManaman en el Liverpool y creo que hubiera sido un extremo perfecto para el sistema de Van Gaal. A pesar de su maestría individual, creo que Rivaldo es uno de los futbolistas menos apropiados para un juego de equipo que he visto en mi vida (al menos hasta el mundial de 2002 donde sí que sabía llevar al equipo). Por esa misma razón no me acababa de gustar mucho en su época barcelonista. Lo veía nocivo para el equipo, para el juego colectivo, y pienso que este artículo indica bastante bien el por qué.
@DavidLeon

Vaya perla de artículo, muy apropriado para brindar al crack recién jubilado- se me ha invadido una nostalgia por aquel primer Barça de Van Gaal trás leerlo.

Hablando de Rivaldo y su cénit ('98 - 2000): cuando te lo piensas es una cosa de locos: el tío gana el Balón de Oro justo en la temporada en que Van Gaal lo ubica en una posición que el propio jugador detesta, y ojo, estando en la banda de su pierna 'buena'. Increíble el grado de influencia sobre el juego que ese zurdo alcanzó desde ahí, y en una edad en que los extremos-jugones de pierna invertida aún no florecían. Y lo que es más, sí no me equivoco, creo que Van Gaal tenía como máximo el 'no abandonar la cal hasta que hayas fijado al lateral adversário".

De hecho, Rivaldo 1999 y Figo 2000 .... Balones D'Oro:¿la última vez que dos teóricos extremos tiranizaron um continente? ... y desde sus respectativas bandas 'naturales' (si bien es verdad que Figo ya gozaba de media-temporada merengue y que el dibujo de Del Bosque le concedia mas libertad para bajar y ingresar pa' dentro).
Ah, se me ha venido a la cabeza ahora el recuerdo de otro variante táctica del que dispuso Van Gaal.

Fue en Champions, en liguilla 98-99 y contra el United: fue un poco lo que comentabais ... el 3-3-1-3 era bonito pero no acabó por cuajarse en ese Barça en partidos de máxima exigencia. El 4-3-3 les venía mejor a nivel colectivo ... pero me acuerdo contra el United ver a una especie de compromiso entre los dos dibujos (que Van Gaal ya lo había asentado frecuentemente en su Ajax): un 4-2-1-3, con Rivaldo de mediapunta por detrás de Sonny. Lo que resultó en casi un 4-2-4 en campo .. el equipo partía en dos en aquel partido delirante contra los de Ferguson.

Comentaba el otro día con David de la Peña sobre este Bayern actual, y como la versión que va instalanda Pep con la figure de un mediapunta (sea Götze, sea Shaqiri.. sea Thiago), mas que un 4-2-3-1, es una aproximación a aquel 4-2-1-3 vangaaliano ... ya por genética e ideologia heredada.
"Es muy triste que la gente te silbe el mismo día que te dan este premio [balón de oro]", dice uno de los enlaces del artículo. Y qué triste. Todos eso chavales que sueñan con triunfar en el Camp Nou deberían tomar nota de lo cruel que es ese sitio, incluso con los mejores.
@david león

aún así me parece triste, una falta de sensibilidad. Además, si ello viniese de una afición que estaba detrás de Van Gaal, que apoyaba su proyecto por sus méritos colectivos, pues vale, pero no era el caso. A Van Gaal se le criticaba por encorsetar a Rivaldo, y a Rivaldo por no dejar encorsetarse.

Por otra parte me parece entender por el artículo que Rivaldo se negó a jugar de extremo después de esa pitada, no antes.

De Rivaldo mi padre siempre mencionaba su enorme zancada, que le permitía crear espacio para su disparo seco. Era muy difícil evitar que Rivaldo tirara a puerta.
Me encuentro en la oficina, ojeroso porque sólo dormí dos horas por andar viendo vídeos del Mundial 2002. Es increíble la capacidad con la que Rivaldo es esparcía por la cancha, aunque Ronaldo se llevara la gran parte de los créditos.
José Manuel García's avatar

José Manuel García · hace 440 semanas

Recuerdo a Carles Rexach en el banco celebrando la mítica chilena, mientras Rivaldo parecía gritarle el gol (con furia) a quién, ¿al presidente? ¿al club mismo?

En aquel entonces, ¿Rexach era el técnico del Barça? O más bien, ¿lo era Serra Ferrer? ¿Porqué no estaba este último en el banco para ese juego?

Hermoso artículo, me hace saber más del jugador que me hizo ser culé desde aquella noche de la chilena.
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