Messi se enfadó muchísimo. Descubrió al poco de empezar el partido que se había perpetrado un nuevo plan con el objeto de detenerle. Consistía en una marca al hombre de Balenziaga como las que le hacían a los cracks

Se cumplen 31 años desde el último título del Athletic Club, y ésta será la tercera Final en seis cursos que dispute contra el Barcelona. Si algún factor correrá a favor de Valverde, ése será el de la ilusión.

En su equipo es el segundo máximo goleador en Liga y pichichi de la Champions. Central de formación, la lesión y estado de forma del único mediocentro puro de la plantilla le hizo convertirse en el ‘5’ del Athletic de Bilbao 2015.

Según como se mire, que la trigésima quinta jornada haya estado marcada por los novedades tácticas, cambio de sistemas y sorpresas técnicas tiene una lectura negativa o positiva. Por un lado, indica

Valverde sólo tuvo que ver lo que hizo el Elche de Fran Escribá hace una semana en el mismo césped. Y Simeone no se anticipó, dibujando el mismo ‘XI’, el que condenaba su ataque a la espesura y la cuadrícula

Hoy el Athletic Club tiene un sueño. Clasificar de nuevo para Europa es un bonito objetivo, pero lo que de verdad ilusiona a la histórica entidad es volver a sacar a pasear la Gabarra treinta y un años después.

En la jornada del Clásico, la sala de prensa del Camp Nou centró todas las miradas del fútbol español, europeo y mundial. Allí, Luis Enrique explicó todo lo que Luis Suárez aporta a su FC Barcelona y Carlo

No orquestó esta vez presión alguna, pero no por ello dejó de emplear el Txingurri la magia de San Mamés. Se representó en un despliegue físico máximo y continuo que tomó valor futbolístico en forma de carreras heroicas.

Cayó Modric y el fútbol del Madrid fue perdiendo enteros. Ello conllevó resultados más ajustados y los mismos revelaron un tic en su juego que, sin Di María, parecía haber desaparecido: el excesivo número de centros a la olla

Hacer un cambio antes del descanso está mal visto. Muy mal visto. Ningún entrenador, sea cual sea su estilo o modelo, desea tener que hacerlo. No lo planifica. No quiere sentir la necesidad de hacerlo. Sin embargo

El Espanyol había hecho mejor fútbol, mejor Copa, mejor ida y llegaba con mejor ánimo que el Athletic Club de Bilbao, pero anoche no se notó. En cierto modo jugó entumecido, quizá por verse a las puertas del que iba a considerarse