Monchi debió de acordarse de Samir Nasri porque en su memoria están todos los que en algún momento le dejaron huella. Sin importar que en los dos últimos años el mediapunta francés pasara a la reserva del máximo nivel mediático, el Sevilla actual

Tras la marcha de Unai Emery del banquillo del Ramón Sánchez Pizjuán, Monchi y el Sevilla Fútbol Club han decidido sustituirlo por Jorge Sampaoli. El técnico argentino es un hombre de ideas claras, innegociables y muy distintas a las del entrenador vasco.

No ha hecho más que arrancar y quien más quien menos en Sevilla y el sevillismo reconoce que Sampaoli va a suponer un contraste evidente a todos los niveles. Incluso en lo más superficial el impacto va a ser inmediato

El Sevilla esta temporada va a cambiar. Va a cambiar, parece, radicalmente. Su forma de defender, de sacar el balón desde atrás, de administrarlo arriba o de transitar cada uno de los escalones que en ataque le permitirán mantener junto al equipo,

Seguramente el concepto táctico más definitorio del bielsismo sea su forma de defender. A partir de esta presión alta, agresiva y muy individual que ordenan absolutamente todos los técnicos afines a esta corriente futbolística

“¿Puede su filosofía y su visión funcionar a este lado del charco? ¿O se ha creado algo verdaderamente único, hermoso e

Pre-analizar un proyecto liderado por Jorge Sampaoli no es sencillo. Sobre todo, porque su mensaje verbal no termina de coincidir con el fútbol que practican sus equipos. En su caso, delante del micrófono es Guardiola y, en el campo, se emparenta más con Bielsa.

“No hay técnico que se pueda disfrazar de algo que no es. La personalidad y el carácter influyen mucho, porque para convencer a tus jugadores de defender una idea primero debes creer tú en ella. Como futbolista

Durante la Copa América 2015, Chile nos obligó a detener cada uno de sus partidos para retomar esa vieja costumbre de la infancia que era contar con los dedos de la mano. No era por gusto, sino por pura responsabilidad:

Durante más de 100 años, sólo la distinguió el color de su camiseta, era «La Roja», y así la conocían, pero hasta eso corrió el riesgo de perder cuando España ganó la Triple Corona y decidió llamarse de la misma manera.