Llegar entre dudas le había dado resultado a Brasil ocho años antes, en Estados Unidos. Sin embargo, lo de Ronaldo era diferente. El Fenómeno había vuelto de un infinito calvario de lesiones, y adivinar cómo respondería

«Con la reunificación Alemania será futbolísticamente imbatible». Palabras de un exultante Franz Beckenbauer tras ganar el Mundial de Italia en 1990. Tras dos finales perdidas en la anterior década

21 de junio de 1988. Esa es la fecha. El partido más intenso y caliente que hayan disputado nunca Holanda y Alemania. Seguramente sea una apreciación un poco exagerada a ojos de muchos dados los encuentros que han jugado