Lo fácil sería decir Michael Ballack, por eso de perder siempre; pero en esencia, simbólicamente, Asafa Powell recordó a Titi Henry. ¿Que no? De apariencias agraciadas y obsesión por el detalle presumido,
Convirtió 381 goles y ninguno fue inolvidable. Es llamativo cuando menos. No les faltó belleza, el archivo muestra obras maestras, y tampoco trascendencia, pues definieron infinidad de noches capitales, pero ni siquiera uno se ganó la inmortalidad.
Creo que estaba loco. Cruzeiro había ganado 6-0 a Bahía y él había anotado 5 goles. Tras el pitido del árbitro le
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