A veces la Premier parece de atrezzo. Sábado, Londres, hora de comer, Tottenham de Villas-Boas, Chelsea de Mourinho, sin Mata, que sale luego y lo parte, con un gran Torres, con una expulsión

Brasil tuvo ante España su partido soñado. En ventaja desde el minuto uno, los de Scolari pudieron dedicarse en exclusiva a sus dos tareas favoritas: defenderse y contragolpear. No hay duda de que la Canarinha dispone de un gran

Guardiola y Mourinho son una película diferente. Y no porque ya no sea nuestra hay que dejar de admirarla. Son entrenadores de carisma singular y armas diferentes metidos en una lucha parecida que va a ocupar entre una y dos décadas.

La temporada que arrancó hace escasos 15 días es la del décimo aniversario de la llegada de Roman Abramovich a Stamford Bridge, el primer gran magnate que desembarcó en el fútbol europeo del siglo actual

El Real Valladolid – Athletic Club de Bilbao fue muy bonito. Juan Ignacio Martínez parece haber heredado un equipo hecho en el que hay más tarea mental que táctica. Siendo ésta la enésima campaña que se afrontará con el mismo bloque y, según vimos ayer,

Que la selección nacional belga tiene una de las mejores generaciones jóvenes de Europa es algo indiscutible. Más allá de cultura, estructura, experiencia o equilibrio como equipo

Estamos en el S.XXI y a Brasil la dirige Luis Filipe Scolari. Todos conocemos la historia del país del fútbol en los últimos 25 años. Tras aquel slalom milagroso de Maradona en Italia 90, los por entonces tricampeones del

Pocos equipos juegan ahora con delantero centro, y no muchos más tienen uno en su banquillo. Las fábricas de «9s» cerraron. Resultó prácticamente inevitable, fue la respuesta táctica más natural a la desaparición de los extremos.

En Brasil se siente la tensión. Quedan doce meses para que ruede la bola en su torneo y nada ni nadie está preparado. Los estadios huelen a cemento fresco y en el verde la cosa no fluye. La exigencia histórica de la camiseta brasileña

Inglaterra y Brasil se citaron en Maracaná para jugar un amistoso a destiempo, con sal y sin Dinho. Scolari se lo tomó a pecho porque debía, su cultura le obliga a ganarlo todo -pero de verdad, a lo muy bestia, con saña, de frenopático- y últimamente no gana nunca.

La FA Cup aúna gran parte de la esencia del fútbol británico tanto de hoy como de ayer, y enfrentaba en los Cuartos de Final de esta edición al que más veces la ha levantado y al vigente campeón

Punto 1: Como es costumbre cada vez que el árbitro señala penalti, Neymar comenzó el rastreo de la pelota, listo para colocarla sobre los once metros e iniciar el ritual de concentración. Para su sorpresa, esa pelota