Marcelino dirige un equipo algo irregular cuya mayor constante positiva reside en su defensa organizada. Cuanto más tiempo pasa replegado, más opciones de ganar tiene. Anoche, su objetivo consistía en hacerlo durante casi todo el partido.

Basta un rápido vistazo por Europa para comprobar la premisa: no abundan los grandes centrales. Incluso gigantes como el Manchester United sufren para encontrar uno a la altura de la camiseta. Un buen zaguero hoy es oro.

Se lo inventó Emery y por ello a él le corresponde acompañar figuradamente cada acción disputada con su voz salivosa: «Tuya Vicente». Y allí que iba Iborra. Balón largo, la peina, la toca o la baja Iborra: «Tuya Vicente».

El Villarreal hizo todo lo que puede hacerse para competir en el Camp Nou. Aguantó la ola de bienvenida, empezó a salir cuando fue factible y supo asumir el peso y atacar con orden tras ponerse por detrás.

La posición de central es una de las más interesantes sobre las que debatir porque, además de lo individual, se ve condicionada por el sistema del equipo, las decisiones del entrenador y, por supuesto, las

Fue un partido de entrenadores; prudente, cerrado y bien jugado por parte de los dos equipos, sobre todo en su primera mitad. El Barça con el balón y el Villarreal sin él buscaron alejar al otro del gol y consiguieron hacerlo.

Decía Carlo Ancelotti que en la primera mitad había habido una diferencia entre el ritmo de los equipos que había decantado la balanza en favor del Villarreal. Es cierto, de hecho eso es el famoso Virus FIFA, pero con fútbol se subsana y a día de hoy el Madrid